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Oribe, la Santísima Trinidad de los tripletes

Mexsport

LOS ÁNGELES -- Le apodan El Hermoso, aunque es una de las más perfectas imperfecciones de los adonis del universo. Pero en el área es lo que llaman en Sudamérica un guapo.

Oribe Peralta tuvo seis oportunidades y concretó tres. Hat Trick perfecto. Fusiló de izquierda, derecha y de cabeza. La Santísima Trinidad de los tripletes.

Hacer tres goles en un juego ya es complicado. Hacerlos con cada una de las escopetas del futbolista, es aún más complicado. Y El Hermoso lo consumó, desde el manchón penal con derecha, con un frentazo, y tras una patarata salida del bobalicón arquero, la empujó de izquierda.

Y ríe camino a Río, a los Juegos Olímpico, con el homenaje intacto, con la prebenda de la memoria festiva, de haber sido el asesino de Brasil en la Final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Oribe, cuya etimología le consigna como "orfebre del oro", pretende ahora prolongar el oficio como artesano de la gloria olímpica, después de la racha con la que vistió al América de gala en el 3-1 sobre el Toluca.

América sólo se angustió innecesariamente por momentos. Y ocurrió especialmente cuando Carlos Esquivel hace el 1-1, en medio de barridas y lances desesperadamente torpes de la zaga americanista.

Pero aparecería Oribe como el consumidor de buenos servicios de sus compañeros y como consumador del dominio americanista, ante un Toluca que se vio lento táctica y físicamente.

América, por su parte, demuestra que su plantel tal vez no sea el más costoso del torneo, pero, insinúa, en dos fechas, que al menos ya rebasa a la oligarquía obscena de Tigres y Rayados, los que por cierto siguen sin ganar, sin agradar y sin comprometerse.

Incierto aún en el trabajo de recuperación y en el fondo, América se tranquiliza con la habilidad de sus hombres al ataque, y sabiendo que de la enfermería y de la banca, le llegarán, cuando sea necesario, soportes para todas sus líneas, en un semestre en el que pretende ganar Copa y Liga, y lavarse la cara percudidísima en el Mundial de Clubes.

El 3-1 es tacaño. Si El Hermoso se hubiera puesto un poco más guapo, el saldo habría sido de crucifixión para el técnico Cristante. Pero además, sus compañeros se precipitaban y elegían mal en la jugada final.

Los americanistas veían a Oribe y todos querían jugar a ser Peralta, pero sin fortuna. Y eso evitó el bochorno mayor de los inocentes Diablos Rojos.

Irónico que ante la negativa de Chivas de cederle los jugadores que quería, El Potro Gutiérrez se encuentra en el América la esperanza en el ataque de su equipo, especialmente después de que en un tweet colocó a Jorge Vergara como practicante aberrante de las mismas manías de Donald Trump.

¿Lo extrañará el América? Por lo menos, la posición le queda envenenada a Silvio Romero, que tendrá semanas para demostrar que es mejor que su apuesto y galano compañero.

Decía el Tilón Chávez que cuando marcaba "un gol con Chivas, me confunden con Luis Miguel". Tomando esa analogía, queda claro que este sábado la galanura donjuanesca de Oribe Peralta no se deteriora en HD ni con la deplorable transmisión de ChivasTV.