BUENOS AIRES -- Todo fue una fiesta en Gonnet. La Plata se llevó el torneo Nacional de Clubes con suma justicia, realizando un juego compacto, inteligente, rápido y muy agresivo.
Y digo todo esto pues La Plata no solo mostró su velocidad habitual en el traslado y manejo de la pelota, sino también madurez para manejar los tiempos, saber cuándo y cómo atacar a los tucumanos, y lo más importante y lo que más me impresionó, la labor defensiva y rigor en el contacto que mostró todo el partido.
En lo personal, esperaba mucho más de Tucumán Rugby. Como habíamos anticipado en la previa, tenían que someter y atacar físicamente a los platenses para poder tener una chance, hacer su juego y jugar a su ritmo. La verdad, nunca lo lograron.
De las primeras cuatro pelotas del partido para los tucumanos, una fue try en contra, dos fueron pelotas perdidas, y una un knock-on a cinco metros del ingoal contrario. Así comenzó. Y excepto algunos movimientos aislados, los tucumanos prácticamente no inquietaron a La Plata.
Pudimos ver las acciones desde una buena posición, comentando el partido, y la verdad es que por momentos ver jugar a La Plata daba gusto. Comandados por un exquisito Albarracín, alternaban juego por el eje, mauls, juego a las puntas, cajones, up and unders, etc. Dentro de la cancha, cuando tenés un equipo que te varía tanto el juego, se hace muy complicado defender, y eso fue exactamente lo que le sucedió a los tucumanos.
Pero el partido lo ganó La Plata, en lo mental y en la defensa. Por un lado se los notó muy confiados, seguros de lo que hacían y sin cometer la cantidad de errores de su rival. Por el otro, y contra todos los pronósticos, ganaron la batalla física, del contacto, del tackle, y su defensa fue agresiva, la mayor de las veces yendo para adelante, y eso en el rugby es medio partido ganado.
De hecho, después del partido, me crucé con varios históricos del conjunto del norte del país, y hablábamos de esto, de las equivocaciones y del peso del partido para sus jugadores.
Por lo pronto, y hablando del ganador, si La Plata no sufre la ida de muchos de sus jóvenes al exterior y pueden conservar esta base, tienen equipo para rato. Sólido pack de forwards, backs picantes, y un medio scrum que entiende el juego, lee lo que tiene en frente, y conduce al equipo con mucha madurez.
¡Salud Campeones!