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Regresé a casa como campeón

¡Hola mis queridos amigos, aquí estoy otra vez!

Bueno, primero que nada un saludo a toda la gente que estuvo conmigo a la distancia, dándome ánimos y deseándome buenas cosas a través del internet, como por ejemplo, jmiramontes, que me dijo cosas me dejaron muy contento.

¿Qué les puedo decir?, sólo que en el último partido, el que nos dio el campeonato, me tocó entrar al minuto 72 y la verdad, no saben qué felicidad tenia por todo lo que se vivió en la semana previa al juego. Además, creo que me gané estar en el partido final por mi actuación en Huaraz, contra Ancahs.

Me hubiera gustado iniciar, pero Juan (Reynoso) dispuso otra cosa y no saben lo que se siente estar ahí, no tengo palabras para describirlo. Creo que esta final la disfruté más que la que tuve con San Luis, y eso que en aquel jugué más y hasta hice un gol en la final para el ascenso.

Es que ahora contó todo, que estaba fuera del país y que en cuanto pitó el árbitro, se me sumió el suelo porque me pusieron la bandera de México. De ahí en adelante me terminó de caer el veinte sobre lo que estaba pasando.

Yo había hecho una promesa y en cuanto terminó el juego, me arrodillé en el centro de la cancha y le di gracias a Dios porque me ha hecho un tipo muy afortunado. Tengo una familia hermosa con dos bebés increíbles y una "brujer", digo, una mujer (lo otro es broma, por supuesto) que se "mata" conmigo y que es a todo dar.

También tengo un hermano que más que eso, es mi amigo y de ahí se desprende la demás gente que está detrás de mí, como la familia de mi esposa, mis amigos, y ellos saben a quiénes me refiero, y la gente que a lo largo de mi camino se ha portado muy bien conmigo.

A ellos y a todos, muchas gracias.

Les cuento que con esto, terminó mi contrato, pero los directivos del "Bolo" ya me tocaron el tema de la renovación y me mueve la posibilidad de jugar la Copa Libertadores, pero también mi familia está de por medio, la traigo en mis pensamientos, y tengo que sentarme con mis hijos y con mi esposa para ver qué hacemos.

Para mi esto fue una lección de vida, de aguantar muchas cosas, y no dejar de pensar en que se podía y que puedo hacer cosas que a veces parecieran imposibles, además de tener la satisfacción de ser campeón otra vez, como cuando conseguí el ascenso con los Tuneros de San Luis.

En estos momentos que les estoy escribiendo, me encuentro ya con mi esposa y mis hijos, que no me han soltado desde que me recibieron en el Aeropuerto de la Ciudad de México, a las 5:30 a.m. del martes.

Le doy gracias a Dios por todo lo que me dejó vivir, con todo lo que me pasó, porque sigo creyendo (aunque a veces lo dudo) que las cosas pasan por algo y que al último, Dios pone a cada quien en su lugar.

Yo trabajé mucho para que me tocara algo bueno y me dejó ser campeón otra vez. Tengo muchas anécdotas qué contarles, pero mi esposa y mis bebés están apurándome, así que después se las contaré, ya que para todo hay tiempo.

Por cierto que ya me comí doce tacos, toda clase de tacos, de todos los que se me cruzaron en el camino desde las 9 de la mañana que me tocó ir a dejar a mis bebés a sus respectivas escuelas, así que ya estoy poniéndome al día con éste, mi país, que tanto quiero, porque la verdad, no hay otro como México.

A pesar de todo lo que está pasando, cosas que a nadie le gusta que sucedan, como México no hay dos, y yo pasaré las fiestas navideñas con las personas que más quiero.

Les deseo todo lo que ustedes también me han externado a mi. Les mando los mejores deseos que se puedan imaginar. Les deseo de todo corazón que pasen una muy feliz Navidad y que el fin de año lo traten de terminar bien, para poder empezar mejor el 2008.

Gracias de verdad, mil gracias a todos y les dejo mi correo electrónico: marin_aca777@hotmail.com.

Su amigo Erick Marín les dice hasta muy pronto.