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Estamos mejorando

PERÚ -- Hola, les mando un saludo desde Perú, donde sigue mi trajinar, ya que el martes viajamos a Tacna (directamente de Lima), para permanecer allá alrededor de 20 días, pues nos toca jugar en nuestro estadio (Jorge Basadre) por partida doble, es decir, el fin de semana y a mitad de la siguiente.

Por lo pronto, el domingo recibiremos al Alianza de Lima y esperamos repetir la actuación que tuvimos ante Alianza Atlético, al que venimos de golear como visitantes (1-4).

No digo que estemos buscando otra goleada, sino más bien seguir en plan ascendente en el torneo.

Debo confesarles que el partido pasado no lo esperábamos de esa manera, más bien lo esperábamos muy complicado en su cancha, ya que es un equipo muy fuerte, pero finalmente conseguimos el triunfo y esto me tiene muy feliz, pues logramos hilar dos victorias y ambas fuera de nuestra cancha.

El grupo en general está muy satisfecho por lo realizado en nuestros encuentros recientes y como les digo, esperamos seguir así.

Algo que también les quiero compartir es que jugar en el Maracaná me dio mucha felicidad. Les hablo del juego que tuvimos ante Flamengo, para cerrar de forma muy triste la Libertadores.

Para mi fue una gran experiencia jugar en un estadio tan importante para los brasileños, haber podido medirnos contra esos adversarios, pues a pesar de perder y de ser un encuentro nada fácil para nosotros, logramos controlarlo durante el primer tiempo y hasta que cayó el primer gol, que fue un tiro libre que cobró el portero del Flamengo.

Por desgracia, después nos pusimos nerviosos y cayó el segundo. Juan Reynoso estaba muy molesto, y con justa razón.

Lamentamos que ningún equipo de Perú haya seguido adelante en Libertadores, pero por nuestra parte, seguimos pensando que la experiencia de haber participado fue muy buena.

Juan nos invitó a cenar después del partido y ahí pudimos compartir el poquito tiempo que teníamos, antes de tomar el vuelo de regreso.

Pero les contaba de la gente y la verdad es que sentí mucha alegría al ver la forma como la afición apoyó a su equipo; aunque al principio les chiflaban, después les brindaron mucho amor y eso me dejó una sensación muy agradable.

Por lo demás, sigo contento acá, pero extrañando la comida de mi mamá.

Es todo lo que por el momento puedo comentarles, pero en la siguiente les traeré más novedades.

Les manda un fuerte abrazo su amigo Miguel Ostersen.