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¿Qué calle buscas?

PERÚ -- ¿Cómo están, amigos?

Las auditorias nocturnas suelen ser demasiado severas, más aún cuando acabas de recibir un balazo en la cabeza , porque aún percibes ese zumbido que deja el impacto y los mil quinientos rebotes de la bala dentro de tu extremidad superior.

No es fácil aceptar que uno tenía que ser ese, haces el recuento de todo y las dudas crecen cuando la razón fue ninguna, o al menos, eso es lo que el resultado arroja. No te es posible permanecer de pie, pero la silla hoy tiene clavos y mi cama da descargas eléctricas.

Cierro los ojos y el volumen del eco aumenta; los abro esperando callarlo con imágenes que me den, aunque sea, un segundo de distracción, pero es inútil, no cambia nada y todo se deposita en una frase muy futbolera: "Así es el futbol".

¿De qué sirve, entonces, mi saliva amarga y este sudor que me escurre?, ¿mis puños apretados y esa bala que sentí entrar cuando la voz de mi entrenador, dijo: "Hoy no juegas tú", justo cuando ya me veía con una seguidilla de partidos que me harían saber que "sí se puede"?

De ese mismo modo le grité a la Selección Mexicana el día que goleó a Honduras en el Azteca y que remachó el pase al Mundial de Corea-Japón 2002. Gol tras gol me hizo soñar que sí, que casi todo se puede...pero acá, en Perú, no se pudo hoy y es cuando la prueba se vuelve más dura; apoyar al equipo cuando crees que tú cabes muy bien ahí dentro de la mancha verde.

Lo hice, lo juro, y al final el marcador enseñó un 0-0 entre Gálvez y Bolognesi, en un partido sufrido, pero que arrojó un punto útil para alejar la cara de cera que deja una derrota.

Eso sí, un olor a pescado que nos acompañó hasta que la ciudad nos dijo: "Buen viaje", causado por las fabricas de harina de pescado que en esos lugares imperan y perfuman su ambiente.

La semana continuó con un Lima cobijado por una nata de niebla que se desintegra en brisa casi caspa, que apenas moja, pero que ahuyenta a casi todos de las calles y que coincidió con la cumbre de presidentes de varios países del mundo, que tuvo como sede esta ciudad.

A nosotros, los residentes, nos trajo unas aceras más limpias y recién pintadas, casi como la novia que se arregla en espera del timbre que anuncie la llegada del enamorado, con mucha vigilancia, como el papá celoso que no deja de asomarse por la ventana. Y, eso sí, mucho tráfico por las avenidas cerradas en esos días.

Así, Lima, Perú, fue el centro de atención de este planeta de prisas y urgencias, y los entrenamientos nada tuvieron que ver con los días fríos. Por el contrario, con la razón de que nuestro próximo rival es el equipo del Universitario, mejor conocido como "La U", uno de los dos equipos que se la rifan acá por su popularidad y cantidad de hinchas, lo cual nos hace aplicarnos más, por tratar de ocupar uno de los once lugares VIP, reservados para el partido.

Y cómo no , si el Estadio Monumental en el que ellos juegan, es el más bonito de todos los de esta liga, y el rival no hace más que motivarnos ir a su casa a ganarles tres puntos que además de necesarios, les enseñarían a ellos que nosotros deberíamos ser los líderes del torneo, sitio que ellos ocupan y que de no ser por nuestros tropiezos, sería nuestro.

En fin, como en el futbol el hubiera no sirve de mucho, pues, entonces ahí estaremos con el cuchillo entre los dientes, sin pensar en lo dejado y sí en lo avistado.

Para mi, no queda más que seguir trabajando duro y hoy también con un agradecimiento muy grande para cada uno de ustedes, que me escriben comentarios en este espacio de contacto y como un día alguien me dijo, haciendo una metáfora de la meta que persigo: "¿Qué calle buscas?... "Yo busco la calle en la que mi trabajo, mi entrega y mi esfuerzo alcancen para saberme útil, necesario y valorado".

¿No creen?, por aquello de las balas perdidas... ¿Tú, qué calle buscas?

Hasta luego, su amigo Alex Álvarez.