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Muchas gracias

PUEBLA -- Estimados amigos:

Quiero agradecerles por haberse interesado en leer esta columna durante mi última etapa en el fútbol peruano, y también darle las gracias muy amplias a Mac Reséndiz por haber sido el vínculo para que yo pudiera tener este espacio en ESPNdeportes.com.

Agradezco a Juan Reynoso, quien se interesó en contar con mis servicios y me dio la oportunidad, primeramente, de conocer Perú y a sus ciudadanos, y después, de trabajar con él y aprenderle más del ámbito futbolero.

Sobre todo, me permitió aspirar a muchas cosas siendo parte de un grupo de jugadores que primero que fútbolistas, son excelentes seres humanos, y junto con ellos obtuvimos el campeonato con el Coronel Bolognesi, un equipo en el que quizá pocos creían, y que con "garra" y mucho corazón, pero también con buen fútbol, logramos cumplir las metas que nos habíamos trazado.

Quiero hacer notar que los mexicanos que vivimos esta linda experiencia en Perú, recibimos un apoyo incondicional por parte de la directiva del Bolo. Ellos contrataron mis servicios a distancia y me tuvieron confianza.

Fueron excelentes conmigo, unos verdaderos caballeros, cumpliendo con todo lo que me prometieron y permitiéndome la oportunidad de salir antes de la finalización del torneo, pues la situación así lo ameritaba.

Les aseguro que siempre intenté retribuirles todo lo que me dieron, entregando lo mejor de mí y defendiendo la camiseta. Con eso me quedo, es algo que me deja satisfecho.

Muchas gracias también a mis compañeros del Bolo por abrirnos las puertas de su casa y por aceptarnos sin restricciones, viéndonos como si fuéramos compatriotas suyos.

Sin ninguna duda, extrañaremos Perú, su fútbol y su gente; siento que me quedé sin poder conocer muchos lugares de los que me habían platicado y donde también emergía mucha magia, como en la mayoría del territorio inca, pero a través de un buen libro, creo que sentiré como si estuviera allá, como si volviera a recorrer las calles de Tacna o del mismo Lima, donde en los últimos meses tuve la oportunidad de conocer un poco más.

Ahora me encuentro en Puebla, donde he sido bien recibido por su directiva, su técnico y sus jugadores, y donde espero tener una bonita estancia, pero sobre todo, triunfar, que es al final de cuentas para lo que retorné al fútbol mexicano.

Sí, mi vuelta obedeció a que quería estar más cerca de mi familia y de mis raíces, pero también para tratar de hacer un nombre en el fútbol de mi país.

Muchas gracias y hasta siempre.

Su amigo Miguel Ostersen.