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¡La madre que te pario, Phelps!

BEIJING -- Michael Phelps le deberá de por vida a Jason Lezak haberle permitido entrar en la historia. Lezak le arrebató a Alain Bernard, por el canto de una una, el ultimo relevo de la posta 4 x 100 para Estados unidos sobre Francia, el lunes 11,durante el tercer día de competencia de la natación, y con ese resultado, el mas complicado de conseguir hasta este sabado, Phelps mantuvo en pie su ilusion de ocho oros olímpicos.
Pero en la final de los 100 mariposa, la septima que corrio en Beijing 2008, el Gran Pez obtuvo la victoria mas espectacular de toda su carrera.

Reaccionó nada mas que regular en la largada (0,71 contra 0,73 de Ian Crocker y 0,76 del sorprendente serbio Milorad Cavic,que habia marcado el mejor tiempo en semifinales, con 50:92) pero en los primeros 25 metros todo parecio derrumbarse. Phelps fue arrollado por Cavic, Crocker, el australiano Lauterstein y el ucraniano Serdinov en la primera mitad y pasó séptimo en la pileta de ida, 64 centesimas detras del serbio (23:42 contra 24:04). Una distancia indescontable.

¿Indescontable? En la vuelta, Phelps produjo la mas grande reacción de la historia de la natación. Por las circunstancias, por el lugar, por el premio que había en juego, por el cometido que tenía que emprender, por la inmensa presión que tenía encima. Parece increíble, en este momento, estar escribiendo que ganó la carrera.

Los 50 finales tuvieron el dominio pleno y claro de Cavic, quien intento manejar la distancia que habia sacado al inicio, donde sólo Crocker lo aguanto bastante y llego apenas media brazada detras. Pero el recordman mundial se desifinfló en la vuelta y rapidamente dejó de ser rival para el serbio.

Phelps nadó como nunca. Era la carrera de su vida y asi se lo hizo saber a Cavic. Al cruce de los 60, estaba tres cuartos de cuerpo detras, a los 75, ya se le había puesto a menos de la mitad, y pese al claro descuento, quedó la sensacion de que era imposible que pudiera rebasarlo. Pero cinco metros antes lo tuvo a tiro y con un llamado de la historia, ante un Cubo de Agua a punto del paroxismo, el estadounidense limo el ultimo metro y con el serbio tocaron juntos. Y digo juntos porque es imposible determinar si uno u otro lo hizo antes. Hubo necesidad de todos de olvidarnos del agua y mirar el tablero electrónico.

¡La madre que te parió, muchacho! Phelps, 50:58, Cavic, 50:59, ¡una milesima!, y una carrera que nadie olvidará nunca. No hubo récord mundial, sí, record olimpico, y hasta una protesta del equipo serbio, alegando que Cavic habia tocado primero la pared de la piscina.

La junta arbitral de la FINA oficializó minutos despues que Phelps era el ganador .

Cavic ganó la carrera durante mas de 99 metros, pero, como si fuera el personaje en un cuento fantástico de Borges, al de Baltimore le bastó con liderar 30 centimetros.

Igualar el record de Spitz le demandó un trabajo descomunal. Nunca nadie en la historia olimpica nadó tanto como el durante un mismo juego, en pruebas que no incluyan las de mediofondo (800 y 1500). Cuando culmine el relevo de los 4 x 100 medley del domingo, habra recorrido 3600 metros. Ganó alguna por demolicion, otras, por poca distancia y dos carreras apenas por el designio de alguna divinidad china. Y aún le resta una para intentar quedarse con el record en solitario y ocho oros en su poder.

Ya está en lista de los mas grandes. Es el máximo ganador de oros de todos los tiempos con 13. Algunos, lo señalan como la máxima figura deportiva de la historia. Otros, juzgan sus siete oros en Beijing como la hazaña mas grande de todas.

Dicen que las comparaciones son odiosas. Pero mientras Mark Spitz tenía cuatro o cinco rivales de fuste en todas sus pruebas, Phelps tiene 40 o 50, porque muchos compiten en una o dos disciplinas y sus países no presentan equipos en los relevos, mientras que el lo hace en cinco individuales y tres postas.

Sea lo que fuere, ante él, sacarse el sombrero, por favor. Y alfombra roja.

El mundo cabe en la palma de tu mano, Phelps.