<
>

Sentimientos encontrados

BEIJING --
Caminar con rumbo al Nido no es fácil para mí, sin duda quería hacerlo y quizá había pensado en llegar aquí en otras circunstancias, con un número cosido a la camiseta y representando los tres colores que más quiero.

Pero la vida consiste de ciclos y esta es una nueva etapa de mi vida, nada despreciable. Sí es cierto, vengo triste, por supuesto, me duele saber que se pudo haber estado ahí, que las cosas podrían haber sido de otra manera, que podría haber estado en esta final de nuevo.

Estoy segura: sin duda estaríamos en esta final y podíamos haber aspirado a una medalla. Sin embargo, creo que es momento de aterrizar en el presente y dedicarnos a lo que estamos haciendo ahora. Hoy me tocará ver los 400 metros desde las gradas, como una espectadora más y con el propósito de analizar lo que suceda con esta carrera.

Veo la final y recuerdo cuando yo misma la corrí hace 4 años en Atenas. Vuelvo al presente, es hora de trabajar. No puedo negar que tengo muchas emociones encontradas: no esperaba que ganara Ohuruogu y el tiempo con que ganó era un tiempo verdaderamente fácil para poder haber aspirado una medalla. Pero así es esto: las oportunidades cambian, la historia cambia. Estamos ante una una nueva generación.