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¿Maldición? Think blue!

LOS ANGELES -- Los Cachorros de Chicago y los Dodgers de Los Angeles tienen muchas cosas en común: Son dos de los más antiguos, ricos y populares equipos de las Grandes Ligas, ambos visten de azul y en sentido general, son miembros prominentes de la realeza del béisbol.

Pero Cachorros y Dodgers son diametralmente opuestos en el aspecto más importante: Actitud.

Mientras los Cachorros y sus fanáticos creen firmemente que el equipo es víctima de una maldición, que es la principal culpable de que en estos momentos estén celebrando el centenario de su última corona, los Dodgers son partidarios de la escuela del positivimo.

"Think Blue" ("Piensa Azul" o "Piensa Positivo") es el lema de los Dodgers y para que no se olvide existe un inmenso letrero en las montañas de Chavez Ravine, detrás del jardín izquierdo de Dodger Stadium.

Mientras los Cachorros han encontrado decenas de formas para estropear grandiosas temporadas y perder con mágnificos equipos a lo largo de su historia, los Dodgers han encontrado el camino para ganar cuando parecía imposible y ganarlo todo cuando no tenían el mejor talento.

Chicago dominó ampliamente la Liga Nacional durante la temporada regular (97 victorias), pero perdió los dos primeros partidos de Serie Divisional en su casa ante unos Dodgers que tuvieron apenas la 15ta. mejor marca (84-78) del béisbol en el 2008.

El sábado en Dodger Stadium, los Cachorros enfrentan la gran posibilidad de ser barridos en primera ronda por segundo año seguido y de paso extender a nueve su racha de reveses en postemporada desde el 2003.

De repente, Chicago olvidó batear (5 carreras en dos juegos), lanzar (permitió 20 hits y 17 carreras) y atrapar la pelota (cuatro errores en el segundo partido y cinco en la serie). Y por supuesto, si el descalabraro se mantiene pasará a la larga lista de fracasos de los Cachorros que han sido atribuidos a "La Maldición de la Cabra de Billy".

Cuenta la leyenda que Billy Sianis llegó al Wrigley Field con dos boletas y acompañado de su cabra para presenciar el cuarto juego de la Serie Mundial de 1945. Los porteros no permitieron el acceso de la cabra y entonces Sianis supuestamente maldijo a los Cachorros.

Desde entonces no han logrado avanzar a la Serie Mundial, ni aún en el 2003 cuando tuvieron uno de los mejores equipos de su historia, dominaban la Serie de Campeonato 3-1 ante Florida y tenían frescos a dos de los mejores lanzadores de ese momento, Kerry Wood y Mark Prior.

Pero la mentalidad perdedora venía de más atrás. Chicago ganó su último título en 1908 y antes de 1945 acudió seis veces a la Serie Mundial. ¡Y las perdió todas!, antes que ocurriera el episodio de la cabra. Pero además ¿Qué tan insensato se puede ser para aparecerse en una Serie Mundial con un chivo, un cerdo o un caballo de acompañante?

Desde mi punto de vista a Sianis debieron meterlo a un sanatorio antes que tuviera tiempo de maldecir a alguien.

Hurgando en la web encontré varias definiciones de maldición, pero pienso que esta es la que más se asemeja a la situación de los Cachorros: Maldición Generacional (ancestral o hereditaria) es un daño o perjuicio proferido sobre un individuo una o más generaciones atrás y cuyo efecto es transmitido a sus descendientes a través del tiempo.

Esto quiere decir que las maldiciones de una generación se pasan o transmiten a la nueva generación. Y aunque no sea algo demostrable, los fanáticos de los Cachorros (y hasta el 2004 también los de Boston, aunque por otras razones) lo creen fielmente y hasta disculpan los fracasos de su equipo.

"No creo en maldiciones ni que los fracasos del pasado tengan que ver con la situación actual. Simplemente no hemos ejecutado y si no ejecuta en béisbol, pierde", dijo el jardinero dominicano Alfonso Soriano, quien ha pegado tres sencillos en 23 turnos y se ha ponchado siete veces en cinco juegos de postemporada con Chicago.

"Las maldiciones no existen, el béisbol es de rachas, malas y buenas", dijo el dominicano Manny Ramírez, quien ayudó a que Boston ganara dos títulos de la Serie Mundial después de 86 años de sufrir "La Maldición del Bambino", por supuestamente cambiar a Babe Ruth a los Yankees de Nueva York en 1920.

Por otro lado, a pesar de que los Dodgers era uno de los equipos más ganadores de la Liga Nacional cuando estaba en Brooklyn, su buena fortuna terminaba en la Serie Mundial, que perdió siete veces antes de conquistar su única corona mientras jugaron en Nueva York, en 1955.

Desde que se mudaron a Los Angeles, en 1958, los Dodgers cambiaron diametralmente su desempeño, ganando cinco coronas de la Serie Mundial, nueve campeonatos de la Liga Nacional y alcanzado 16 veces la postemporada.

El sábado enviarán al japonés Hiroki Kuroda contra Rich Harden para tratar de completar su primera barrida en 45 años en una postemporada.
No hay truco en el asunto. Simplemente, los Dodgers comenzaron a "Think Blue" en California.