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Para Boston, el recuperarse ahora será más difícil

BOSTON -- Estar al borde de la eliminación en la Serie de Campeonato de la Liga Americana no es una situación nueva para los Medias Rojas de Boston, que se recuperaron de un déficit 0-3 ante los Yankees de Nueva York en el 2004 y 1-3 ante Cleveland el año pasado para alcanzar, y eventualmente ganar, la Serie Mundial.

Mucho antes, en 1986, Boston reaccionó tras estar 1-3 ante los Angelinos de California en el playoff final del joven circuito, pero posteriormente fue derrotado en siete partidos por los Mets de Nueva York en la Serie Mundial.

Los Medias Rojas se encuentran nadando en aguas infestadas de tiburones después de perder tres partidos seguidos, en los cuales su pitcheo permitió 43 hits (10 jonrones, siete dobles y dos triples) y 31 carreras a los alegres y descarados chicos maravillosos de Tampa Bay.

Ahora Boston tratará de comenzar su "Reacción Parte IV" el jueves cuando se celebrará el quinto partido de la final del joven circuito en Fenway Park. El japonés Daisuke Matsuzaka enfrentará al zurdo Scott Kazmir.

"Tenemos buenos jugadores. Y pienso que la magnitud de los llamados juegos de eliminación no cambia la forma en que esos jugadores actúan", dijo el mánager de los Medias Rojas, Terry Francona.

"Eso no es una garantía de que vamos a ganar, pero estos tipos han jugado en partidos grandes", agregó Francona, quien ha conducido a Boston a ganar siete de ocho partidos en donde enfrentan la eliminación en postemporada.

Pero en esta ocasión las cosas podrían resultar menos idílicas para Boston, que ciertamente tiene elemementos capaces de virar una situación adversa, pero que no contará con dos figuras claves en las últimas dos reacciones, Manny Ramírez y Curt Schilling, en su intento por ganar tres partidos consecutivos a los sorprendentes Rays.

Mientras Ramírez fungió como el complemento perfecto para formar con su compatriota David Ortiz uno de los dúos más mortíferos en la historia de las postemporadas, la imagen de Schilling con el tobillo derecho ensangrentado mientras amarraba a los Yankees en el sexto partido de la final del 2004 estará por mucho tiempo en la memoria de la "Nación Medias Rojas".

Schilling, quien se lastimó el tobillo derecho en el primer partido de la serie, estaba prácticamente descartado por el resto de la postemporada, pero los médicos de los Medias Rojas cosieron el tobillo para mantener los tendones en su lugar y posibilitaron que el derecho regresara.

Con una media ensangrentada llenando la pantalla de los televisores de millones de fanáticos, Schilling derrotó a los Yankees en el sexto juego de la Serie de Campeonato y luego a San Luis en el segundo de la Serie Mundial, cuando Boston atrapó su primera corona en 86 años.

Apoyado por Ramírez, Ortíz bateó .387 con tres jonrones y 11 impulsadas y fue el Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato. Ramírez entonces bateó .412 y fue el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, que Boston ganó por barrida en cuatro partidos.

El año pasado, Cleveland colocó a Boston contra la pared con tres triunfos consecutivos en la serie por el campeonato y entonces Ramírez provocó la acostumbrada histeria que normalmente se desataba en Boston cuando abría la boca, al decir que no sería el fin del mundo si los Medias Rojas caían vencidos en el quinto choque.

Después que Josh Beckett ponchara 11 y permitiera una carrera en ocho entradas para una victoria 7-1 en Jacobs Field en el quinto juego, Schilling tomó el montículo en Boston en el juego seis.

Sin sangre en las medias y sin mucho drama, Schilling dominó a los Indios por seis entradas y los Medias Rojas empataron el playoff con un triunfo 12-2. En el séptimo y decisivo cotejo, Matsuzaka solamente necesitó cinco entradas y sus compañeros pusieron los palos para ganar 11-2 y avanzar al Clásico de Otoño.

Por sus dos victorias, Beckett fue el Jugador Más Valioso, pero Ramírez bateó .409 con dos jonrones y 10 carreras impulsadas para ser el mejor bateador de los campeones de la Liga Americana.

Una vez más superado el tránmite de la serie de liga, Boston barrió a su oponente en la Serie Mundial, esta vez Colorado, para su segunda corona en tres años. Schilling derrotó al dominicano Ubaldo Jiménez en el segundo partido.

"Tenemos jugadores que pueden llenar esos huecos, pero no te voy a mentir que la falta de Manny, Schilling, Maiky (Mike Lowell) y Julio Lugo hace que la tarea sea más difícil ahora", dijo Ortiz a ESPNdeportes.com.

Ortiz es posiblemente el más afectado por la ausencia de Ramírez (y de Lowell, quien será operado el lunes de la cadera) en la alineación de Boston. "Big Papi" tiene un hit en 14 turnos en la Serie de Campeonato y batea de 31-5 (.161) sin jonrones y una carrera impulsada en la postemporada completa.

"No me han estado lanzando", dijo Ortiz, quien ha recibido siete bases por bolas en los playoffs de este año. "No conozco un lanzador del planeta que quisiera lanzarme mal para enfrentarse a Manny", agregó.

Boston tiene un récord de 24-11 en partidos en donde enfrenta la eliminación en playoffs y es el único equipo en recuperarse en más de una ocasión de un déficit 1-3 en la Serie de Campeonato, pero a diferencia de años anteriores, en esta ocasión las cosas serán más complicadas sin Ramírez y Schilling.

Schilling es un lanzador con marca de 11-2 y efectividad de 2.23 en 19 aperturas en la postemporada. Ramírez es el líder de jonrones (27) y segundo en empujadas (73) y extrabases (43) y cuarto en anotadas (63) en playoffs. Los números hablan por si solos.