Ganar tres títulos de forma consecutiva y cinco en seis temporadas con los Tigres, es demostración contundente de buen manejo, conocimiento del deporte, personalidad y éxito.
El lunes Bailey volvió a ganar de acuerdo a ese mismo estilo que tanto ha sido criticado, incluso hasta por los propios jugadores, pero que tanta fama y respeto le ha ganado.
En el juego inaugural frente a los Tigres del Licey, no titubeó, ni siquiera dudo, ni le tembló el pulso para quitarle la bola a Brad Knox quien atravesaba una joya de picheo, manteniendo a los peligrosos bates dominicanos sin hit, ni carreras.
¿Que le importa Bailey un juego de estas características? ¿Es que acaso le interesa en lo más mínimo la consagración profesional de alguien? Pues no, le tiene sin cuidado, porque él tiene en su mente un solo objetivo, ganar juegos cueste lo que cueste.
Brad Knox no solo mantenía fríos los bates de los campeones dominicanos, sino que además había realizado solo 88 lanzamientos al plato y aun lucia dominante en 7 1/3 de labor. Pero ni siquiera esa situación fue obstáculo para caminar lentamente al centro de diamante y requerir los servicios de su bullpen.
Ese es Buddy Bailey y así será mientras le dé resultado, así lo critiquen y se retuerzan de la rabia e impotencia los lanzadores abridores.
¿Qué exagera? Sí, yo pienso que sí. ¿Que pienso que está loco? Claro que lo pienso. Pero no tendría argumentos para reprocharle nada, porque sencillamente gana los juegos de pelota y al final esa es su función, por eso le pagan.
Pero por un momento durante el juego, pensé que finalmente Bailey no se iba a salir con la suya, ya que inmediatamente, Yohan Pino, quien sustituyó a Knox, recibió un soberbio cuadrangular que le empataba el juego y le amargaba momentáneamente el juego al abridor estadounidense Knox quien aun no reaccionaba a la decisión del dirigente de Venezuela.
Ustedes ya conocen el resultado y Venezuela finalmente gana el encuentro y logra una victoria importantísima frente a República Dominicana.
Yo solo quería mencionar la situación del juego y que pudo haber costado la victoria venezolana.
Por cierto que Bailey debe tener un deseo particular de darle a Los Tigres de Aragua su primer título de Serie del Caribe y en suelo mexicano, ya que este fue despedido por los Mayos de Navojoa en la Liga del Pacífico debido a su mal rendimiento en la temporada 1996-1997.
No quiero dejar pasar la ocasión, para mencionar y destacar la solida y dominante actuación de Francisco Butto, quien a pesar de no tener el nivel de Grandes Ligas de sus rivales de ayer, su experiencia de finales y otras Series del Caribe, le dan la jerarquía suficiente para enfrentar y dominar a quien sea.
El lunes Butto lució inmenso y completó una entrada final de lujo para asegurar el juego salvado y el triunfo de Venezuela.
Hoy nuevamente tendremos doble cobertura de la Serie con los juegos entre México contra Venezuela y República Dominicana contra Puerto Rico.