MIAMI, Florida -- El juego no estaba en ninguna agenda, ni cuando comenzó el Clásico Mundial de Béisbol, ni hace dos días ni el viernes, pero el domingo en la noche Estados Unidos enfrentará a Holanda en Miami en un partido que significará la eliminación para el derrotado.
Los estadounidenses se colocaron en esa posición desesperada tras perder por difencial de carreras, 11-1, en siete entradas por Puerto Rico en el Dolphin Stadium de la ciudad del sol.
Holanda mordió el polvo de la derrota ante Venezuela jugando ante una casi-toda-venezolana asistencia de 17.345 fanáticos.
El estelar Jake Peavy, de San Diego, fue bateado libremente por los boricuas, que pegaron 13 hits en 31 turnos. Peavy (0-1) permitió seis hits y seis carreras en dos episodios.
"Nada estuvo trabajando, fue una noche difícil. Tomo la responsabilidad de la derrota por todos los muchachos", dijo Peavy luego del partido.
El derecho Javier Vázquez, de Atlanta, fue todo lo contrario y siguió mandando un mensaje a los que no creían que podía lanzar exitosamente en juegos grandes, una concepción promocionada por Ozzie Guillén, su anterior manager en Chicago.
Vázquez (2-0) trabajó cinco entradas de cuatro hits y una carrera, la única que ha concedido en 9.1 entradas en dos aperturas en el torneo.
"Los comentarios que hacen la gente no me importan, yo confío en mí. No lanzo para demostrarle a alguien que puedo lanzar los juegos grandes", dijo Vázquez.
Jugando sin el actual Jugador Más Valioso de la Liga Americana, Dustin Pedroia, quien sufrió una torcedura muscular en el costado izquierdo que lo sacó de acción el resto del campeonato, Estados Unidos solamente pegó seis hits.
Pedroia fue examinado por el médico de los Medias Rojas de Boston, que decidieron inactivarlo del Clásico. Brian Roberts, de Baltimore, fue agregado al roster y jugará segunda base el domingo.
Puerto Rico, que no había bateado con fuerza desde su victoria 7-0 ante Panamá el sábado, tuvo al jardinero Carlos Beltrán (3-3, HR, 3 CA, 3 CE), el receptor Iván Rodríguez (4-3, 2 H2, 1 CE) y el intermedista Felipe López (4-2, HR, 2 CE, 2 CA) como sus héroes.
Puerto Rico y Venezuela jugarán el lunes a las 8:00 pm (por ESPN) en busca del pase a las semifinales.
"La victoria contra Estados Unidos es buena para la moral del pueblo puertorriqueño, que está siguiendo de cerca este torneo", dijo el manager José Oquendo.
HOLANDA CONFÍA
Mientras tanto, la selección naranja volvió a mostrar su gran pitcheo y buena defensa, pero no pudo evitar caer derrotada 3-1 ante Venezuela en el primer partido.
"Necesitamos ganar, cualquiera que sea nuestro rival, tendrá un buen equipo", dijo el lanzador Sidney Ponson, quien cargó con la derrota ante Venezuela a pesar de lanzar cinco entradas de dos hits, dos carreras y tres ponches.
Estados Unidos ha ganado sus cuatro juegos contra Holanda desde que los profesionales comenzaron a participar en competiciones internacionales, incluyendo dos blanqueadas consecutivas (5-0 en la Copa Mundial de China Taipei en el 2007 y 7-0 en los Juegos Olímpicos de Beijing).
Pero el domingo es otra historia, una completamente nueva en la que Holanda enviará al montículo al héroe local Rick VandenHurk (Florida), mientras que Estados Unidos apelará al estelar Roy Oswalt (Houston).
Si algo han mostrado los peloteros del Reino de los Países Bajos es que no tienen ninguna presión. Total, ellos estaban programados solamente para jugar dos partidos en el Clásico Mundial y el del domingo será el sexto, todos contra súper potencias del béisbol.
"No hemos jugado con Estados Unidos aún. Mañana es un juego nuevo. Todo estará cero a cero y quien gane sigue jugando y quien pierda se va a casa", dijo Ponson.
Irónicamente, el manager estadounidense, Davey Johnson, comandó la selección nacional holandesa entre el 2003 y 2004, cuando la condujo a los Juegos Olímpicos de Atenas.
"El torneo es de doble eliminación la última vez que me puse a chequear. Tenemos otro partido y en eso estamos pensando. Es parte del juego", dijo Johnson, quien inicialmente estaba anunciado como ausencia para asistir a la boda de su hijastro Jeremy Allen en St. Petersburg, Florida.
"La boda terminó temprano y un avión me esperaba. No quería perderme esto. Posiblemente debí quedarme más tiempo", dijo Johnson tratando de provocar una sonrisa en una noche oscura para su equipo.
Estados Unidos es el gran favorito el domingo contra Holanda, pero repito, este choque no estaba en la agenda de nadie ni cuando comenzó el Clásico Mundial ni aún la tarde del sábado.