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¡Publiquen la lista ya!

Vuelve el novelón de los 104. ¡Puaff! Ya aburre, ¿no?

Ahora saltan los nombres de Manny Ramírez y David Ortiz, quienes según reporta el diario The New York Times, estarían en la lista de peloteros que arrojaron positivo al consumo de esteroides en el 2003.

BIG PAPI y MANNY EN LA LISTA DE LOS 104

Según reportes de prensa, David Ortiz y Manny Ramírez están en la lista de los positivos a dopaje de Grandes Ligas del 2003.



De Ramírez no extraña. Más bien lo raro es que no figurara en la relación. Pero, ¿¡El Papi!?

No, no me malinterpreten. No es que Ortiz esté por encima de lo humano y lo divino. De hecho, muchos esperaban ver su nombre en la lista, pues llama demasiado la atención el cambio que se produjo en la ofensiva del pelotero tras su paso de Minnesota a Boston en el 2003.

Su ataque era tan débil con los Mellizos que lo apodaban "Juan Pierre", pues a pesar de su cuerpazo, sus batazos parecían obra del flacucho jardinero que actualmente juega con los Dodgers.

De 20 jonrones en una temporada como su cifra máxima en Minnesota, Ortiz pasó a convertirse en uno de los tolereros más temidos de ambos circuitos y conformó con Manny en Boston la dupla más poderosa tal vez desde los tiempos de Gehrig y Ruth.

Lo que llama la atención en el caso del Big Papi es que hace apenas unos meses, en repetidas declaraciones a la prensa, desde la agencia Associated Press hasta ESPN, pasando por diarios de Nueva York y Massachusetts, Ortiz negó siempre haber usado sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento atlético.

Incluso, varias veces abogó por limpiar el béisbol de este flagelo, pidió que todos los peloteros y no sólo unos cuantos al azar, fueran sometidos a controles antidopaje y aquellos que dieran positivo, fueran suspendidos por un año completo.

"Si doy positivo al uso de cualquier sustancia voy a faltarle el respeto a mi familia, al béisbol, a los fanáticos y a todo el mundo y no quiero verme enfrentando esa situación", dijo Ortiz a inicios de año en una entrevista con AP.

"Si un jugador da positivo de esteroides, suspéndanlo por un año completo", añadió en esa ocasión.

¿Acaso creyó que asumiendo estas actitudes de defensor de la limpieza en el juego se libraría de ser señalado si en realidad usó esteroides?

¿O sería acaso que estaba buscando una excusa para tomarse un año sabático?

Su pecado no es haber utilizado sustancias prohibidas. Ya a esta altura del partido, casi que parecen pecadores aquellos que nunca las utilizaron.

Su culpa está en hablar de más, en tirarle piedras al tejado del vecino cuando su techo era de vidrio. Como dice el refrán, al lechero no lo mataron por echarle agua a la leche, sino por hablar de más.

Siempre he sospechado de aquellos que asumen actitudes extremas, porque, por lo general, lo hacen para esconder sus propias faltas.

Eso de erigirse en paladín de la decencia y el decoro, pidiendo la sangre de sus colegas, no era otra cosa que una cortina de humo para intentar escabullirse de la verdad.

Pero dejemos al Papi con sus conflictos internos. También a Manny que siga siendo Manny. No fueron los primeros ni serán los últimos.

Pero, por favor, acaben de publicar la maldita lista completa de una buena vez, pues, como el mismo Ortiz dijo en la entrevista con AP, este goteo le hace mal al béisbol.

De verdad, ya aburre, como esas telenovelas no dan para más y los escritores y productores se empeñan en estirar y estirar, a pesar de que todo el mundo sabe que al final, el bueno mata al malo y el muchacho se queda con la muchacha.

Aún cuando cierta prensa necesite de estos escándalos para armar revuelos a cada rato, la fanaticada, más temprano que tarde, termina perdonando a los jugadores.

¿Acaso no fue Manny recibido en el Dodger Stadium como un héroe que llega de la guerra, tras cumplir sus 50 juegos de castigo?

He ahí la prueba. Mannywood sigue venerándolo, como también en Boston amarán a Ortiz como el líder del equipo que llevó a los Medias Rojas a romper una sequía de 86 años sin ganar una Serie Mundial.