Tuve la oportunidad de ver a Aroldis Chapman por primera vez el lunes en un partido en Goodyear, Arizona, al que asistieron un par de cientos de personas -- probablemente no la cantidad que se pensó en la ciudad de Goodyear cuando tuvieron la idea de pagar por el estadio -- y mi evaluación consiste de dos palabras: Eso funcionará.
Chapman lanzó mayormente entre las 94 y 96 millas por hora, pero alcanzó 98 con la recta, y bajó hasta 91. Controló bien el lanzamiento, especialmente al tomar en consideración la velocidad. Su slider fue absolutamente tóxico a las 87-90 millas por hora con inclinación y una caída increíblemente aguda -- es la velocidad de una recta promedio para un zurdo con movimiento extra de un tiro en rompimiento. Se revela como slider contra los bateadores zurdos, pero también desplegó su profundidad con la curva en un lanzamiento cuando levanto el ángulo del brazo contra el bateador derecho. Lanzó un cambio a 80 millas por hora con cierto movimiento tardío, aunque yo me imagino que un bateador que espera un tiro de 96 millas por hora le estará haciendo swing como uno hora antes de tiempo al cambio de Chapman.
Lo que en realidad salta sobre Chapman no es que puede alcanzar las 98 millas por hora con su recta -- aunque no es común, ciertamente no es inaudito -- pero el hecho de que lo pueda hacer tan fácilmente.
Hay lanzadores de las mayores que parece como si jugaran a las taridas cuando lanzan, como Liván Hernández; pero casi no hay lanzadores de las mayores que aparenten jugar a las tiradas a 96 y 98 millas por hora. Pero Chapman lo hace. Su brazo es suelto y rápido, y hace que un tirador relajado como Steven Strasburg parezca que se está esforzando demasiado.
En términos de mecánica, Chapman toma una gran patada hacia el plato y rota su brazo relativamente temprano; el trayecto del brazo no es largo y no hay violencia ni otras banderas rojas en su entrega. Si se mantiene saludable, es un abridor No. 1, y debe ser capaz de subir a las mayores con los Rojos para realizar algunas labores este año si así lo desea Cincinnati.
• Vale la pena destacar, brevemente, que Kyle Farnsworth fue predeciblemente horrible el lunes -- trabajó entre 88 y 92 millas por hora en lo que tal vez se podría llamar "modo de abridor" -- y recibió la misma cantidad de palos que otorga cuando trabaja como relevista. Si la temporada comenzara esta semana, sería un buen candidato para ser dejado en libertad sin condiciones.