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Un fin de semana agridulce

¡Hola amigos!

Aquí estoy de nuevo, entre la carrera de St.Pete y la de Alabama, para contarles un poco lo que han sido los últimos días, aunque si vieron la carrera, ya tendrán una idea...

Llegué a St. Pete muy entusiasmado. Es una pista que me gusta. Muy desafiante, es cierto, pero también muy entretenida y además el hecho de que a este evento puedan asistir amigos y familia, lo hace aún más especial.

St. Pete es una ciudad al lado del mar y aunque algunos piensen que es chica y no hay mucho para hacer, creo que ofrece muchas cosas para quien la visita. Si les interesan los deportes acuáticos, allí tienen la posibilidad de practicarlos y si les gusta el arte, por ejemplo, pueden visitar el Museo de Dalí, que cuenta con una de las mayores colecciones del mundo de este genial artista y que pronto tendrá nueva sede (si les gusta la arquitectura, pueden dar una vuelta por el web y ver como será el nuevo edificio: http://www.salvadordalimuseum.org/). ¡Se los recomiendo y los invito a visitarlo si tienen ocasión! Pero claro, yo no fui a St. Pete a pasear, y ustedes deben estar pensando en la carrera, así que les cuento.

Desde el inicio las cosas iban bastante bien a pesar de que fue un fin de semana un poquito accidentado. Ya en la primera prueba, cuando pusimos el carro en pista, tuvimos el primer problema mecánico y prácticamente no pude dar vueltas porque la caja de la dirección tuvo una falla y en mi primera vuelta de instalación se bloqueó la dirección y tuve que parar.

Los muchachos del equipo tardaron un tiempo en arreglarla pero para la segunda prueba empezamos a hacer cambios y el carro fue mejorando. Sin embargo, en el momento de la clasificación las cosas no salieron como queríamos. Tenía un paso súper rápido. Sabía que podía quedar entre los tres o cuatro primeros pero Justin Wilson me obligó a frenar en medio del tráfico y eso me afectó muchísimo.

En todo caso, estaba listo para la carrera y con el equipo habíamos establecido una estrategia que nos ayudaría a escalar posiciones.

Y entonces comenzó la espera. Llovió durante horas. Si bien es cierto que en la IndyCar se corre en circuitos mixtos pese a la lluvia, también es cierto que la seguridad debe estar primero. Había zonas de la pista completamente inundadas y eso hacía que fuese muy peligroso salir a correr, de modo que los oficiales de la carrera decidieron postergarla.

Mi agradecimiento y mi admiración los extiendo a los fans, que se quedaron hasta el último minuto soportando el aguacero y que hicieron todo lo posible por regresar el lunes para acompañarnos durante la carrera. Muchos viajan largas distancias, toman días de sus vacaciones o hacen sacrificios para asistir a vernos y realmente les agradezco su pasión, su entusiasmo y su buen ánimo incluso en circunstancias como las de este fin de semana.

Fue un poco raro despertar el lunes pensando en ir a correr, pero allí estábamos, todos listos para dar el mejor espectáculo posible. Nuestro día iba muy bien. La carrera no fue fácil porque la pista es estrecha y no hay muchos puntos para adelantamientos, pero llegué a estar primero… Hasta que un tornillo que va en la conexión de un bracito del selector de velocidades a la caja, se partió y se quedó atascada en una velocidad. Tuve que entrar a pits a que la arreglaran.

Ahora, unos días después, siento que fue un fin de semana agridulce. El carro estaba andando muy rápido. Hice la vuelta más rápida en la carrera y lamentablemente tuvo que terminar así, pero igual pienso que fue un fin de semana positivo; pienso que el carro tiene muchísimo potencial, el equipo está trabajando bastante bien, tomamos la decisión correcta en cuanto a estrategia y sé que va a ser una buena temporada.

Al terminar St. Pete regresé a Miami y desde entonces he estado cumpliendo compromisos con patrocinadores, compartiendo con mi familia y preparándome para lo que serán unas tres semanas intensas.

Primero viajaré a Alabama par la próxima carrera (9 al 11 de abril). Luego pasaré un par de días en Phoenix para una presentación con un patrocinador y aprovecharé a visitar a unos familiares que viven allí y después viajaré a Long Beach para la siguiente carrera (16 al 18 de abril). Acabado ese evento, nos vamos para Kansas, a unas pruebas. Regreso a Miami por un par de días para atender cosas personales y de nuevo a Kansas para la que será la última carrera antes de la Indy 500.

Mientras les escribo esto, preparo el viaje a Alabama. Ya tengo la maleta casi lista –realmente nunca la deshago del todo- y estoy repasando la información que tengo de la pista. Es un trazado sinuoso, que aprovecha las ondulaciones naturales del terreno; es suave, tiene buen ritmo y está repleto de cambios de altitud. Es impresionante, muy lindo…pero también estrecho, quizás construido más con motos que con autos en mente. Los adelantamientos serán difíciles, así que la clasificación y la estrategia serán factores clave. Probamos allí en febrero. Esa fue la primera vez que estuve en contacto con mi auto de KV Racing Technology. Fuimos rápidos pese a que no buscábamos tiempos. Más bien probamos distintas cosas en el carro. Estoy seguro que la pista habrá cambiado. Cuando fuimos en febrero había temperaturas muy, muy bajas y ya es primavera y el clima cambia… pero tenemos buena información, tengo un buen equipo que me respalda y confío en que podemos tener un gran fin de semana.

¡Gracias a todos por su apoyo y seguimos en contacto!

E.J. Viso
www.ejviso.com