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No contaba con mi astucia

Romario fue ídolo en la selección verdeamarelha AP

BUENOS AIRES --Junio es otoño y se percibe hasta en los supuestos lugares más calientes y playeros. Río de Janeiro es uno de ellos pero... ¿sin bellas morenas en bikini, sin torsos fornidos y desnudos es Río? Si. Porque la alegría está en la sonrisa de la gente, con o sin ropa. En los puestos que permanecen abiertos ofreciendo agua de coco y cerveza con esa relajadísima vista al mar y porque el fútbol, inevitablemente, se hace presente en la arena, sean hombres, mujeres, niños o mascotas.

No me importó que el domingo pre inicio de la Copa del Mundo los cariocas pasearan abrigaditos por Ipanema (temo que a mis compañeros del equipo de Pura Química de ESPN, si...) pero mi objetivo fue cumplido y con yapa. Cariocas hay muchos, conozco a la mayoría de los grandes artistas que lograron que a través de la música, la poesía y la bossa se identificara a nivel mundial esta ciudad maravilhosa.

Si dos meses atrás me nombrabas a Romario, jamás lo asociaba con un garotazo capo del fútbol, más bien preguntaba cual era la especialidad más interesante de esa pizzería. Pero hoy, en mi nueva labor de conductora y como buena actriz que respeta el famoso "Método" (referido al maestro ruso Stanislavsky), me pongo en la piel de una periodista e investigo todo lo que refiere al mundo del deporte.

Buscando y conectando con mis amistades terrícolas, que tengo en varios puertos de estos continentes, encontré un link que me podía acercar al responsable del tetra campeonato brasileño. Avancé con el propósito de encontrarlo sin nada que perder, quizás este reconocidísimo jugador se animaba a ser entrevistado por una argentina, loira (rubia) y plenamente interesada en su carrera deportiva sin entrar en detalles personales que lo hacen muy polémico, por cierto.

Aprobada la entrevista por su asesor, logramos el encuentro una semana antes del inicio de la Copa 2010. Él puso las condiciones, debíamos interceptarlo antes del partido semanal que juega religiosamente todos los lunes con sus amigos cuarentones en un club en la Barra da Tijuca en Río. Llegó con una puntualidad inglesa (aquella que parece que nunca tuvo para entrenar en su juventud) y sin pasar dos minutos, empezamos. A pedido de mi jefe debía hablar con él en portuñol por si se resistía al castellano, pero sin que dijera nada habló en un español muy fluido debido a su paso por España en el '94 y ser responsable allí, al igual que nuestra Pulga, de sacar al Barça campeón.

Debía elegir muy bien mi interrogatorio, tenía poco tiempo y mucho por charlar. Empecé con la pregunta del millón, cuál era el equipo que él consideraba que podría ganar este mundial. Con contundencia respondió "Argentina o España." ¿What´s? ¿Y Brasil? Ahí nomás se explayó hablando del equipo de Dunga, amigo y compañero de la victoria en USA '94, cuestionando porque no había puesto en su lista a un jugador joven y prometedor (parece que lo llamó después de dar la lista...). Habló de Messi, con mucha admiración de Diego y de lo bien plantado que sentía al equipo y a sus jugadores, condimentos fundamentales para ganar una copa.

También hablamos de las diferencias entre los equipos europeos y americanos. Siendo un futbolero nato y habiéndose retirado a los 43 años, quise saber cuando es el momento top de un jugador (también para saber si un Messi de 21 vale más que un Kaká de 30...) ¿Es mejor juventud y buen estado físico o madurez y experiencia? Me respondió que entre los 25 y los 30 años, él considera que es el mejor momento pero que cada jugador tiene su personalidad. Nadie puede compararse con nadie. La técnica no es todo y que la vida va guiando con estrategias personales a cada uno.

Bromeando me contó que le encantaría una final Brasil -- Argentina (ganándole el samba al tango 2 a 1) y que le ilusiona mucho el Mundial en su país para el 2014.

Hablamos tambien de su hijo Romarinho, que ya firmó contrato para jugar en el Vasco da Gama hasta el 2013. Me trasmitió sus ganas de trabajar para la gente y que por ello se postulará a diputado por el Partido Socialista en las próximas elecciones. ¿Qué tul?

Con buena predisposición y contadas sonrisas, se despide con la pasión que sentimos por el fútbol y nuestra tierra, trocamos camisetas. El me dio una marketinera remera amarilla con su nombre en verde y yo le llevé la original de nuestra selección. Muy lindo ese momento, pero nadie se las puso. Parece que el juego ya está empezando...

PD: Les recomiendo recorrer www.romario11.com.br, el sitio del Chapulín...