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Sudáfrica podría quedar eliminado

JOHANNESBURGO -- Ocurrió en Durbán: la sorpresa de la Copa del Mundo. Suiza, atacó a España con la lección que enseñó el Inter al mundo para detener al Barcelona. Resguardar su zona defensiva, cerrar los espacios, romper los circuitos creativos y sorprender con contragolpes, usando como aliado al reloj.

Ocurrió en Pretoria: la alegría del pueblo sudafricano se vio bañada por el llanto de quienes saben que la derrota ante Uruguay por ese contundente 0-3 los está alejando de la siguiente fase. Sudáfrica se convertiría en el primer local en 19 Copas del Mundo que se queda en la primera ronda.

Los bafana bafana, nombre de batalla que se autoasignó el equipo sudafricano para presentar una seña de identidad ante la comunidad futbolística mundial, prácticamente quedaron fuera de la Copa del Mundo al perder 0-3 ante un Uruguay inspirado en el talento de Diego Forlán y Luis Suárez, más el eficiente trabajo de nueve obreros dedicados a construir su equipo.

Análisis de la victorua urugaya sobre Sudáfrica

Uruguay mostró que en el futbol el 90 por ciento es transpiración y el otro 10 por ciento, que lo aportan Forlán y Suárez, es inspiración. Ambos colaboraron para que se consumara un triunfo que los pone con un pie en la siguiente ronda, a condición de que no sufran una derrota superior a 3-0 en su juego contra México.

Pero la nota la dio Suiza, un equipo que vio 10 mil repeticiones mentales de la victoria del Inter sobre el Barcelona en las semifinales de la Champions anterior, en la casa de los catalanes. Una defensiva granítica y un ataque con pocos hombres pero a alta velocidad. Sus oportunidades serían mínimas, pero el reloj sería su principal aliado. Empatar con España era un resultado fuera de su propio presupuesto. Ganarle era una hazaña. Y lo fue.

Por 1-0, España sufre el primer cachetazo en su aspiración por llegar a los niveles de grandeza de las potencias mundialistas. No se ha graduado en un mundo donde cada vez se destaca como el mejor alumno. Ya ganó la Copa Europea de Nacionales, quizá un torneo tanto o más fuerte que un Mundial. Pero la copa donde se reunen 32 selecciones de los cinco continentes es la que gradúa a las potencias. Y en esa, España se ha quedado en promesa. Este golpe suizo los obliga a ganar a Chile y Honduras, lo cual no se consideraría una anormalidad. Pero si queda segundo y Brasil primero, lo tendría que enfrentar en octavos de final, con el grado de dificultad que cualquier aficionado se puede imaginar.

Chile cumplió en su debut con un triunfo mínimo sobre Honduras, que pudo ser mayor de haber contado con un goleador en el ataque. La falta del Chupete Suazo y de Esteban Paredes impidió una victoria de mayor alcance. Pero Marcelo Bielsa volvió a un Mundial, tras el fracaso argentino de 2002, para arrancar con una victoria y encabezar a Chile a una eventual calificación a la segunda ronda, cosas que definirá en el siguiente partido ante Suiza, mientras que España tendrá que lamer sus heridas (como las fieras) ganando con claridad a Honduras

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