La idea de que Arsenal y Manchester City logren llegar a un acuerdo para intercambiar a los estelares Alexis Sánchez y Sergio Agüero, como fue sugerido el fin de semana por un par de tabloides del Reino Unido, parecía una fantasía, pero el acuerdo podría resultar beneficioso para todas las partes.
No es común intercambiar un jugador por otro, y además ya se ha desmentido, pero la ética de trabajo y la versatilidad de Sánchez adelante podrían ser ideales para Pep Guardiola. Y los remates letales de Agüero son lo que le ha faltado a Arsene Wenger desde que vendió a Robin van Persie a Manchester United en el verano de 2012.
Este intercambio de figuras sudamericanas podría resolver cuestiones importantes para los dos técnicos. Ambos clubes perderían a jugadores idolatrados por sus seguidores, pero estarían incorporando reemplazantes experimentados que rápidamente podrían adquirir la misma condición y convertir al otro en un grato recuerdo.
Desde que Wenger firmó por dos años más, los temas pendientes siguen siendo los futuros de Sánchez y Mesut Özil. Sus dos fichajes más costosos solamente tienen un año por delante en sus contratos, con la posibilidad de firmar pre-contratos con nuevos clubes en enero.
Sánchez se fue a Rusia a jugar la Copa Confederaciones con la selección de Chile sin haber tomado una decisión, y ha sido vinculado con muchos pretendientes, como City, Manchester United, Paris Saint-Germain y Bayern Munich. Aunque se lució en la final de la FA Cup, donde anotó el primer gol de un triunfo por 2-1 sobre Chelsea, la temporada pasada hubo indicios de que las cosas no iban bien.
Sus rabietas en el campo de juego tras un empate a tres goles en Bournemouth en enero, y durante la paliza de 10-2 contra Bayern Munich en la Champions League, sugirieron que no estaba realmente contento. Aunque se sabe que disfrutaba la vida en Londres, Sánchez no formó un gran vínculo con sus colegas, aunque esto es algo común en su carrera.
A pesar de ello, perder a Sánchez este verano podría ser un duro golpe a la credibilidad de Wenger, sobre todo después de que su propia renovación de contrato no fuera universalmente aceptada por los seguidores de Arsenal. Si arranca la temporada con el pie izquierdo, y sin Sánchez, el Emirates volvería a convertirse en un caldero de disenso, y Arsenal Fan TV podría llegar a punto de ebullición.
Luego del tercer puesto de la campaña pasada, en la que se quedó sin títulos, Guardiola enfrentaría protestas con la salida de Agüero. Lo mismo va para el presidente Khaldoon Al Mubarak, quien declaró en mayo que "nunca hubo dudas de que Agüero" podía irse de Manchester.
Esto chocó en el momento, durante enero y febrero, que Agüero perdió la titularidad en manos de Gabriel Jesús, quien parecía ser el elegido de Guardiola cuando City jugaba con el estilo de Barcelona que el genio catalán supuestamente iba a inculcar en el Etihad. La voluntad de Jesús de trabajar en el mediocampo y presionar al rival parecía mucho más útil que el perfil de Agüero, quien antes prefería guardar la energía para buscar sus propios goles.
Si Jesús no hubiese sufrido una fractura en el metatarso en Bournemouth en febrero, y Agüero no hubiera recuperado la titularidad para luego anotar 15 goles en 19 partidos y también elevar su ritmo de trabajo, su futuro habría estado más en duda.
"Él estará aquí la próxima temporada", dijo Guardiola tras el último partido de la campaña de City. "¿Contentos? Bien. Perfecto".
Guardiola seguramente disfrutaría la posibilidad de sumar a Sánchez adelante, como alguien capaz de ofrecer una variedad y una industria similares a las Jesús, y tanto desde las bandas como desde el medio, donde impresionó durante la primera mitad de la temporada pasada.
Cuando la dupla trabajó en conjunto, durante la última campaña de Barcelona en 2011-12, Sánchez desapareció en la imponente estela de Lionel Messi, pero si Agüero no está, el chileno no debería tener problemas para lucirse.
Y Agüero, incluso si Arsenal logra completar el fichaje de Alexandre Lacazette desde Lyon, sería titular indiscutido en el Emirates. Su capacidad suprema de convertir la gran cantidad de ocasiones que su potencial nuevo equipo suele crear debería impulsar a Arsenal al menos al Top 4 nuevamente.
Para Guardiola, desprenderse de Agüero con sólo dos años por delante en su propio contrato podría dar lugar a esa problemática situación que se da cuando un técnico decide librarse de una figura, cuya presencia en el banco siempre plantea interrogantes.
Es casi imposible que suceda, pero un intercambio Agüero-Sánchez tendría mucho sentido.
John Brewin es escritor de ESPN FC. Síguelo en Twitter @JohnBrewinESPN.