Lo regaló

ROMA (ESPNdeportes.com) -- El 2008 del Milan, por lo menos en campeonato, no parece mucho mejor que el 2007. El equipo, luego de los dos triunfos consecutivos ante Nápoli y Udinese, le apuntaba a los tres partidos postergados para volver a tiro de la cuarta posición, objetivo de mínima del club rossonero.

Sin embargo, el primero de los tres compromisos a recuperar acabó con una derrota, bastante inesperada en los cálculos previos y aún más por lo que se vio en la cancha. Al final, en el estadio desierto (se jugó con puertas cerradas) de Bérgamo, Atalanta venció al equipo rossonero por 2 a 1: Gennaro Gattuso puso arriba a la visita, pero el local lo dio vuelta con los tantos de Antonio Langella y Fernando Tissone.

De esta manera, la Atalanta ahora suma 25 puntos y se ubica en la sexta plaza, junto a Sampdoria, Genoa y Palermo, mientras que el Milan sigue con 24 unidades (y dos partidos menos) y se cayó a la décima posición, que comparte con el Nápoli.

Había comenzado muy bien, el Milan, que desde el comienzo tomó firmemente las riendas del partido en sus manos, con la buena tarea de Kaká y Seedorf y la distribución desde atrás de Pirlo.

Así, el equipo rossonero sumó una serie de jugadas de riesgo, fallando siempre en la última puntada, hasta que Gattuso, luego de un tiro de esquina, remató de derecha, encontrando en el camino la leve mas decisiva desviación de Doni, que lo dejó sin chances al arquero Coppola.

Luego de la ventaja, el Milan vivió su mejor momento, con una serie de jugadas espectaculares y peligrosas, pero como suele pasarle exageró en la búsqueda del toque bonito y de la pared, casi como querendo ingresar con la pelota dominada en el arco, y por eso la defensa local se salvó siempre, máxime porque aplicaba la táctica del off side con mucha inteligencia y atención.

Claro que el gol errado por Pato, cerca de la media hora, fue imperdonable: un error de Carrozzieri, quien quiso cabecear hacia el arquero pero equivocó completamente la medida, lo dejó solo ante el arquero, pero el pibe se apuró en rematar y lo hizo desviado, desaprovechando la más sabrosa de las ocasiones.

De cualquier manera, el Milan dominaba y la Atalanta se defendía, correctamente mas sin volverse nunca peligrosa adelante. Sin embargo, sobre el final de la primera etapa, la única jugada ofensiva del equipo local trajo la igualdad: Ferreira Pinto maniobró muy bien por derecha y luego metió el centro pasado, encontrando a Langella absolutamente solo a la altura del segundo palo. El alero la paró, con un enganche hizo pasar de largo a dos defensores y luego estampó el empate con un remate seco y preciso.

La segunda etapa comenzó repitiendo casi exactamente la tónica de los primeros 45 minutos y todo dejaba pensar que el Milan, luego del accidente que le había costado el empate, no tendría mayores problemas para volver a poner las cosas en su lugar.

Máxime luego de la salida del mejor jugador local, Christian Doni, quien luego de apenas 10 minutos del complemento levantó bandera blanca por una contractura al muslo de pierna derecha: en su lugar ingresó Simone Inzaghi.

Sin embargo, esa circunstancia acabó redondeando en favor del equipo local, porque así pudo agarrar las riendas el argentino Tissone, quien por lejos se volvió la figura del partido y logró la hazaña casi imposible de quitarle la luz de los reflectores a los varios Kaká, Pato o Ronaldo, ingresado en la segunda etapa en lugar del joven compatriota.

Bajo su armado, la Atalanta recuperó más cerca de la línea central y por eso pudo distenderse mucho mejor en contraataque, máxime porque Inzaghi es el jugador ideal para ese tipo de jugada. Fue justamente él quien aprovechó la pifia de Kaladze y, sobre la salida del arquero Kalac, lo habilitó en la medialuna a Tissone, quien no tuvo más que empujar la pelota en el arco vacío.

El Milan se lanzó a cabeza baja hacia adelante, pero en realidad el final fue todo azul y negro, porque mientras los rossoneri parecían sentir el cansancio, los locales salían como resortes y volcaban las jugadas con gran rapidez y determinación.

Así, mientras el Milan se exhibía en un estéril posesión del balón, sin cambios de velocidad ni ritmo, la Atalanta llevaba peligro en cada contragolpe, como cuando un tanto de Floccari fue anulado por una posición adelantada milimétrica o el zurdazo de volea de Tissone, otra vez él, se estampaba en el travesaño, con Kalac ya vencido.

Al final el Milan tuvo un par de chances, inclusive en tiempo de descuento con un poderoso remate de Seedorf que el arquero Coppola atajó con esfuerzo, pero en ningún momento dio la impresión de poder volver a enderezar el partido.

Así, la Atalanta volvió al triunfo de la manera más inesperada, luego de cinco partidos en los que apenas había cosechado un punto. La lesión de Doni debería ofrecerle a Tissone la ocasión de seguir cresciendo, pero está claro que, antes o después, ese entuerto táctico deberá encontrar una solución.

Con respecto al Milan, la impresión general es que el equipo esté muy lejos de la mejor forma física, algo muy normal luego de la "mini-pretemporada" realizada en Dubai: al igual que el Inter, que compartió el lugar y la fecha de la preparación en la pausa navideña, los entrenadores y preparadores físicos aprovecharon para poner nafta en el tanque en función de la primavera, la fase decisiva de la temporada, y eso implica que ahora las piernas estén un poco pesadas y no giren como deberían.

Eso fue evidente especialmente en el caso de Kaká, que normalmente mejora con el transcurrir de los minutos y en este caso fue desapareciendo literalmente de la cancha. Lo cual plantea un problema realmente muy serio, porque el Milan tendrá, hasta final de febrero, una seguidilla terrible de partidos que, en campeonato y en Champions, podrían ser decisivos y marcar la diferencia entre otra gran campaña y un desastre total.

Sin embrago, experiencia es lo único que no le falta al cuerpo técnico rossonero, que además puede contar con los servicios del famoso MilanLab, una estructura científica que desde hace años acumula informaciones sobre las características físicas de los jugadores y, con esos datos, construye la preparación atlética individual de cada uno.

En suma, sólo el tiempo podrá decir si el partido ante el Nápoli fue un espejismo o una anticipación de lo que vendrá. Mientras tanto, la que goza es la Atalanta, que como vimos se dio el gusto de superar al rival en la tabla.