Hubo una maratón en Quail Hollow, y la medalla de oro fue para el estadounidense Justin Thomas.
La definición del último Major del año, el PGA Championship, que se disputó en Carolina del Norte, fue una carrera de resistencia. Todos los que largaron en la primera fila tuvieron sus chances. Pero tenía que haber un ganador, y ahí brilló el talento de este tejano de solo 24 años, que se ubica segundo en FedEx Cup y en el puesto 14° del Ranking Mundial.
Si hicieran falta más datos, esta es la cuarta victoria de Thomas en esta temporada. En el sprint final, la última vuelta, el estadounidense registró un 68 en su tarjeta, y con -8 dejó a todos los demás jugadores ahogados, sin aire. Thomas es uno de los pegadores más largo del PGA Tour, y en la última vuelta fue el más acertado con el putt.
Poco hubo en la recta final para la gran liebre de esta carrera, el estadounidense Kevin Kisner, líder de las tres primeras rondas. ¡Qué injusto puede ser el golf! Si el PGA Championship se hubiera definido en un juicio, el jurado, sin dudarlo, le habría dado el trofeo a Kisner. Pero, con algunos errores y un deslucido doble bogey final, el líder al inicio de la vuelta final concluyó su ronda en 3 golpes sobre par, y quedó empatado en el puesto 7°.
Mucho para destacar dejó esta competencia. Hubo varias figuras importantes que brillaron en esta definición abierta y emocionante. Uno de ellos fue el estadounidense Patrick Reed, un luchador incansable y aguerrido. Reed empezó la vuelta lejos de Kisner, a 5 golpes. Pero a fuerza de birdies se fue acercando hasta poner primero en el clubhouse un total de -6. Ese número podría haber alcanzado, si Thomas no se hubiera inspirado en el final.
Reed quedó empatado en el segundo lugar con el italiano Francesco Molinari, otro grande que pelea los Majors de igual a igual con los consagrados.
Otra actuación para destacar fue la de Ricky Fowler, que luchó hasta el final. Fowler fue factor en la definición gracias a una arremetida que tuvo cuatro birdies en los cinco últimos hoyos. ¡Tremendo! El estadounidense, quien posee la extraordinaria virtud de aceptar los aciertos y los errores con la misma naturalidad, fue agresivo en el recorrido final, y no dudó a la hora de tirar a la bandera cuando tuvo que hacerlo. Terminó haciendo -4, para un total de -5, que lo ubicó empatado en el 5° puesto. Fue también para destacar que esperara a Justin Thomas en la primera fila para felicitarlo por el triunfo. Lo mismo hizo Jordan Spieth.
Con esta victoria de Justin Thomas, ya son ocho los jugadores que en los últimos nueve Majors ganaron por primera vez. El primero de ellos fue Jason Day en el PGA de 2015. Ya en 2016 vino Danny Willett en el Masters, Dustin Johnson en el US Open en Oakmont, Henrik Stenson en el Open de Royal Troon y Jimmy Walker en el PGA Championship. El 2017 empezó con Sergio García ganando el Masters y Brooks Koekpka el US Open en Erin Hills. La única excepción fue Jordan Spieth, en el último British Open en Royal Birkdale. Es claramente una época sin liderazgos mesiánicos, en un deporte que siempre los tuvo. Quizá sea este el camino a partir de ahora, y cada torneo Major sea una incógnita. Se acabó la época en las que las casas de apuestas cerraban el domingo si Tiger Woods era el puntero. Les resultaba más barato pagar antes a los que le habían apostado, que recibir más apuestas que seguro serían acertadas.
Hablando de Tiger Woods, este PGA Championship deja también vigente su récord como el jugador más joven en lograr los cuatro Majors. Spieth tenía una oportunidad única para destronarlo, pero no pudo hacerlo.
Termina así la temporada de Majors. Dentro de un año, el PGA Championship cumplirá 100 años, y se jugará en el Bellerive Country Club de St. Louis, Misouri.
En el futuro más cercano, el PGA Tour se quedará una semana más en Carolina del Norte, para el Windham Championship. Esta será la última llamada para los jugadores que intentan meterse dentro de los 135 mejores que disputarán los playoffs de la FedExCup, que empiezan en dos semanas en el Northern Trust.