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Rockets fracasa en sus aspiraciones

En lugar de añadir la pieza final al rompecabezas, Houston terminó perdiendo la estrella en ascenso Chandler Parsons. Bill Baptist/NBAE/Getty Images

"Fue un fin de semana duro… Estuvimos muy cerca de lo que pensamos sería quizá el mejor equipo de la NBA".

Daryl Morey hizo su recorrido por varias estaciones de radio, expresando el desencanto que venía adjunto a un periodo de 48 horas en las que vio cómo sus Houston Rockets iban de estar a punto de entrar al grupo de contendientes por el título a dar, por el momento, un paso hacia atrás en su incansable intento por escalar la montaña de la NBA.

Y, pese a todo, el estado de ánimo de Morey no estaba ni malhumorado ni deprimido. Estaba más cerca de ser desafiante. Seguro, el gerente general de los Rockets hubiera preferido prepararse para una conferencia de prensa dándole la bienvenida a Houston a Chris Bosh, tras años de buscarlo, y festejar el regreso de Chandler Parsons. Pero ya que Bosh se quedará en Miami y Parsons irá a Dallas, Morey daba la impresión de estar listo para seguir adelante y comenzar de nuevo la planeación.

Los Rockets han estado en esta posición antes. En diciembre de 2011, los Rockets peleaban por el veto del canje de Chris Paul que les hubiera otorgado a Pau Gasol. Hace dos veranos, Houston fue etiquetado como un equipo incapaz de conseguir estrellas jóvenes, cuando fracasaron los esfuerzos para hacer un canje por Dwight Howard (quien venía de una cirugía en la espalda y que, en ese momento, no tenía intenciones por ir a Houston) o por Andrew Bynum.

Pero Morey nunca dejó de maniobrar, y todos esos canjes, selecciones de Draft y cambios que no se dieron al final resultaron en que Howard y James Harden llegaron a Houston.

Ese es el rayo de esperanza que de seguro tienen aquellos al mando en Houston. No es descabellado. Este equipo de todas formas podría ser bastante bueno. Howard y Harden siguen siendo los mejores jugadores de la liga en sus respectivas posiciones. El recién adquirido Trevor Ariza debe encajar perfectamente a su lado, aportando ayuda defensiva en las alas y disparos de tres puntos a un precio mucho más razonable que el nuevo contrato de Parsons.

Talento joven como Pat Beverley, Terrence Jones y Donatas Motiejunas deben seguir mejorando. Nick Johnson, selección de segunda ronda en el Draft 2014, se ha desenvuelto bastante bien hasta el momento en la liga de verano. Y la selección de primera ronda adquirida de los Pelicans (con protecciones que garantizan que será entre las selecciones 4 y 19) con el canje por Omer Asik y la excepción de 8.4 millones de dólares cortesía del cambio donde enviaron a Jeremy Lin a los Lakers son herramientas valiosas que están a la disposición de los Rockets.

Ellos siguen valorando más las cosas que son los ingredientes principales de la fórmula que los ha traído hasta este punto: acumulación de activos y flexibilidad. Prepárense para escuchar el nombre de Houston ligado a Kevin Love, Rajon Rondo, Goran Dragic, Paul Millsap y LaMarcus Aldridge aproximadamente 1.8 millones de veces desde hoy hasta el momento en que esos jugadores estén con un contrato nuevo, o enviados a alguna otra parte.

Pero, por ahora, los Rockets deberán vivir con ese pequeño tropezón. Y debido que en algunos círculos de la liga existe la creencia de que el gerente de Houston exhibe una confianza que roza en la arrogancia, den por hecho de que existe una cantidad considerable de ejecutivos y personas en dichos círculos importantes de la NBA que están más que felices por la forma en cómo se desarrollaron los acontecimientos del fin de semana.

Comentarios como "Tú debes ser el que encuentre a los Chandler Parsons, no ser el que le dé los contratos máximos a Chandler Parsons", como reveló Morey el lunes en una entrevista radiofónica, no son de mucha ayuda en ese aspecto.

Para algunos -que les gusta usar comparativos con la historia mitológica de Ícaro-, las alas de Morey fueron quemadas por un par de soles, como Bosh y Parsons. Después de todo, fue la apuesta de los Rockets la que le permitió al más reciente jugador de los Mavericks el convertirse en agente libre con restricciones este verano, en lugar de aguantarlo una temporada más a un precio con descuento, y dejar que se convirtiera en agente libre sin restricciones el próximo año.

Ahora, no tienen nada para presumir producto de sus esfuerzos y parece que tomaron la misma píldora amarga que hicieron tomar a Nueva York y Chicago hace dos años, por los contratos con una estructura bastante creativa, que le dieron a Lin y Asik, respectivamente. Durante una charla con la estación KBME-AM, Morey llamó al contrato de Parsons "una de las estructuras más incanjeables que jamás haya visto".

La pérdida del alero de 25 años le priva a Houston no solamente de un jugador secundario con habilidad para crear jugadas, sino también de una voz valiosa en un vestuario que no siempre estaba en la misma página. Parsons es alguien que une, un jugador con un talento peculiar para unir a grupos distintos y hacer que toda aquella persona a la que contactara se sintiera como alguien valioso. Su pérdida en ese respecto no es catastrófica, pero pone una responsabilidad mayor sobre los hombros de Howard y Harden para que crezcan, maduren y comprueben que son capaces de crear una cultura ganadora, y no solamente que sea ganadora con su estilo y bajo sus términos.

Sí, apenas estamos a mitad de julio y faltan dos meses y medio para el inicio del campo de entrenamiento. No es posible ver el panorama completo. Pero lo que se puede ver actualmente es que los Rockets enfrentan grandes interrogantes --algunas que probablemente no esperaban tener frente a ellos hace una semana-- tanto dentro como fuera de la cancha. Peor aún, ellos deberán encontrar soluciones mientras lidian con la división más demandante de la NBA. Los Spurs son los Spurs, mientras que Memphis, Dallas y Nueva Orleans lucirán más grandes y mejores de cómo los vimos la última vez.

Pero la perspectiva es importante aquí. Recuerden: los Rockets estuvieron a un "sí" de Bosh para tener lo que Jeff Van Gundy describiría como "la mejor quinteta en la NBA". Un sí del pívot del Heat le hubiera dado un talento estelar a Houston por tercer verano consecutivo. Los mismos giros caprichosos e incontrolables que pueden arruinar el más impecable orden dentro de la cancha pueden crear un caos a la hora de armar un equipo. Si fracasas eso no significa que debas desechar el plan que consideras sea el mejor camino para tener éxito. La paciencia y los instintos depredadores de Houston es lo que puso a la franquicia en posición para conseguir a Harden y Howard.

Al igual que los otros 28 equipos de la liga, Houston ve a San Antonio como el punto de referencia para construir a un equipo, y tener excelencia sostenida. Cuando un incomprensible giro del destino dejó tambaleando a los Spurs hace 13 meses, desatando exclamaciones que su ventana de títulos se había cerrado para siempre, ellos nunca titubearon.

En su propio estilo, la respuesta de los Rockets hacia esta situación desafortunada no será distinta: para bien o para mal, con una creencia bien arraigada o una arrogancia mal guiada, ellos se apegarán a su visión y seguirán en su misión de construir un impero que perdure en la NBA, anhelando que su historia eventualmente sea un reflejo de aquella historia fantástica que parece no tener fin en San Antonio.