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Ancelotti, natural como la vida misma

LOS ÁNGELES -- Si existen adjetivos para describir el ambiente que se vive en el Real Madrid durante esta pretemporada estos no serian otros que el sosiego, la tranquilidad, la naturalidad, la llaneza, la sencillez, la franqueza, la normalidad o la familiaridad. La culpa de ello la tiene Carlo Ancelotti, un entrenador que ha sabido calar su pacifismo ilustrado en la alta sociedad merengue. Todos los adjetivos expuestos salen de su personalidad pausada, tímida y reservada en ocasiones pero con esas dosis de humor inteligente que le convierten en un mortal más; en una persona normal y corriente.

Lo que vemos de Ancelotti es lo que hay en Ancelotti. Este hijo de agricultores italianos no tiene máscaras ni va con segundas. La claridad enriquece a la persona y la educación y cordialidad que despliega con su entorno le engrandecen más todavía.

Durante estos días se puede comprobar cómo su humildad sale a flote cuando los aficionados gritan su nombre. Saluda pero no se acerca a firmar autógrafos, su naturaleza rehuye los baños de masas, sin embargo es capaz de darle un guiño a los periodistas para que presencien sus prácticas al completo. Y ya van dos en dos días en las que no hemos perdido detalle de cómo se ejercitan los jugadores merengues en unas sesiones donde el balón es el protagonista.

Cosas de Carlo. Cuando se acaba el tiempo previsto y ya toca que los medios abandonen el terreno de juego, Ancelotti se da la vuelta, escapa por un par de segundos de sus labores como director de orquesta e insta a Carlos Carvajosa, jefe de prensa del club blanco, a que vuelva a llamar a los periodistas para que sigan tomando nota de lo que acontece en el entreno. Ancelotti no tiene nada que esconder e incluso muestra su disponibilidad absoluta para contestar a posteriori dudas sobre la práctica si éstas son requeridas. Cuánta cercanía.

Igualito que las prácticas de José Mourinho en los tres años que realizó la pretemporada en Los Ángeles.

Las palabras que más ha pronunciado Ancelotti a sus jugadores durante estos días son "equilibrio" y "toque". Por si quedaba alguna duda, ésa va a ser la esencia del Real Madrid para tratar de hacerse con los seis títulos a los que puede optar este año. No hay tiempo que perder, y es que la Supercopa de Europa prevista para el 12 de agosto ante el Sevilla en Cardiff, Gales, será la primera prueba de fuego para el técnico. La Supercopa de España, también en agosto y frente al Atlético de Madrid, la segunda.


LA ESENCIA MERENGUE

La movilidad del esférico, el ritmo y los cambios de juego por ambas bandas son la esencia de lo que quiere conseguir Ancelotti de sus pupilos. Todo ello aderezado con la verticalidad de Cristiano Ronaldo, Gareth Bale y James Rodríguez (está por ver cómo coloca las piezas sobre el tablero).

Su castellano con acento italiano insiste "equilibrio, equilibrio". Y sus pupilos le dan lo que ansía porque está acostumbrado a ello. Tres trofeos de Liga de Campeones le avalan, el último este año en su primera temporada en el Real Madrid. "Cambia", "juega", "ritmo", "equilibrio". Sus palabras permanecen calando en veteranos y jóvenes durante las sesiones que presencia silbato en boca.

Así seduce Ancelotti, con la palabra. Un hombre capaz de decirle a una mujer mientras ésta cena con su cita "tú serás mi prometida algún día". Este verano el técnico contrajo segundas nupcias con Mariann Barrera, la susodicha, a quien la máxima de "respetar para ser respetado" que persigue Ancelotti también le ha calado hondo.

El técnico representa el sosiego y la mesura que cualquier institución que se precie ansía. Actúa al margen de las críticas con la virtud incuestionable de aceptarlas cuando éstas llegan. Como le llegaron cuando decidió alternar a Iker Casillas y Diego López, dos arqueros fuera de serie, en competiciones distintas. Este año tiene frente a sí a un equipo mejorado con dos piezas, James y Toni Kroos, que pueden aportar mucho. Tanta figura junta y los precedentes concluyen que las rotaciones serán inevitables otro año más.

Mientras tanto, Ancelotti subirá su ceja izquierda en las ruedas de prensa, calmará los ánimos con la coherencia que le caracteriza y seguirá haciendo su trabajo sabiendo escuchar. De esta forma, de un plumazo, ha sido capaz de hacer desaparecer la inestabilidad que vivió el Real Madrid en las temporadas pasadas.

Ancelotti apunta a permanecer largo y tendido en el club blanco. Da la sensación de que el matrimonio va para largo, y eso es lo mejor que le puede pasar a un club que necesita una estabilidad permanente para mantenerse en lo más alto.