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Una sola meta

BALTIMORE -- Miguel Cabrera solo quiere una cosa: otro anillo de Serie Mundial.

Su enfoque en dicha meta es tal, que incluso cuando su compañero Max Scherzer, uno de los tres ganadores de Cy Young en la impresionante rotación de los Tigres de Detroit y abridor del partido de inicio de la serie divisional el jueves, se acercó al astro venezolano en el camerino para que firmara la nómina correspondiente a su bonificación de postemporada, este llegó a mencionar en broma que no quería cobrar el dinero que le tocaría por jugar en los playoffs.

El Triple Coronado le repitió a ESPNDeportes.com: "Lo único que me importa es el anillo".

El 2014 fue el peor año ofensivo para Cabrera con Detroit.

Sí, esa campaña que terminó premiado como Jugador del Mes de Septiembre de la Liga Americana y el año que finalizó bateando para .313 con 25 jonrones y 109 carreras impulsadas, fue un año por debajo de las expectativas que puso en sí mismo.

Pero Cabrera está listo para empezar de cero contra los Orioles de Baltimore en octubre y finalmente ganar lo que siempre ha sido lo más importante para él, mucho más allá del dinero y la fama, ese elusivo anillo de Serie Mundial con el uniforme de los Tigres.

"Los últimos tres años hemos tenido la oportunidad de estar en los playoffs y nos hemos quedado cortos en la meta que queremos y esperemos que este año podamos hacer las pequeñas cosas que no pudimos hacer el año pasado y los otros años anteriores y ganar esos 11 juegos que se necesitan para ganar una Serie Mundial", dijo Cabrera a ESPNDeportes.com.

"Todos trabajamos por estar en playoffs y aquí pasamos muchos momentos malos, sube y baja durante la temporada, pero los pudimos remontar y estamos en los playoffs y cualquier cosa puede pasar".

El nueve veces Todos Estrellas, dos veces JMV de la Liga Americana y ganador de la Serie Mundial en el 2003 a los apenas 20 años como novato con los entonces Marlins de la Florida, afirmó que a pesar de los malos momentos que vivió el equipo esta campaña, nunca se dudó en la clasificación a la postemporada.

"Nos agarró una racha mala pero en realidad conocíamos el trabajo de nosotros y la manera de jugar y no nos metimos esa presión extra", admitió Cabrera. "Nos concentramos más y sabíamos que teníamos un equipo que podía ganar la división y que podía remontar a Kansas City en el mes de agosto y septiembre y eso fue lo que hicimos. Fuimos paso a paso y no nos desesperamos".

Es claro que, al menos en la Liga Americana, no hay ningún equipo con el talento de Detroit, con una rotación con el potencial de convertirse en materia de leyenda y con uno de los topes de alineación más peligrosos en Grandes Ligas, y es precisamente ese trabajo en equipo lo que Cabrera afirmó será la clave esta postemporada contra los Orioles.

"Los Orioles tienen una tremenda ofensiva y tenemos que hacer buenos picheos con ellos y jugar una buena defensa y ponerle presión a los abridores y tratar de ganarle al bullpen", destacó.

"Si todo el mundo hace su trabajo estaremos en una buena posición; no es el trabajo de un solo pelotero, es un trabajo en conjunto. Es cuestión de hacer las pequeñas cosas, mejores picheos, hacer las jugadas de rutina, mantenernos sanos en el terreno de juego y si todos ponemos engranar y hacer nuestro trabajo vamos a estar bien".