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Arranca era de Antigua en la USF

El coach Orlando Antigua a sus 41 años asume uno de los retos más importantes de su carrera. Getty Images

TAMPA, Florida -- Tras una primavera en la cual realizó una de sus metas y un verano de ensueño en el Mundial de Básquetbol, Orlando Antigua está haciendo un gran intento por mantener sus pies en la tierra.

Pero por más que intenta, su sonrisa y su entusiasmo no se pueden esconder.
"Es un gran reto, pero te tengo que decir que es un buen reto", dijo el espigado ex jugador, ex vendedor de artículos promocionales y ex asistente.
El pasado mes de abril Antigua, nacido en la República Dominicana, tomó las riendas del alicaído programa de baloncesto masculino de la Universidad del Sur de la Florida -- solo uno de dos dirigentes hispanos en todo el baloncesto colegial a nivel nacional -- y comienza su primera temporada oficialmente esta semana en el Sun Dome contra Flagler College.

Otro gran comienzo

Las vueltas que ha dado la vida de Orlando Antigua son dignas de un libro o quizás hasta una película. Es una historia de una larga travesía que irónicamente aún comienza.

Hace apenas nueve meses, Antigua estaba en la banca del equipo de la Universidad de Kentucky como asistente de quien admite es su "mentor, gran amigo y hermano" John Calipari. Durante el Final Four, recibió la visita del Director Atlético de USF Mark Harlan para hablar de la vacante que quedó tras el despido de Stan Heath y una decepcionante temporada de 12-20.

Resultó que en ese momento Antigua ni siquiera estaba pensando en apartarse de Kentucky, pero Harlan y el programa de USF estaba sangrando. El despido de Heath vino en medio de controversias e inicialmente USF contrató a Steve Masiello, coach en Manhattan College, pero la contratación duró solo cinco días tras encontrarse que Masiello había mentido en su currículum.

Fue ahí que Harlan salió en busca de un nuevo candidato. Previamente conectado a los programas atléticos de UCLA, San Jose State y Northern Colorado, Harlan está bien conectado y a sus oídos llegó la disponibilidad de Antigua, quien había sido muy bien recomendado por Calipari.

Tras viajar a Tampa y ver la ciudad y lo que la misma tenía que ofrecer, no fue difícil para Antigua firmar un contrato de cinco años y $4.6 millones para dar el paso y comenzar de nuevo, pero esta vez brillando bajo su propia luz.

"Vine en la primavera y el clima estaba precioso. Vi las facilidades y vi el compromiso que Mike [Harlan] tiene con el programa. Vi con mis propios ojos la inversión que se ha hecho. Así que mi esposa y yo decidimos tomar el paso", dijo Antigua, quien todavía no se ha mudado completamente a su nueva oficina en el Muma Center en el campus de USF.

Otra vuelta más

La extraordinaria vida de Antigua es una digna de un libro, o hasta una película. A sus 41 años, ha hecho un poco de todo, hasta recuperarse de un disparo en su cabeza, justo encima del ojo izquierdo.

El incidente ocurrió en la noche de Halloween de 1988 cuando tenía apenas 15 años en el Bronx, a donde sus padres emigraron desde su nativa República Dominicana. Una pelea en las afueras de un negocio terminó en un tiroteo, y una bala perdida encontró a Antigua, quien estaba en la calle con unos amigos.
La bala calibre .22 se alojó en un lugar de dónde no se podía retraer, pero no hizo daño permanente. En menos de tres semanas, Antigua estaba de vuelta jugando con su equipo en St. Raymond's High School.

Fue una de varias pruebas de su adolescencia, parte de la cual su familia vivió en un convento abandonado. Aun así, Antigua fue un estudiante y atleta sobresaliente, logrando una beca para jugar baloncesto en la Universidad de Pittsburgh, un enlace que se convertiría en quizás el más importante de su vida.

En sus cuatro años en Pittsburgh Antigua, un delantero de 6 pies, 7 pulgadas, brilló, llevando a los Panthers al National Invitational Tournament en dos ocasiones. Al graduarse en 1995 con un grado en Ciencias Sociales, Antigua no fue seleccionado en el sorteo, pero recibió varias invitaciones a campamentos en la NBA.

Sin embargo, tras jugar en las ligas en Puerto Rico, con los Gigantes de Carolina, y en República Dominicana, optó por unirse a los Harlem Globetrotters, en donde tuvo la oportunidad de viajar a 49 países y fue una de las figuras principales en las travesías del afamado equipo, logrando dictar clínicas en Sudáfrica, Sudamérica y Europa.

"Fue una oportunidad para ver el mundo", dijo Antigua, quien en sus viajes logró conocer a figuras como Nelson Mandela y Muhammad Ali, entre otros.
Al retirarse de los Globetrotters en el 2002, Antigua regresó a su hogar en Pittsburgh y comenzó a trabajar como vendedor de artículos promocionales.
"Y en ese proceso, estaba un poco perdido. Como que no caía en cuenta y me dio con irme de entrenador", relató Antigua, quien tomó un trabajo como asistente en una escuela superior, Mt. Lebanon High School, en las afueras de Pittsburgh.

Como suele suceder en toda industria, Antigua se mantuvo en contacto con el programa en Pittsburgh, quien para el 2003 estaba estrenando su nuevo dirigente en Jamie Dixon, quien fue asistente en Pittsburgh por cuatro años.
Dixon estaba formando su staff de coaches y trajo a Antigua a su equipo de trabajo en el 2006.

"Fue interesante porque tenía una oferta de trabajo de los Globetrotters para desarrollar los programas en América Latina, pero sabía que yo quería seguir de coach. Así que decidí soltar lo otro para seguir en el baloncesto", dijo Antigua.
Dos años más tarde, Calipari, quien también fue asistente en la Universidad de Pittsburgh temprano en su carrera, necesitaba llenar una plaza en su staff en la Universidad de Memphis. Dixon recomendó a Antigua, quien para ese entonces estaba desarrollando una reputación como entrenador de hombres altos en el "arte de rebotear".

Antigua se unió a Calipari en Memphis y lo siguió hasta Kentucky, en el proceso forjando lo que se ha convertido en una relación de amistad "y respeto mutuo".

Fue Antigua el que convenció a Calipari en tomar las riendas del programa olímpico de República Dominicana y fue Calipari el que convenció a Antigua en tomar el paso fuera de su sombra.

"¿Qué más se puede decir de Cal?", preguntó Antigua. "Ha sido una persona muy importante en mi vida".

Exitoso Mundial

Cuando Calipari tomó las riendas del Equipo Nacional de República Dominicana en el 2011, a instancias de Antigua, la idea era sentar las bases para ir desarrollando jugadores para el futuro, pero el éxito llegó más rápido de lo que pensaban.

"El plan era comenzar el programa para que eventualmente yo me hiciera cargo", dijo Antigua, quien llevó a República Dominicana a la segunda ronda del Mundial que se celebró en España en septiembre tras haber terminado en cuarto lugar en el Torneo de las Américas celebrado en Caracas, Venezuela.
La fórmula de éxito era sencilla, ya que en aquel momento Kentucky tenía a Eloy Vargas, hoy el centro del equipo dominicano.

Mirando hacia el futuro, sin embargo, Antigua ve a su equipo como una fuerza en Centro América y el Caribe, título que antes estaba reservado para Puerto Rico.

"Creo que el éxito del Mundial ha creado optimismo y ha ayudado a comenzar una serie construcción de los programas de categorías menores en la República Dominicana", dijo Antigua. "A la larga, eso se va a traducir a más y mejores jugadores y en una liga dominicana que sea más competitiva".

Por el momento, Antigua no tiene un compromiso a largo plazo para seguir al mando del equipo dominicano, pero "yo siempre voy a estar ahí".

La primera campaña

"Ahora la meta no necesariamente está en ganar, sino en cambiar la cultura. De nada sirve el conocimiento que yo puedo brindar a los jugadores para que aprendan, si no encuentro la mejor forma para comunicar ese conocimiento", dijo Antigua. "Tenemos muchas metas porque lo cierto es que estoy aquí para quedarme por un buen tiempo".

En los últimos 20 años, USF ha ido al NCAA Tournament un total de una vez y fue eliminado en la segunda ronda en el 2012. No es un programa con una gran tradición de básquetbol ya que en USF todo se trata del fútbol americano. Sin embargo, Antigua ve visos de cambio en toda esa filosofía.

Jugando en la recién creada American Athletic Conference USF ahora está en la misma conferencia con los campeones defensores Connecticut, Cincinnati, Louisville, Houston, Memphis, Central Florida, Southern Methodist, Temple y Rutgers.

Con un alto nivel de competencia y un programa que perdió a la mitad de sus jugadores tras el despido de Heath, Antigua ha estado ocupado reclutando jugadores para la venidera temporada.

Entre los reclutas figura Jaleel Cousins, hermano del jugador de la NBA, DeMarcus Cousins quien jugó bajo Calipari y Antigua en Kentucky. Antigua también reclutó al armador Roddy Peters, quien estaba en el programa de la Universidad de Maryland, y al español Rubén Guerrero. Antigua también trajo a su compatriota Nehemías Morillo, como una transferencia desde Monroe College.

En total, Antigua tendrá a un solo senior en su roster activo, Corey Allen Jr., y seis freshmen.

"Es un equipo bien joven, pero todo esto se trata de un nuevo comienzo. Un nuevo comienzo para mí, para el programa, para todo", dijo Antigua, quien también contrató al ex armador de la NBA y su compañero asistente en Kentucky, Rod Strickland, para que se uniera a su equipo de trabajo.

Y cuando se le preguntó cuál sería su meta en este contrato de cinco años.
"Dos viajes al NCAA Tournament y un título de conferencia", dijo Antigua con una sonrisa.

Quizás después de tanto, mantener los pies en la tierra no necesariamente es la mejor forma de pasar por la vida.