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Riquelme, el último gran ídolo

BUENOS AIRES -- Desde su salida de Argentinos Juniors, la pregunta del millón era: ¿dónde seguirá su carrera Juan Román Riquelme?

No se presentaban muchas opciones y no porque faltaran clubes que quisieran al 10, sino por decisión del propio jugador. Sin ganas de radicarse fuera del país, el mercado argentino no se presentaba como una posibilidad por la sencilla razón de que Riquelme no estaba decidido a enfrentarse a Boca dentro de un campo de juego.

Así, poniendo por encima la pasión genuina que siente por la azul y oro, decidió ponerle fin a una carrera extraordinaria. Es cierto, a los 36 años estaba en el ocaso de su carrera. Sin embargo, su talento pudo haber seguido recorriendo las canchas de clubes más modestos y con menos pretensiones que la de los xeneizes. Pero la motivación, sin dudas, no sería la misma. Entonces, ¿qué sentido tenía seguir?

Riquelme es el último gran ídolo que dio el club de la Ribera. Y en el corazón de la gente, seguramente, esté por encima de figuras como Palermo o el Mellizo Barros Schelotto; incluso, yendo más atrás en el tiempo, de Rattin o del propio Rojitas, quien marcó una época exitosa del club en la década del 60.

El caso de Riquelme es especial por muchas razones: llegó desde Argentinos siendo muy chico y siempre expresó su amor por el club. Debutó con Bilardo como DT y vivió una de las etapas más gloriosas de Boca de la mano de Carlos Bianchi: su talento fue fundamental para la conquista de torneos locales, Libertadores, Copas del Mundo...

El hincha lo idolatra y tiene motivos de sobra. Los goles de River, el caño a Yepes, la Libertadores que ganó mostrando toda su jerarquía cuando regresó de Europa, en 2007, la final inolvidable que jugó contra Real Madrid, aquella de los dos goles de Palermo...

Su presencia en el mundo Boca es tan grande que la gente, cuando tuvo que elegir, se puso de su lado rechazando nada menos que a Diego Armando Maradona. Los últimos años de su carrera se vieron opacados por lesiones, internas, discusiones y escándalos que lo tuvieron como protagonista. Pasó a ser más noticia por lo que pasaba con él fuera de la cancha que dentro de ella.

El capítulo final de su novela en Boca fue cuando decidió no continuar en el club, enfrentado con la dirigencia, y se calzó la camiseta de Argentinos para lograr el regreso a Primera. Pero esos hechos serán apenas detalles a la hora de recordarlo como jugador.

Por todo lo que le dio al club, por lo que ganó y por lo que demostró dentro del campo de juego, Riquelme se tiene muy bien ganado un lugar en la rica historia de Boca. Y sin dudas, como suele ocurrir con los grandes ídolos una vez que se retiran, su figura será cada día más grande.