LA PLATA -- El entrenador del encumbrado Estudiantes de La Plata, Mauricio Pellegrino, admitió que es un momento más para "festejar" que para "analizar" el que atraviesan dada la seguidilla de compromisos en la suma de la competencia doméstica y la Copa Libertadores de América.
"No estamos tanto para analizar, sino para festejar. Duran tan poco los festejos, que con tantos partidos va todo muy rápido", resumió Pellegrino su agitada agenda, más allá de que los resultados les sonríen en los dos frentes, porque lideran el torneo de Primera División y también, su grupo en la Libertadores.
Pellegrino habló así al atender a los periodistas tras la victoria por 3-1 ante Gimnasia en el clásico que se realizó en el estadio del bosque platense, por la tercera fecha del campeonato de la Primera División.
Pero todo transcurre con tanta prisa para los Pincharratas que recientemente golearon 3-0 como anfitriones al Barcelona de Guayaquil y el jueves próximo visitarán a Atlético Nacional en Medellín, también por la Copa.
De todos modos, Pellegrino reconoció que el primer tramo del clásico su equipo distó de tener su mejor rendimiento, pero también consideró que la victoria fue merecida porque se tornaron eficaces en momentos clave.
"En el principio el equipo nunca tuvo chispa, Gimnasia nos ganaba la segunda jugada, hasta que cambiamos a (Juan) Sánchez Miño de posición por adentro y lo pusimos a (Ezequiel) Cerutti de extremo y empezamos a tener la pelota. El gol de (Jonathan) Schunke abrió el partido", comentó el director técnico de los albirrojos.
"No fue un partido bien jugado a nivel fútbolístico o técnico. Me gustó el orden y el orgullo de los jugadores, que han soportado un aluvión hasta el final", valoró Pellegrino, en alusión a que desde los 22 minutos del segundo tiempo lamentaron la expulsión de Leonardo Jara y el Lobo insistió hasta el desenlace, hasta que Cerutti, de penal, puso el 3-1.