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Reina la incertidumbre en la rotación de los Boston Red Sox

Clay Buchholz está llamado a ser la carta fuerte de una rotación que no presume regularidad Getty Images

MÉXICO -- Tras ganar su segunda Serie Mundial en cuatro temporadas, a Terry Francona, entonces mánager de los Boston Red Sox, le preguntaron por el final de la Maldición del 'Bambino'.

Francona fue muy directo en su respuesta: "las maldiciones se terminaron cuando comenzamos a contratar pitcheo".

A 'Tito' no le faltó razón. En 2004, cuando Boston ganó su primer título de Serie Mundial desde 1918, el equipo tuvo cinco ganadores de al menos diez juegos en la rotación, liderada por Pedro Martínez y Curt Schilling.

Luego, en 2007, contaron con tres pitchers que ganaron al menos quince juegos: Josh Beckett, Tim Wakefield y Daisuke Matsuzaka.

Tras finalizar en el último sitio de la División Este de la Liga Americana durante 2014, la oficina de los Red Sox decidió invertir casi 200 millones de dólares en la agencia libre, pero más del 90% fue en dos bateadores: Hanley Ramírez y Pablo Sandoval.

El equipo incorporó a par de nuevos lanzadores, disponibles en el mercado: Justin Masterson y Alexi Ogando. Sin embargo, la nueva rotación del equipo genera inquietud sobre si estará a la altura de la ofensiva.

Clay Buchholz está llamado a ser el número uno entre los abridores. El derecho cuenta con un juego sin hit ni carrera en MLB, pero nunca ha tenido una temporada con al menos 200 episodios lanzados.

Masterson, aparentemente, padece del mal de los sinkeristas. Cuando su mejor lanzamiento funciona, puede ser tan brillante como en 2011 y 2013. Si no logra efectividad con ese pitcheo, puede ser tan errático como en 2014.

Desde Arizona, llegó Wade Miley, quien tiene en su trayectoria dos temporadas con al menos diez victorias. Su WHIP de 1.32 no impresiona, pero el zurdo es un lanzador que con buen apoyo de sus compañeros, siempre te mantendrá en la pelea.

Rick Porcello arribó proveniente de Detroit. El derecho viene de imponer marcas personales en victorias, efectividad, episodios lanzados y WHIP. Porcello es una versión similar de Miley, sólo que con brazo opuesto.

El quinto miembro del staff sería Joe Kelly, quien al igual que Miley y Porcello es un pitcher que trabaja al contacto y por momentos puede ser muy efectivo. Sin embargo, su más alta cifra en aperturas en una temporada es de 17.

El aspecto que según Francona rompió maldiciones, genera incertidumbre para la campaña 2015. Nuevamente, Juan Nieves (coach de pitcheo) tiene un gran reto en puerta: transformar el pitcheo de Boston, tal como lo hizo en 2013.

Afortunadamente, tiene la vivencia previa de haberlo conseguido.