BARCELONA -- Un central y un centrocampista. Acaso un delantero que sepa adaptarse a un rol secundario a la sombra de Leo Messi, Neymar y Luis Suárez y poco o nada más. Esta es la reducida lista en la que trabaja la comisión deportiva del FC Barcelona en su estudio de mercado para reforzar la plantilla. Sea en verano o a partir de enero de 2016.
Ariedo Braida y Luis Enrique tienen ya concertada una cita cara a cara, que se llevará a cabo probablemente el próximo fin de semana aprovechando el parón de la Liga por los partidos de selecciones, en la que pondrán sobre la mesa los nombres que contemplan cada uno. Y si en la posición de central existen algunas opciones, en el centrocampista todos los ojos se fijan en Paul Pogba, con quien hay coincidencia absoluta.
El joven futbolista francés, un todoterreno de excelente calidad física y sobresalientes dotes técnicas, es el jugador en quien todos piensan. El elegido por Luis Enrique para reforzar una zona que esta temporada zozobra más de lo esperado, el señalado por Braida y el deseado por Bartomeu, quien considera que un fichaje de este calibre reforzaría absolutamente su candidatura en las elecciones.
Fuentes del Barcelona no negaron este martes a ESPNDeportes.com una información de Mundo Deportivo según la cual Braida habría trasladado tanto a Mino Raiola, representante de Pogba, como a Beppe Marotta, director deportivo de la Juventus, el interés del Barcelona en fichar al futbolista, quedando a la espera de conocer cuando podrá el club azulgrana acudir al mercado.
En el Camp Nou se mantiene, como avanzó ESPNDeportes.com en su momento, la confianza en que las elecciones a la presidencia de la FIFA den paso a una amnistía que le permitan fichar este próximo verano, pero en caso contrario intentaría alcanzar un acuerdo de cara a la finalización de la próxima campaña, por cuanto se considera inviable que la Juventus estuviera dispuesta, bajo ningún concepto, a vender a su estrella a medio curso, en enero de 2016.
ALVES FIJO, XAVI EN EL AIRE
Otro de los nombres que estará sobre la mesa es el de Dani Alves. Contra todo lo dicho en los últimos meses y todas las consideraciones que se han hecho desde la directiva, Braida coincide con Luis Enrique en el papel imprescindible que tiene el lateral brasileño en la plantilla y en la conveniencia de mantenerle en el club.
Danilo, lateral del Oporto, apuntó hasta hace pocas semanas como un relevo de garantías que provocaba la posible marcha de Alves, pero tras darse por rotas las negociaciones con el club portugués (que estaría muy cercano a cerrar un acuerdo con el Real Madrid), la continuidad de Dani se entiende hoy indiscutible.
Bartomeu, que fue en primera persona quien abrió la puerta a la salida del jugador, ya conoce la opinión de Luis Enrique y el Barcelona, en un plazo de tiempo no muy lejano, debería presentarle una oferta de renovación por dos temporadas.
Quien no tiene tan clara su continuidad más allá del 30 de junio es Xavi. El de Terrassa, capitán con galones en el vestuario e implicado totalmente con el proyecto de Luis Enrique, entiende que su trascendencia en los planes deportivos del entrenador está por debajo de lo esperado y en las últimas semanas ha vuelto al plano su decisión de abandonar el Camp Nou cuando acabe la temporada.