LOS ANGELES- Gabe York, guardia de Arizona, recuerda tener el balón en sus manos, realizar un par de dribblings y el no poder realizar un disparo antes de que el tiempo expirara.
Marcador final: Wisconsin 64, Arizona 63, en tiempo extra.
Los Badgers avanzaron al Final Four por primera vez bajo la dirección del coach Bo Ryan hace un año, y los Wildcats volvieron al desierto, incapaces de lograr lo mismo en la aparición inicial del coach Sean Miller.
Ellos hicieron una jugada más que nosotros en el tiempo extra", dijo York. "Fue un escenario muy alocado. Faltaban dos segundos, y a ellos les tomó casi 15 minutos para que esos dos segundos se agotaran".
Ahora, se verán las caras de nuevo.
En esta ocasión, los Badgers (34-3) pasaron de ser el sembrado 2 a ser el sembrado 1, liderados por Frank Kaminsky. Los Wildcats (34-3) son el sembrado 2, un sitio más abajo respecto al año pasado, y Nick Johnson, jugador del año en el Pac-12 quien realizó un disparo desesperado justo después que sonara la chicharra, se graduó.
En disputa, lo mismo que el año pasado: un viaje al Final Four, en Indianapolis, para el ganador de la Final de la Región Oeste, a disputarse en el Staples Center.
"Obviamente, es la cereza en el pastel que nos toque jugar contra Wisconsin en el Elite Eight, con la posibilidad de avanzar al Final Four", dijo York. "Estamos muy motivados".
De igual forma están los Badgers, con su grupo de jugadores de último año hambrientos por un título, conformado por Kaminsky, Josh Gasser, Traevon Jackson y Duje Dukan.
"Sabemos que ellos agregaron algunas piezas, pero al mismo tiempo estamos mejor de cómo estábamos el año pasado", señaló Kaminsky. "Tienen estatura, son atléticos y son feroces. No tienen miedo de nada, y tienen la habilidad de atacar con todo, pasándote por encima".
Kaminsky, conocido como "Frank The Tank", fue el único anotador confiable el año pasado, cuando el resto de los Badgers desaparecieron a la ofensiva. Sam Dekker se fue 2 de 5, Ben Brust se fue 2 de 7, Jackson terminó 4 de 14 y Nigel Hayes 2 de 8.
Todos excepto Brust volvieron, aunque Jackson se perdió 18 juegos por una lesión, antes de jugar brevemente en el duelo del jueves donde vencieron a North Carolina.
"Espero jugar más, y estoy listo para hacerlo", dijo Jackson, quien anotó cuatro puntos ante los Tar Heels.
Kaleb Tarczewski anotó 12 puntos y Rondae Hollis-Jefferson anotó 10 para los Wildcats el año pasado, en un duelo muy físico. En tiempo extra, Arizona tuvo respuesta a prácticamente todo lo que presentó Wisconsin.
La novedad para el juego de este año son los titulares Stanley Johnson, un jugador de primer año y que es proyectado para ser reclutado en los primeros sitios del draft NBA, que promedió 14 puntos y 1.5 robos, además de Brandon Ashley, de tercer año, quien se perdió el torneo NCAA del año pasado por una cirugía en el pie. "Brandon es probablemente el que está más listo para jugar", dijo York. "Sabe muy bien que tenemos cuentas pendientes".
Cuando faltaban 3 segundos en el tiempo extra, T.J. McConnell falló su jumper, pero Arizona recuperó el rebote ofensivo y le mandó el balón a Johnson, quien falló y además recibió una falt por un empujón sobre Gasser.
"¿Fue un bloqueo? ¿Una carga?", dijo Miller. "Pienso en eso cada 10, 20 minutos".
La ofensiva de los Badgers consume tiempo de forma deliberada y obliga a los rivales a jugar más a la defensiva que la mayoría de los equipos.
"Es fácil caerse", dijo Miller. "A veces, te ocurre al final con una falta. A veces, te pasa cuando no tienes el balón en las manos, con un recorte, cosas así, eso le afectó a North Carolina".
McConnell dijo que la derrota lo ha motivado en su último año como universitario. Gasser lo recuerda como uno de los juegos más estresantes que ha disputado.
"Fue uno de esos juegos donde un bote distinto del balón pudo cambiar toda nuestra temporada", afirmó. "Fue un final alocado para el juego, y es algo que recordaré el resto de mi vida".