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Leonard Williams puede ser el liniero defensivo estelar del futuro en NFL

Williams es probablemente el jugador más talentoso que ingresará al próximo draft de la NFL. Getty Images

LOS ÁNGELES -- Leonard Williams se agachó lentamente, colocando su mano izquierda en el pasto artificial y mirando directo hacia el frente. En espejo a él se encontraba el anfitrión de "ESPN Sport Science", John Brenkus, encogido ante el ala defensiva de 6'5" y 300 libras. Mientras Brenkus se acomodaba en su posición de tres puntos a tres pulgadas de Williams, un grupo de elementos de producción, armados con cámaras y micrófonos hallaban la forma de grabar la mejor toma de ambos hombres colisionando. Todos sabían lo que venía --Brenkus ya había tratado de ver qué tan lejos lo podía lanzar el tackle defensivo Ndamukong Suh cuando se dirigía al draft del 2010-- pero su hazaña actual se veía un poco más atrevida.

Tras un conteo rápido, Brenkus se lanzó hacia el frente y empujó sus manos hacia el pecho de Williams. Williams hizo lo mismo, sólo que con fuerza atemorizante: extendiendo sus brazos largos, explotando desde su postura, encauzando el momento a través de su grueso torso y hasta el marco delgado de Brenkus. Para el instante que Brenkus aterrizó unos 6 pies atrás sobre un piso cubierto por colchones, una mezcla de suspiros y risas llenó el estudio, mientras él yacía sin moverse durante unos segundos. "Eso", dijo Brenkus antes de incorporarse, "debe ser una especie de nueva marca".

Fue bueno ver al anfitrión de TV lanzando por el aire gracias a un hombre considerado por muchos el mejor prospecto en el draft de este año. Incluso resultó más apropiado que Williams realizó una pequeña pausa tras la hazaña y levantó sus brazos para presumir los bíceps. Pero lo que realmente hizo intrigante este momento, fue que sólo es una pequeña muestra de lo que Williams puede hacer con una combinación devastadora de poder, fuerza y explosividad que tiene a los visores de toda la liga relamiéndose los bigotes. En otras palabras, este All-American de USC puede hacer ver a muchos oponentes tan ridículos como Brenkus en esa grabación.

Por mucho que la gente habla de los dos mariscales de campo de alto perfil en el draft de este año --Jameis Winston de Florida State y Marcus Mariota de Oregon-- la realidad es que Williams es el jugador con mayores reseñas como seguridad para un equipo que trata de mejorar su fortuna.

"De los años pasados, a veces es como arriesgarse cuando tomas un mariscal de campo; nunca sabes lo que recibirás", dijo Williams. "Voy a aportar esa invasión y poder físico. Y voy a llegar al mariscal de campo".

El consenso hasta ahora es que Williams no va caer más allá de las primeras cinco selecciones cuando comience el draft el 30 de abril. Puede dominar como cazamariscales y defensor contra la carrera, y su versatilidad lo vuelve aún más valioso para quien sea que lo tome en el draft. El puesto ideal para Williams es como ala defensiva en un frente 3-4, pero tiene la fortaleza para ser tackle defensivo en un esquema 4-3. Debido a que USC pasó por muchas transiciones durante sus años allí --jugó para tres coordinadores defensivos distintos en ese período-- está cómodo alineándose donde sea. Como lo expuso el coach de la línea defensiva de USC, Chris Wilson, "Leonard no tenía posición aquí porque siempre lo movíamos para atacar el mejor duelo personal".

"Cuando piensas en una defensiva 3-4, típicamente, piensas en un jugador grande que cubra dos huecos", declaró el gerente general de los Tennessee Titans, Ruston Webster, quien podría tener la oportunidad de tomar a Williams con la segunda selección global. "[Es] raro hallar jugadores que puedan hacer eso: jugar un hueco, penetrar y subir al campo y presionar al pasador. [...] Cuando tienes alguien como Leonard que puede hacer ambas, es algo especial".

El atractivo de Williams también tiene mucho que ver con su mentalidad. Es tan leal, que una vez le dijo al coach asistente de los Trojans, Keynodo Hudson, que lamentaba dejar la escuela porque extrañaría a sus compañeros, nunca venció a UCLA y el programa no recobró el dominio durante su estancia. También es tan humilde, que una pequeña niña lo dejó radiante por días tras pedirle su autógrafo cuando era junior en la Daytona Beach Mainland High en Florida. A sus 20 años, Williams también lleva una mezcla de inteligencia y madurez tras recorrer un difícil camino hasta el nivel donde se encuentra ahora.

Aun cuando Williams escuchó su nombre mencionado entre los mejores de la nación, no permitió que su ego se inflara. Estaba sentado en el McKay Center de USC esperando por una reunión durante su año sophomore, cuando alguien escuchó un reporte de "SportsCenter" que lo llamaba el 2° mejor prospecto de la NFL en la nación. "Realmente no me afectó", dijo Williams. "Nunca he sido el tipo de persona que se eleva por esas cosas".

Hudson, quien fue coordinador defensivo en la preparatoria de Williams, añadió que: "si tienes una conversación con Leonard, nunca pensarías que ha lidiado con todas esas cosas en su vida".


Casi desde el momento en que Williams fue capaz de caminar y hablar, Aviva Russek sintió algo único sobre el tercero de cinco hijos que tuvo con su esposo, Clenon Williams. Cuando era posible, ella le decía a Leonard que era especial, que le esperaban cosas importantes en el futuro. "Siempre tuvo un alma humilde", dijo Russek. "Siempre fue optimista y de mente abierta sobre la vida, y nunca causó un problema en la escuela. A veces, es una locura ver lo agresivo que es sobre el campo porque él no es así en la vida real".

Williams aprendió del juego en primera instancia por Clenon, quien adoraba pasar los domingos viendo la NFL en su sofá de la sala. Pero cuando llegó la hora que Williams firmara con una liga local Pop Warner como estudiante de séptimo grado, recibió noticias adversas: con 210 libras, excedía el límite de 180 libras de peso. Williams lloró de inmediato tras enterarse de la regla. Aún con el respaldo de adultos a su alrededor --un coach que le pidió mantener la misma pasión que lo llevó a esas lágrimas-- Williams seguía sintiendo que hizo algo mal.

"Me emocionaba tanto jugar porque mis padres siempre me dijeron que podía hacerlo en el séptimo grado", recordó Williams. "Pero cuando me enteré que estaba demasiado grande, comencé a sentirme muy inseguro sobre mi tamaño. Mi papá me dijo eventualmente que, algún día, mi tamaño sería favorable".

Ese obstáculo resultó ser uno de los más pequeños en la infancia de Williams. El deterioro de su padre fue mucho más preocupante gracias a una adicción a las drogas mientras programaba computadoras como maquinista. Clenon solía ausentarse durante períodos largos. Esas escapadas dejaban a Russek, enfermera, con la labor de criar a sus hijos bajo un ingreso limitado y pocos recursos. Para ajustarse, ella mudó a su familia por todo el país para buscar mejores oportunidades.

Williams nació en Bakersfield, California, pero vivió Sacramento, California; Michigan y Arizona antes de terminar la primaria. Uno de los puntos más bajos de Russek vino poco después que dejó Bakersfield, cuando ingresó a sus hijos a un albergue para indigentes durante un par de semanas. Se vio forzada a tomar la drástica decisión porque había hospedado a su familia en un hotel hasta que el distrito local de escuelas le exigió hallar un lugar que pudieran aceptar como dirección legítima.

Russek relató que es probable que Williams haya ganado sabiduría valiosa durante ese período --"aprendió a no darse por vencido y ser fuerte", dijo-- pero la mayor prueba para su hijo vino cuando Clenon fue arrestado y sentenciado al Campamento Laboral de Marion en Lowell, Florida, toda vez que cometió robo con arma peligrosa (tiene programada su liberación el 2 de octubre del 2019). Williams era freshman de 14 años en ese entonces, un chico que finalmente obtuvo la oportunidad de jugar fútbol americano tras ingresar a la preparatoria. "Mi papá tiene sus problemas", dijo Williams. "Desaparecía de vez en cuando y después, un día, simplemente desapareció y nunca volvió. Fue realmente triste porque éramos muy cercanos. [...] Nunca le pregunté qué hizo. Sólo supe que estaría allí por un buen tiempo".

"Creo que Leonard compensó sus problemas paternales enfocándose en el fútbol americano", dijo Russek. "Simplemente puso toda su energía en eso. Me decía que extrañaba a su padre, pero yo simplemente decía que a veces la gente debe ser removida de tu camino para que hagas lo que debes".

Williams nunca dejó que los problemas de su padre descarrilaran sus sueños, porque el resto de su familia se comprometió para verlo alcanzar sus metas. Su hermano más grande, Nate, prohibió a Leonard involucrarse en las actividades peligrosas que todos ellos disfrutaron alguna vez; simplemente porque no valía la pena el riesgo. La madre de Williams se aseguró de nunca dejar que algo pasara inadvertido para ella. Cuando se enteró que Leonard había jugado rugby con un equipo del club de una universidad cercana --entró a ese deporte cuando le prohibieron jugar fútbol americano en el séptimo grado-- ella decidió atender uno de sus juegos durante su año junior. En el instante que ella vio a su hijo colisionar con jugadores más grandes, su mandíbula cayó y su temperamento estalló.

"Me indigné cuando lo vi allá afuera haciendo eso", sostuvo. "Era un adolescente y estaba jugando contra hombres de 30 años. Le recordé que yo no firmé ningún permiso para que hiciera eso".

Los entrenadores de preparatoria de Williams hicieron eco al sentimiento. Bendecido con rapidez y suavidad natural en las manos, solía inspirar peleas entre los coaches ofensivos, quienes lo veían como ala cerrada, y los defensivos, quienes lo querían en la línea. Carente del dinero para atender muchos campamentos colegiales en el verano, Williams fue reclutado en su mayoría por Florida y Alabama antes de su año senior. La única razón por la cual USC escuchó de él, fue porque Hudson juntó el dinero para llevar a Williams y a otros dos compañeros al campamento de verano de los Trojans antes del año senior de Leonard.

Incluso la familia de Williams no sabía que él iría a USC hasta el día nacional de firmas. Cuando Aviva caminó al escenario para el gran anuncio de Leonard, esperaba ver tres sombreros al frente de su hijo: USC, Florida y Alabama, la escuela que Leonard idolatró por años. En lugar de eso, sólo vio representantes del Crimson Tide y los Trojans.

"[El ex coordinador defensivo de USC] Monte Kiffin llegó a Florida a reclutarme", dijo Williams. "Y me convenció que sería divertido mudarme a la Costa Oeste".

Williams se convirtió en un estelar desde el momento en que se unió al programa de USC. Comenzó como tackle defensivo en su primera campaña, acumulando 64 derribos, ocho capturas y una intercepción para ganarse honores de fresham del año en la Pac-12. Fue aún mejor como ala defensiva durante sus temporadas sophomore y junior, completando 154 derribos y 13 capturas para presumir doble reconocimiento All-American. Cuando los Trojans eligieron a su JMV tras la temporada pasada, Williams era la elección obvia.

No sólo eran los números lo que lo diferenciaba de sus compañeros. Fue la actitud que brindó al campo todos los días. "Leonard tiene todo el talento, pero lo que realmente lo diferencia es la inversión que hace en cada juego", dijo Wilson. "Es genial en el vestidor. Es un gran compañero y adora competir".

Con todo y que Williams se resistió a la decisión de dejar la escuela temprano, él sabe que a la postre fue la mejor decisión. Quiere liberar la carga financiera que Aviva ha arrastrado por años. También tiene una hija de 2 años, Leana, que vive en Florida. Además hubo presión sutil de Nate y su tío Rock Russek, con quienes Leonard vivió en el 11° y 12° grado. Ambos llevan mucho tiempo esperando que un miembro de la familia aproveche la oportunidad que se les negó a ellos. (Nate perdió su ventana para jugar básquetbol en una pequeña universidad cuando se lesionó la rodilla gravemente en un accidente de motocicleta, mientras las responsabilidades de Rock como padre joven pusieron fin a sus posibilidades de aterrizar una beca de fútbol americano).

Todos ellos estarán observando al muchacho grande con la sonrisa rápida y su cabello salvaje mientras camina hacia el podio para saludar al comisionado Roger Goodell el 30 de abril. Williams ha estado tan enfocado en ese momento que no respondió las solicitudes de los medios sino hasta que terminó de entrenar para el combinado de talento de febrero. Mientras se sentaba en una silla plegable entre tomas de "Sport Science" y frecuentemente su ajustaba en un traje cubierto de sensores, parecía complacido con esa estrategia. Antes, su prioridad era asegurarse que sus bonos de draft no bajaran. Ahora, trata de disfrutar el momento mientras deja que todos vena en qué puede convertirse como elemento del próximo nivel.

"Realmente no importa dónde me terminen eligiendo", dijo Williams. "Me gustaría irme entre los primeros cinco pero, al final del día, estaré agradecido en donde sea que termine".