IRVING -- Cuando Byron Jones visitó a los Dallas Cowboys antes del draft, hubo muchas gustas que le gustaron.
Pero cuando escuchó a Jason Garrett hablar sobre "acumular los buenos días uno encima del otro", supo que los Cowboys eran el lugar correcto para él.
Su primer entrenador universitario, Randy Edsall, utilizaba la frase con frecuencia.
"Siempre estaba hablando de ganar el día, de acumular los buenos días encima de los buenos días", declaró Jones. "De hecho escuché al coach Garrett hablar de eso en mi reunión, así que eso es perfecto porque he vivido con esa cita desde mi primer año en la universidad. Así que con estos chicos, esa cita se va a quedar conmigo por el resto de mi vida".
Jones tuvo cuatro entrenadores en Connecticut, incluyendo al ex asistente de los Cowboys, Paul Pasqualoni, quien le dio al programa un gran respaldo en el draft. Bob Diaco se convirtió en el cuarto entrenador de Jones el año pasado.
"Fue un entrenador que me retó de maneras que la mayoría de los entrenadores no lo hicieron", señaló Jones. "Se sentaba conmigo y creo que es uno de los pocos entrenadores que me decían, 'Oye, podrías ser una selección de primera ronda si trabajas. Tienes el talento, tienes todo lo necesario, pero tienes que hacer el trabajo necesario para ser un talento de primera ronda'. Me retaba en múltiples ocasiones. Después del segundo partido de la temporada me dijo, "No estuvo tan bien'. Se sentó conmigo en su oficina y me dijo, 'No estuvo tan bien', no tuve malos partidos pero ese no estuvo lo suficientemente bien para lo que debí jugar".
En Garrett, Jones tiene un entrenador que piensa y habla de la misma manera que Edsall y Diaco. Escuchará sobre el proceso y pasar a la siguiente jugada.
Pero eso es algo que ya sabe.
"El aspecto mental para mí siempre fue importante", sentenció Jones. "Siempre he sido capaz de dejar atrás las jugadas, buenas o malas. Nunca demasiado alto, nunca demasiado bajo. Eso es importante para ser consistente allá afuera".