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España, sin futbol desde el 16 de mayo

MADRID -- España se queda sin futbol para la penúltima jornada de Liga. La Junta Directiva de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) anunció este miércoles la suspensión de forma "indefinida" de todas las competiciones, en todas las categorías, a partir del 16 de mayo.

Inconforme con la promulgación del Real Decreto-ley para el reparto de ganancias por la venta de derechos televisivos, la Federación Española se ha adherido a la propuesta de la Asociación de Futbolistas Españoles, que en voz del presidente Luis Rubiales, informó por la mañana su decisión de convocar a una huelga indefinida a partir del fin de semana en que se disputaría la penúltima jornada de la Liga Española .

La intención de la AFE y la RFEF es que el Decreto-ley que fuera aprobado por el Consejo de Ministros hace una semana, no llegue a ser ratificado por el Congreso y evitar así que entre en vigor. Según detalla la federación en su comunicado, el Gobierno de España y concretamente, el Consejo Superior de Deportes, han "ignorado, despreciado y ninguneado" al organismo rector del futbol español, con una actitud que "la Junta considera una falta de respeto y consideración" hacia el mismo y asegura que sus propuestas no llegaron a ser escuchadas.

El Decreto, promulgado el 30 de abril pasado, tardó tres años en llegar desde que la LFP impulsara la iniciativa de una reforma legal para la venta de derechos televisivos y que entraría en vigor para la campaña 2016-2017 y establece que se realice una venta centralizada de los mismos con un reparto del 92 por ciento de los ingresos entre los clubes profesionales mientras el 8 por ciento restante del recaudo por venta de las imágenes televisivas se repartiría de la siguiente forma: 3.5 por ciento para los equipos que desciendan de categoría, del uno por ciento para la LFP, dos por ciento para la RFEF y 1.5 por ciento para deportistas de alto nivel y futbol no profesional, esto es, Segunda B y la liga femenina.

Sin embargo, tanto la RFEF y la AFE se consideraron agraviados, en primera instancia, pues "a diferencia de otras entidades, la RFEF nunca contó con el borrador del Real Decreto-ley, como hubiéramos deseado, al objeto de efectuar aportaciones para contribuir con buena voluntad a su mejora. Tan sólo en el último momento se nos ofreció una información parcial sobre una mínima parte de datos", según reza el comunicado.

La AFE está en total desacuerdo con el reparto de porcentajes del dinero que reportará la venta de derechos, pues considera que las cantidades destinadas al futbol femenino y a otros deportes no tienen relación alguna con el futbol y, a su entender, pone por delante a los jugadores aficionados que a los miembros de la AFE. Por su parte, la Federación, se siente agraviada, pues el Decreto quitaría competencias que hasta el momento dependen del organismo para otorgarlas a la LFP, que se encarga exclusivamente de Primera y Segunda, o sea, del futbol profesional.

Cabe destacar que desde que Javier Tebas, presidente de la Liga de Futbol Profesional, propusiera el acuerdo para el decreto-ley, el presidente de la Federación, Ángel María Villar, ha faltado a varias citas importantes para llegar a un acuerdo. La mala relación entre las cabezas de la RFEF y la LFP fue, en realidad, lo que provocó el atraso en el trámite de la legislación, pues el Consejo Superior de Deportes, dependencia del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, se mostraba renuente a promulgar dicha ley dada la división entre las dos entidades.

La Liga Española es la única entre las cinco grandes de Europa que no ha centralizado la venta de derechos televisivos, por lo que desde 2013 el Consejo Superior de Deportes y la Liga Profesional de Futbol anunciaron un plan para la tramitación de un Decreto-Ley que permita la venta centralizada de derechos televisivos, por la que ganaría aproximadamente mil millones de euros; un 15 por ciento de ingresos más de los 850 millones que actualmente reporta la transmisión de partidos a nivel nacional e internacional.