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Boca Juniors vería duras sanciones con posibles vetos a largo plazo

MÉXICO -- El periodista y corresponsal de ESPN en Argentina, Diego Monroig, dio la primicia sobre las fuertes sanciones para el Boca Juniors, así como para La Bombonera, por el incidente ocurrido el pasado jueves en el partido entre la escuadra xeneize y el River Plate, por el pase a los cuartos de final de la Copa Libertadores.

"Andamos con vergüenza, lo que sucedido en La Bombonera nos salpica, hasta que no se divorcie la política del futbol estas cosas seguirán sucediendo", explicó.

Monroig reveló en exclusiva, que "la sanción que nació desde Conmebol, desde Paraguay (donde se encuentra la sede), abriendo un expediente, habla que se da por terminado el partido que gana River por 3-0 y que se dan dos años de suspensión para La Bombonera, para que se puedan efectuar ahí partidos internacionales, y un año de sanción para Boca", lapso en que no podrá protagonizar ningún cotejo internacional.

Hizo ver que "la FIFA aumentó en los tres aspectos la sanción que preveían en Conmebol y han comenzado las negociaciones con Boca para intentar disminuir, aunque sólo le queda acatar. Boca, a partir de ahora, tiene 24 horas para que ante la Cámara de Apelaciones pueda hacer su descargo formal".

Sin embargo, aseguró Monroig que nada va a cambiar y que River enfrentará al Cruzeiro en la citada fase "y ya mañana al mediodía podemos decir que ahora sí Boca está fuera de la Copa Libertadores, con una sanción ejemplar, porque no es una sanción más, no es una sanción a cualquier equipo, es a uno de los equipos más grandes del futbol sudamericano, de la Conmebol, que no sólo se destaca en lo futbolístico, sino también en lo televisivo".

--¿Cómo entender que los jugadores del Boca aplaudieran a los vándalos en la tribuna?

"Es una costumbre que se hace habitualmente en Boca, yo hubiera preferido que se fueran sin saludar. Sin defender a la llamada Barra Brava, el incidente no vino de ahí, sino de alguien infiltrado que, obviamente, le quiso hacer daño a esta dirigencia, con la que la Barra Brava hoy está en muy buena relación".

Dijo que "quizá, por la locura que se vivió, dijeron: 'vamos a saludar, por las dudas, porque después el problema lo vamos a tener nosotros (los jugadores)'. También se especuló: '¿Por qué cada jugador de Boca no abraza a cada jugador de River?', para retirarse del estadio como escudo humano. '¿Por qué no se van en el mismo bús para evitar cualquier tipo de agresión?. La explicación fue: 'porque después nosotros tenemos que bancarnos a los hinchas'. Ésta es la realidad que manda al menos en el futbol argentino".

Explicó que de pronto resulta difícil erradicar estos actos de vandalismo, debido justamente a que la política y el futbol van de la mano en Argentina y porque hay mucho dinero en juego: "Hoy, un club de futbol no sólo representa a sus hinchas, sino últimamente en la Argentina un club de futbol representa un espacio político nacional".

Dijo que a los dirigentes de futbol y del país corresponde hacer cumplir las leyes y llamó "inaudito" al tiempo que se tomaron las autoridades del partido para ver si este se reanudaba.

"La sensación que tuve cuando apareció el veedor, de nacionalidad boliviana, y dialogó con todo el mundo en el campo, con el árbitro, con las autoridades del encuentro, es que la verdadera autoridad no estaba ahí y lo demostró el veedor cuando no puede comunicarse con Paraguay y tuvo que irse a un teléfono del estadio para preguntar: '¿Qué hago? Lo inaudito es que se hayan tardado 50 minutos en decidir que un partido no se iba a jugar, cuando había cuatro jugadores quemados", concluyó.