BARCELONA -- Desde que el 5 de febrero de 2006 jugara su primer partido ante el Atlético de Madrid en el Camp Nou (vencieron los madrileños por 1-3), la relación entre Leo Messi y el equipo colchonero se ha destacado por una cosa: es su rival preferido. A Messi el Atlético se le da bien, muy bien como demuestra que en 25 partidos oficiales le ha marcado 22 goles.
El Barça acude este domingo al Calderón con el objetivo claro de cerrar la Liga sin más esperas y se apoyará de manera muy especial en su crack argentino, que, seguro, no olvida que hace menos de un año, en la última jornada de la pasada temporada el equipo de Simeone le quitó el título en el mismísimo Camp Nou. Y aquella tarde se le anuló un gol a Leo, que se demostró era legal, que habría podido cambiar la historia.
Messi le ha marcado goles de todas las facturas al equipo rojiblanco. Tres hat-tricks (dos en Liga y uno en Copa) y tres dobletes ha celebrado el argentino ante el rival que le espera este domingo en un escenario, el Calderón, donde ha anotado ocho dianas, provocando que la hinchada colchonera llegase a ovacionarle en más de una ocasión.
DUDAS Y CERTEZAS
Retirado al descanso del partido de Munich frente al Bayern, cuando el pase del Barça a la final de la Champions ya era una obviedad, Luis Suárez es el otro protagonista (involuntario) de la jornada.
El delantero uruguayo arrastra molestias musculares que le impidieron entrenar con normalidad en los últimos días, y aunque el silencio a su alrededor ha sido absoluto, la cautela con que se trata su estado provoca que su presencia en el once que comience el partido del Calderón esté en el aire.
Suárez se ha destacado como parte imprescindible en el camino hacia el éxito azulgrana esta temporada, pero a tres partidos, quizá cuatro, de lograr todos los sueños del club, arriesgarse a una lesión se antoja un peligro para Luis Enrique. Es aventurado imaginarle en el banquillo, dejando su puesto a Pedro, de la misma manera que se adivina difícil de pensar que pudiera forzarse su presencia si no está recuperado totalmente.
Y, más allá de discursos oficiales y sentencias ante los medios, no será hasta dos horas antes del partido que se sepa si el delantero uruguayo estará en el equipo inicial de Luis Enrique.
La duda de Suárez es la certeza de Messi. El líder del líder, el conductor del expreso azulgrana estará al frente del equipo en el Vicente Calderón dispuesto a llevar en volandas al grupo hacia su primer objetivo de la temporada. Su sexto título liguero le espera en Madrid y no quiere retrasar su alegría. La alegría del barcelonismo.