José Antonio Cortés 9y

Cimbraron fachada, falta la estructura

El secreto peor guardado del futbol de pronto se materializó y cimbra la fachada, pero todavía no la estructura --anquilosada sí, reumática también, esclerótica efectivamente, pero impune e inmune hasta ahora—del mal llamado órgano rector de este deporte.

Y digo mal llamado porque el futbol está en la cancha, en el llano, potrero y ese no lo rige FIFA. Porque ahora se habla de futbol manchado, pero el deporte, como dijo ese filósofo de Lanús, Diego Maradona, ese no se mancha, los manchados y en muchos sentidos son otros.

Pero sí defrauda económicamente al aficionado porque cada soborno, arreglo, lavado o mal manejo en el futbol organizado se reflejó en el precio de cada entrada para un partido internacional, un jersey o pago de cable por el mundial completo, porque de algún lado debe salir el dinero que cubra esos sobreprecios provocados por tantas “embarradas de mano”.

El miércoles, el Departamento de Justicia de Estados Unidos apoyado en una investigación de impuestos y con el debido canto de un ‘pez gordo’, o más bien pájaro gordo (y no me refiero a la redonda figura de Chuck Blazer, sino a su función de “topo” o soplón o cantor) obtuvieron los datos que ayudaron a la detención de un selecto grupo de directivos concacafkianos y conmebolianos, y esto se ha convertido en el peor día de la historia de la FIFA, pero quizás el primero de muchos buenos días para el futbol mundial.

Este secreto documentado previamente en un sinfín de libros, investigaciones periodísticas e incluso con declaraciones de colaboradores cercanos de Joseph Blatter y compañía, nadie había podido o querido castigarlo o siquiera investigarlo legalmente con esta fuerza. Y lo que ha salido ahora es como ver asomarse el bigote de un gato, falta el resto del animal.

Hoy IRS, FBI, CIA exhiben los enjuagues tras hacerle manita de puerco a Blazer, que busca un mejor trato de la ley como boquiflojo ya que tiene deudas fuertes en cuanto a impuestos.

Los Leoz, Warner, Webb y demás gente de pantalón largo que desentonan en el paisaje futbolero ya están en un proceso donde, de menos deberán ser expulsados del futbol de por vida, y podrían pasar un tiempo a la sombra.

Desprestigio (si es que se puede tener más), destrucción de su imagen y afectación en sus futuros contratos tendrá que ser la consecuencia para FIFA, pero ¿cómo es posible que a pesar de tanto fango, todavía Blatter diga que las elecciones se llevarán a cabo?

¿Cómo, si está demostrado ahora de manera oficial que un sinnúmero de directivos de FIFA han vendido sus votos como en barata de Black Friday, es que se pretende hacer una votación ahora?

¿Quién garantiza que los votos que se emitirán son limpios y no hubo un billete de por medio?

Llámenme malpensado, pero yo creo que el señor Blatter tiene al menos una puerta de escape en esto.

Revisemos los nombres de los indiciados y salvo el muy anciano Nicolás Leoz y el ya muy manchado Jack Warner (ambos ya retirados), el resto son personajes de los que se puede desprender sin empacho. Ojalá no sean sólo los chivos expiatorios y luego todo “regrese a la calma”.

Esperemos que las investigaciones lleguen hasta los cuellos de la Hydra y no sólo a sus tobillos.

Hasta ahora el Departamento de Justicia no ha querido siquiera mencionar a Blatter, quien podría, por qué no, ser otro “sapo”, un colaborador de las investigaciones ¿a cambio de? Inmunidad, una salida “digna”, un retiro prematuro, no lo sé.

Las pesquisas estadounidenses sólo pueden perseguir los ilícitos cometidos dentro del territorio o jurisdicción de la Unión Americana, así que si Blatter lleva sus cuentas en otro lado, será muy complicado, por más que en su país, Suiza, cooperen. Además Blatter persigue poder no las “migajas” que se reciben como titular de una Federación isleña, por apoyar en bloque que un Mundial se haga en el desierto o en la tundra.

Lo que creo es que atraparon y atraparán a los más burdos y descuidados en su presunta “labor” de corrupción, dudo mucho que los directivos de más alto nivel hayan dejado huellas tan visibles, al menos en Estados Unidos.

Es como el dopaje, muchos lo hacen, lo desarrollan y hay una industria detrás de él, pero sólo caen los pobres que compran las sustancias más conocidas, los tontos o los avorazados que pretenden ganar todos los tours o pegar todos jonrones en una temporada y que nadie lo note.

Tengo la esperanza de ser un malpensado equivocado y que no haya ningún tipo de arreglo o negociación con los más altos directivos de FIFA, quiero creer que si hay algo que castigar se castigará y que me daré de topes en una pared por siquiera haber vislumbrado que Blatter tiene un túnel de escape en su madriguera.

MÉXICO EN ESTE ESCÁNDALO

Los federativos mexicanos tienen 25 años desterrados de las decisiones de poder en Concacaf y no por gusto, sino a raíz del escándalo de los “cachirules” y el empoderamiento de Blazer y Warner, luego del periodo de Joaquín Soria Terrazas y más aún desde que el balompie mexicano quedó en orfandad con la muerte de Guillermo Cañedo de la Bárcena.

Concacaf no dejó subir a ningún mexicano a niveles de decisión mayor en todo este tiempo. Por ahí Guillermo Cañedo White, como deferencia a su padre tenía un cargo, pero el queso estaba en manos de otros.

Esto ahora juega en favor de Decio de Maria, Justino Compeán y antecesores. No fueron parte de los grandes “negocios” y la verdad que ni falta que hacía ya que el mercado nacional da para mucho y Compeán supo explotarlo comercialmente a nivel México, una marca que por sí misma vale más sola que el resto de Concacaf junto, pero sólo tiene un voto en el comité.

Con esto no digo que Justino y Decio sean blancas palomas, no lo sé, no metería las manos al fuego por ellos ni es mi trabajo hacerlo, además en Mundiales hubo reventas de boletos muy raras que nunca han quedado bien explicadas, pero lo que sí creo es que no eran parte de la cofradía concacafkiana que ahora pedirá que le lleven cigarros y una armónica para pasar mejor sus días tras las rejas.

Además es muy conocida la pugna Blazer-Compeán, a quien incluso el estadounidense señaló como el responsable de su salida de Concacaf en 2011, cuando ya se habían desnudado algunos de sus malos manejos y compras de votos.

¿Saldrán más nombres? Seguramente de directivos y empresarios, porque no hay sobornado sin sobornador, tengamos la libreta lista porque es posible que se gaste mucha tinta en eso.

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