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Árbitros: culpan a jugadores por escándalos en la Copa América

BUENOS AIRES -- El presidente de la Comisión de Árbitros de la CONMEBOL, el paraguayo Carlos Alarcón, reconoció el jueves que la competencia está siendo "muy difícil" para los jueces, aunque le echó la culpa a la falta de cooperación de los jugadores.

"Fue una Copa América muy difícil. Los equipos han venido bastante parejos, han trabajado duro, han complicado mucho el trabajo de los árbitros. Los árbitros hicieron todo lo posible para evitar los escándalos, pero los hubo porque no hubo cooperación por parte de los jugadores", disparó el responsable del arbitraje en Sudamérica en una entrevista con Radio Mitre.

En otro orden, aseguró que la decisión de designar al colombiano Wilmar Roldán para que dirija la final entre Chile y Argentina el próximo sábado fue tomada "con absoluta libertad y con absoluta tranquilidad", y que para elegirlo se basaron en su experiencia mundialista.

SCIME REEMPLAZARÁ A GNECCO
El presidente de la Comisión de Árbitros de la CONMEBOL confirmó que desde ahora Miguel Scime reemplazará como miembro de ese organismo a Abel Gnecco, salpicado por las escuchas judiciales que se le hicieron al fallecido titular de la AFA, Julio Grondona.

"Se va a producir la incorporación oficial de él. Va a venir aquí para que yo lo presente a los árbitros. Hay una nota de la AFA en la Confederación, y yo creo que mañana (por hoy) mismo él se va a incorporar a trabajar con nosotros en todos los aspectos. No sólo en las designaciones, también en la formación de los árbitros", informó el responsable del referato sudamericano en una entrevista hecha en el programa "Supermitre Deportivo", que se emite entrada la madrugada por Radio Mitre.

Gnecco renunció a la Comisión tras conocerse una escucha telefónica en la que coordina junto al fallecido expresidente de la AFA Julio Grondona la designación del paraguayo Carlos Amarilla para un partido entre Boca y Corinthians de la Copa Libertadores 2013, con la intención de beneficiar al conjunto argentino.

"Indudablemente lo que él dijo, no lo dijo en un contexto serio. Él mandó una nota aclaratoria a la Asociación paraguaya y al presidente de la Confederación. Se malinterpretó, se distorsionó, se sacó del contexto real. En ningún momento se habló de arreglos", defendió Alarcón a su "amigo de hace muchos años".

De todos modos, reconoció que en ese polémico encuentro hubo varios fallos de Amarilla que beneficiaron al xeneize, y que las escuchas pusieron en duda las honorabilidades de Gnecco, Amarilla y la Comisión.

"Penosamente debemos admitir que hubo errores arbitrales en ese partido. Nos causó un gran daño a todos nosotros. Gnecco fue consciente de ello, se sintió mal, y todo eso hizo que él se alejara", lamentó quien tiene a su cargo el trabajo arbitral de Sudamérica.

También se refirió al mal momento anímico del árbitro paraguayo, quien según él le "ha sido muy útil a la Confederación".

"Amarilla está muerto, pobre. Está desesperado porque este es su último año, y un día que él esté suspendido, para él es una eternidad. Es un árbitro que ha dirigido dos finales de la Copa América, ha dirigido otras finales. Desde muy jóven ha sido muy útil a la Confederación", concluyó el dirigente.