NUEVA YORK -- Tras sufrir una segunda blanqueada consecutiva la noche del miércoles, Terry Collins admitía que era tiempo de unirse con sus entrenadores de bateo y juguetear con la alineación que languidecía por anotar una carrera.
Buscando cómo romper una seguidilla de 20 entradas sin anotar una sola carrera de cara al tercer y último encuentro de la serie contra los Cachorros de Chicago, Collins se encontró con pocas opciones la mañana del jueves dentro de su oficina en Citi Field.
El dirigente de los Mets de Nueva York puso lápiz a papel y entonces apuntó al novato Darrell Ceciliani, un jardinero suplente, como su segundo bate, colocó a Eric Campbell y Johnny Monell, un par de jugadores que han quemado el pitcheo en Triple A pero que apenas cuajan en las mayores como jugadores del banco, bateando sexto y séptimo, respectivamente, en la alineación.
Pero luego de que esta nueva edición de su alineación le pusiera la tapa a una racha de 23 entradas sin anotar una carrera, que para el colmo fue anotada por el lanzador Jacob deGrom, Collins aún le buscaba una solución a una ofensiva que sólo ha producido 23 carreras en los últimos 14 juegos.
Mientras que el estratega Joe Maddon trajo un mago al camerino visitante la tarde del martes para aligerar el estado del ánimo sus muchachos, quienes estaban batallando contra una cadena de cinco derrotas, Collins afirmaba que quizás estaba a punto de tratar algo nuevo, a lo mejor buscando como mejor imitar a Pedro Cerrano, el personaje en la película “Major League” que encendía los poderes de su bate practicándole vudu a Jobu, un muñeco que tenía en su casillero.
“Lo único que falta es el sacrificio humano. Así que elegiremos alguien”, bromeaba Collins luego de la derrota 6-1 que selló la barrida para los Cachorros en esta serie de tres partidos.
Paralizado por las lesiones que han afectado su plantel, comenzando con la de David Wright, que no ha jugado desde la segunda semana de la temporada, el segundo viaje a la lista de incapacitados para su receptor titular Travis d’Arnaud, y ahora Michael Cuddyer, quien fue baja el jueves debido a una lesión en la rodilla izquierda que sufrió el martes, Collins quizás hubiera recibido mejores resultados si hubiera hecho un pedido especial por Manny Ramírez, quien estos días trabaja como instructor de bateo y estuvo en el dugout de los Cachorros durante esta serie, y la incorporación del novato Steven Matz, quien debutó en la lomita el domingo y remolcó cuatro carreras.
Collins opinó que existe un presentimiento perdedor en cualquier momento del partido cuando su equipo tiene el marcador en su contra, especialmente en la sexta entrada cuando el dominicano Jonathan Herrera conectó un cuadrangular con un corredor en base para aumentar la ventaja 4-1.
“Tenemos que tomarlo con calma. Tenemos que tener un poco de diversión. No nos estamos divirtiendo. Todo es cuestión de ganar pero tienes que disfrutar cuando vienes para el parque”, señaló el manager de la novena neoyorquina. “Cuando estas tan preocupado por fallar, como muchas veces hemos mencionado en esta sala, hay más jugadores destruidos por el temor de fallar que por la falta de talento y en este nivel todo el mundo tiene talento. Así que hay que salir allí afuera con confianza y jugar este juego de la manera correcta”.
En este tramo de 14 juegos, los Mets han promediado 1.6 carreras y ha sido blanqueados en cuatro ocasiones.
Y esto solamente podría empeorar cuando Nueva York inicié una serie de tres partidos contra los Los Angeles Dodgers el viernes por la noche en Dodgers Stadium donde los esperan Clayton Kershaw y Zack Greinke.