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George Rogers dio tintes de figura en una carrera cortada por lesiones

George Rogers fue la primera selección de los Saints en 1981 tras ganar el Heisman. Getty Images

La redacción de ESPN.com.mx eligió a los jugadores más representativos para cada número de jersey, desde el 99 hasta el 1, para dar a conocer sus semblanzas a modo de conteo regresivo hasta el arranque de la temporada regular del 2015. Aquí puedes consultar la lista completa.

MÉXICO -- Probablemente su nombre no sea muy recordado a causa de la corta duración de su carrera y su entrada a la NFL por medio de un equipo históricamente perdedor, pero en poco tiempo, George Rogers se estableció como uno de los ganadores del Heisman más exitosos a nivel profesional y sentó las bases de la que pudo ser una carrera con etiqueta de Salón de la Fama.

Reclutado en la primera ronda del draft de 1981, para la temporada de debut de Bum Phillips al mando de los New Orleans Saints, el histórico jugador de los South Carolina Gamecocks lideró la NFL como novato con 1,674 yardas y pronto se ganó una consideración importante como corredor ancla para el futuro de la franquicia.

Aunque en su segunda temporada comenzarían las lesiones que a la postre derivaron en su retiro prematuro, Rogers arrancó su tercer año de la mejor forma posible: el 4 de septiembre de 1983 los Saints vencieron a los St. Louis Cardinals en el Superdome por 38-17, ganado su tercer juego inaugural en la historia con 206 yardas terrestres de Rogers, marca para la franquicia.

En el resto de 1983, la producción de Rogers se fue desvaneciendo conforme avanzó la campaña y sólo vio tres partidos más superiores a las 100 yardas, de los cuales los Saints ganaron dos. Al final registró un promedio de 88.0 yardas por juego, menor al de sus dos años previos pero destacado de forma aislada y suficiente la marca de las mil yardas por segunda ocasión en su carrera y apenas con 13 juegos.

Los Saints canjearon a Rogers a los Washington Redskins después de la temporada de 1984 --donde marcó 914 yardas terrestres en 16 partidos, con únicamente dos anotaciones-- con la intención de atraer a Earl Campbell, histórico corredor y favorito de Phillips.

En el recuento de los daños, el canje resultó mejor para Rogers y los Redskins que para New Orleans. Phillips renunció antes de que terminara la campaña del '85 y Campbell anunció su retiró en el campamento de entrenamiento de 1986.

Para Rogers vendría una etapa de redención, comenzando con el relevo al histórico John Riggins en la posición que dominó durante años. Pero a los 36 de edad, 'Riggo' era el corredor más viejo de la NFL y la transición fue natural y suave, con el legendario coach Joe Gibbs optando por Rogers como titular en cinco juegos de la temporada.

"Me gustaría iniciar a George y darle la oportunidad de pisar allí dentro", declaró Gibbs antes de la Semana 14 de 1985, en que Washington se mediría a Philadelphia con miras al liderato de la Conferencia Nacional. "Quiero ver lo que él puede hacer. Siento que George puede ser un gran corredor en términos de yardas por acarreo para nosotros".

Dos semanas antes de eso, Rogers recibió la designación por encima de Riggins para enfrentar a los Pittsburgh Steelers, pero al cabo de 10 acarreos fue enviado a las latearles con una conmoción. No obstante, la cualidad que Gibbs destacó no tardó en reflejarse: Rogers, siempre detrás del jersey N° 38 tanto en Saints como en Redskins, terminó el año con 4.73 yardas por acarreo y consiguió siete touchdowns para firmar su tercera temporada superior al millar de yardas.

Su consolidación como profesional que halló en su nuevo hogar el oro, vino en 1986, cuando consiguió una marca personal de 18 touchdowns, seis menos que el récord de la época establecido por Riggins en 1983 y tres menos que Joe Morris, líder de la NFL ese año. Rogers terminó la campaña nuevamente arriba de las mil yardas (1,203) y los Redskins, que iniciaron 5-0 y ganaron cinco de sus últimos siete juegos llegaron hasta la Final de Conferencia, donde cayeron ante los New York Giants que se coronarían más adelante.

La recompensa para Rogers, quien para 1987 ya era un manojo de lesiones y sólo vio dos juegos superiores a las 100 yardas en 11 participaciones, vino cuando los Redskins terminaron 11-4 y obtuvieron su segundo anillo de Super Bowl tras vencer a los Denver Broncos, en un juego donde Rogers tuvo cinco intentos para 17 yardas detrás de Timmy Smith, quien dio el mejor partido de su carrera esa noche.

El ex ganador del Heisman nunca regresó a la NFL y, aunque su carrera terminó rápido, las consecuencias lo persiguen hasta la actualidad. En el 2009, en entrevista con el Merced Sun-Star, Rogers confesó que experimentaba dolor diario en la rodilla, hombro, espinillas, dedos del pie y pulgares, al punto de reconocer que "algunos días odio despertar".

Su vida fuera del campo también atrajo polémica, toda vez que en 1990 fue arrestado por posesión de cocaína e incluso aceptó haberla consumido durante su temporada récord de novato.