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Historias mínimas

Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

KARMA SUPERADO
84 torneos de WTA necesitó jugar Sloane Stephens antes de terminar con un trofeo bajo el brazo. De finalista, incluso, ya que nunca hasta la última semana había accedido a una definición en el máximo circuito. Recorrido difícil de pensar 31 meses atrás, cuando hacía trastabillar a Serena Williams en el Abierto de Australia, con solo 19 años.

A aquella ruptura le siguieron cuartos en Wimbledon, ascenso hasta el N°11 y una permanente comparación (casi rivalidad) con Serena. Pero los resultados dejaron de llegar, el ranking bajó y otras promesas del circuito ocuparon "su lugar".

"¿Qué opinas de los títulos de Madison Keys y Coco Vandeweghe en las últimas semanas?" le preguntaron promediando 2014, cuando su presente ya no era aquel de las semifinales de Australia. "Que ya pueden sumar sus nombres a la lista de jugadoras que ganaron un título antes que yo", ironizaba Stephens.

En Washington pasó de largo Samantha Stosur, tampoco pudo Anastasia Pavlyuchenkova, y la norteamericana por fin gritó campeona en la WTA, para contemplar el trofeo y preguntar con gracia: "¿Y con esto qué se hace?".

Con la cabeza fría, el balance fue más profundo: "No quemé etapas, no me regalaron nada. Tuve que trabajar por todo. Se siente bien que después de tanto esfuerzo invertido hoy pueda tener este título. Todo llega a su momento", resaltó.

Pero enseguida recuperó la mordacidad y desafió a la misma prensa que tanto había hablado de su sequía: "Ahora van a tener que buscarse otra jugadora de quien hablar, una que lleve la antorcha de aquí en más. Estoy segura igual que ya la van a encontrar...".

TERAPIA DE PAREJA
Alison Riske tiene contra las cuerdas a Carla Suárez Navarro, pero no puede dar el golpe final. Se enreda, tiene una racha de puntos en negativo y solicita el ingreso de su coach. Allí va Stephen Amritraj, exjugador con un puñado de partidos ATP en dobles, y empieza el ida y vuelta.

En un momento, Riske se vuelve a lamentar por su vaivén en el partido, baja la cabeza y Armitraj se roba la escena: tapa el micrófono que exige la televisión, lo arranca de su camiseta y le lanza a "su pupila" un freno particular: "Deja de hablar mierda".

¿La reacción de la jugadora? Nula. Al contrario: vuelta a la cancha y concreción de su primera victoria ante una Top 10 en 2015.

Pero el exabrupto de Amritraj cobró vida propia en redes sociales, replicando el caso del "coach que humilla a su jugadora". Situación que provocó la respuesta de la propia Riske, con una aclaración que en realidad no hizo más que enrarecer el contexto: "Stephen no es mi entrenador, es mi novio. Vino al torneo usando tiempo de vacaciones y me terminó ayudando a ganarle a una Top 10...".

"La verdad es que en ese momento del partido estaba muy frustrada con mi juego. Tal vez necesite que todas mis experiencias de coaching sean así", siguió Riske, según rescata el portal Tennis Now.

¿En el juego y en el amor, entonces, vale todo? Por lo pronto, a Armitraj ya no se lo verá en cancha: en la semana, la norteamericana terminó de cerrar con la sudafricana Chanelle Scheepers, recientemente retirada, para que sea su próxima entrenadora.

CONSEJO MAESTRO Y SUDAMÉRICA EN LA MIRA
Mientras batalla por regresar al Top 10, Andrea Petkovic acumula consejeros de lujo. Por un lado, la alemana se contactó con Steffi Graf y viajó a Las Vegas para compartir tiempo de entrenamiento junto a la ex-N°1 del mundo.

"Me ayudó muchísimo su visión. No dice muchas cosas, pero cuando lo hace, da en el blanco. Le consulté si había pensado alguna vez en ser entrenadora en el circuito, pero me dijo que no tenía interés en viajar", explicó Petkovic, en declaraciones que reproduce el sitio de la WTA.

"Me remarcó que estaba disponible para ayudarme todo el tiempo que yo estuviera en Las Vegas, pero que fuera de eso no se podía comprometer a un solo torneo", siguió.

A quien sí pudo acudir en pleno circuito fue a Boris Becker: "Hablamos en Roland Garros, había visto mis partidos y me dio un par de tips. Me dejó su teléfono y me dijo que cuando necesitara algo o tuviera cualquier pregunta, lo llamara. Así que en Wimbledon ya lo tomé como una especie de ritual y cada vez que nos cruzábamos íbamos a comer al restaurant del club".

"La verdad es que le pregunté cosas que para él seguro eran pavadas, pero que a mí realmente me interesaban. De alguna manera siento que me pude meter un poco en su cabeza y eso me ayudó un montón", explicó Petkovic. Aunque en diálogo con Sports Illustratred descartó cualquier tipo de colaboración formal: "No sé de dónde sacaron que estábamos trabajando juntos, es totalmente falso. O sea, él sigue con Novak, es obvio que no está conmigo".

Allí Petkovic también ofreció una particular respuesta respecto de qué lugar, entre aquellos donde no la llevó el tenis, le gustaría visitar: "Me encantaría ir a Sudamérica. Sé que están Bogotá y los torneos de Brasil, el problema es que los metieron en una parte muy complicada del calendario, siempre pisándose con la Fed Cup. Pero sería muy interesante tener competencia en, no sé, Paraguay, Uruguay, Argentina. Nunca estuve en Buenos Aires. Creo que sería una linda experiencia".

EL MENTOR
La despedida itinerante de Lleyton Hewitt sigue sumando capítulos interesantes. Tras su épica actuación en cuartos de Copa Davis y la vuelta a las canchas duras para su última gira por Norteamérica, el australiano tiene nueva tarea por las próximas semanas: guiar a Nick Kyrgios en la preparación al US Open.

A tono con un más que posible desembarco en la capitanía de Australia desde la Davis de 2016, Hewitt oficiará como una suerte de "mentor", aconsejando y ayudando en los entrenamientos. Además, en Montreal ambos compartirán cancha en dobles.

Sin coach desde antes de Wimbledon, Kyrgios arrastraba un profundo bajón anímico por lo sucedido entre Londres y Australia, con actitudes desafiantes, una dura derrota en casa y una fuerte reacción en contra en redes sociales.

"Por cómo estaba mentalmente, no había manera de que ganara ese partido en la Davis", recapituló su madre Nill, en diálogo con el diario The Age. "No supo lidiar con tanto feedback negativo".

Para la madre del joven, la inclusión de Hewitt es todo ganancia: "A Lleyton lo va a escuchar, porque sabe de lo que habla. A Nick lo que no le gusta es que le dé consejos gente que nunca estuvo en una situación semejante, pero Lleyton pasó por todo", remarcó.

Y aclaró: "Tampoco es que va a asumir un rol de decir 'haz esto, no hagas lo otro'. Pero puede hacerle ver desde su lugar que hay algunas cosas en las que no debería seguir cayendo, porque más adelante lo va a lamentar".

SPARRINGS, ONCE AÑOS DESPUÉS
Algunas relaciones llevan su tiempo. Pueden pasar años de admiración e idolatría hasta que las utopías se convierten en realidad.

Yates y Hunter Johnson eran muy pequeños cuando empezaron a seguir el tenis, y a Bob y Mike Bryan en particular. Con una coincidencia: también son mellizos. La conexión comenzó en 2004 cuando dos niños veían perder a los Bryan en el Masters de Houston, pero mantenían el fanatismo hecho mensaje: "twins rock", el lema que se leía en sus remeras. Algo así como "los mellizos mandan".

Fascinado como habiendo encontrado versiones miniatura de Bob y Mike, el padre de los Bryan los invitó a que pelotearan con los N°1, y allí se gestó el enlace entre los cuatro protagonistas de esta historia.

La relación se afianzó: "Ahora que son mayores y más fuertes, encajan a nuestra rutina como grandes compañeros de práctica", dijo Bob Bryan sobre los otros gemelos, que ya tienen 21 años.

"Antes eran ballboys. Y a medida que fueron creciendo, se pudo jugar un poco, aunque sea en broma, después de las prácticas. Ahora están ‘a full’ y jugamos sets", confió Bob, según lo publicado por Washington Post durante el ATP 500 de esa ciudad.

Jugadores universitarios, ya tienen experiencia en Futures, nivel en el que ya sumaron un título en Bélgica. "Después de un año en la Universidad vamos a ver cómo van las cosas: la idea es jugar un año completo y ser profesionales 100%”, cuenta Yates.

¿Hay futuro? "Veo muchas similitudes en su forma de jugar con respecto a nosotros”, asegura Bob. “La forma en que se mueven juntos y en cómo achican los espacios". Por lo pronto, son eficientes como “partenaires”: los Bryan cosecharon juntos el título Nº108 a nivel ATP.