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América de Cali: cuando el Diablo quiere un milagro, el ascenso

Los Diablos Rojos atraviesan un bajón futbolístico en el Torneo MPSportImages.com

CALI - No importa cuántos partidos gane, no importa que esté metido entre los preclasificados a los cuadrangulares, Fernando Velasco, técnico de América de Cali, vive sus días como jefe del banquillo escarlata como un trapecista. Vive de pasar de una cuerda floja a otra. Cuando hay un traspié del plantel en el campeonato de inmediato la reacción es poner su nombre en entredicho.

Y así en medio de esa desesperación de la que están presos directivos, hinchas y periodistas, producto de tres temporadas en la Primera B, se han llevado por el medio a cinco entrenadores titulares y un interino en siete torneos atentando contra uno de los principios básicos de este deporte: la continuidad.

Desde el 2012 han desfilado por la zona técnica de los Diablos Rojos Eduardo Lara, Luis Augusto García, John Jairo López, Diego Umaña y ahora con la espada sobre el cuello, Velasco, el actual que al igual que dos de sus antecesores no hace mala campaña, pero el grado de insatisfacción de parte de los dirigentes por no ver que el proyecto deportivo no cuaja ni convence en sus formas, quedó de manifiesto con la declaración de las últimas horas hechas por el presidente de la institución Oreste Sangiovanni, “la de Velasco es una crónica de una salida anunciada”.

En el caso de Lara ganó el Torneo Apertura y finalista del segundo de la temporada 2012, pero no logró el ascenso. Cosechó 100 puntos en 52 partidos y un rendimiento del 62%. Sin embargo, fue despedido por perder la final ante Alianza Petrolera y en la Promoción cayó ante Cúcuta Deportivo.

Al año siguiente, Diego Umaña rozó el rendimiento de su antecesor con un 60.4% en 48 partidos que dirigió con 25 triunfos y 87 puntos cosechados. Su destino: el desempleo después de esto.

En el 2014, comenzó John Jairo López, el español Salvador Suay y el ex campeón con Millonarios Luis Augusto ‘Chiqui’ García. López fue subcampeón del Apertura y cuando lo despidieron, América estaba al igual que hoy dentro de los preclasificados a los cuadrangulares. García falló durante la liguilla de enero pasado jugada en Bogotá cuando se jugaron los Cuadrangulares de Ascenso que ganaron Cúcuta y Cortuluá.

Así las cosas en América no basta con ser buen entrenador, tener al equipo entre los clasificados, llegar a las finales o jugarlas bien. Basta el ascenso sin importar el método aunque eso incluya venderle el alma al Diablo.