BUENOS AIRES -- El último oasis. Así podrían definirse los días que José Santamarina, mano derecha del head coach de Los Pumas, Daniel Hourcade, está disfrutando en su Tucumán natal. La mecha que lo separa del 31 de agosto, día en el que el seleccionado argentino viajará a Europa para la gira previa a la RWC, se va consumiendo rápidamente y, claro, es momento para dedicarle tiempo de calidad a la familia. “Trato de estar mucho con los míos, con mis hijas Paula y Agustina, mientras también dejo todo preparado para lo que se nos viene”, le cuenta el Cheto a Scrum.
El ex tercera línea, que dio el presente en los mundiales de 1991 y 1995, ya vivió, en su época como jugador, lo duro que es el corte pre Copa del Mundo. Pero si bien uno supone que por la experiencia que acarrea ya debería estar curtido en este tipo de situaciones, esto no es tan así. “El sábado pasado, cuando le dimos la lista del Mundial a los jugadores, fue un momento muy doloroso. Creo que hasta que no nos volvamos a reunir para entrenar, la amargura no se va a ir”, explica, para enseguida agregar que “nos costó mucho decidirnos en algunos puestos y creo que le elección terminó siendo justa y justificada. Para nosotros los 31 convocados son, hoy, los mejores de la Argentina”.
- ¿Te hago un ping pong con los principales excluidos?
- Dale, no tengo problema.
- Gonzalo Camacho…
- Fue una pena dejarlo afuera. Es un jugadorazo al que su físico no lo acompañó en este último tiempo. Estoy seguro de que dentro de poco podrá volver a alcanzar su máximo nivel, pero la realidad es que hoy no se encuentra al 100% y no queríamos llevar jugadores que no estuvieran en su plenitud.
- ¿Leíste la entrevista en Scrum, en la cual, a pesar de haberse quedado afuera, les agradece la oportunidad?
- Sí, la leí. Y me llenó el alma. Sus palabras te muestran a las claras el tipo de persona que es.
- Tomás Lezana…
- Otra decisión muy triste, pero la verdad es que tenía mucha competencia en la tercera línea. Todos los integrantes también están en un gran nivel. Ponete a pensar en los apellidos con los que competía: Juan Leguizamón, Pablo Matera, Juan Fernández Lobbe, Facundo Isa, Leo Senatore y Javier Ortega Desio. ¿A quién dejás afuera? No es fácil. Él ya lo sabe: si se llega a abrir un hueco, por el motivo que sea, entra seguro.
- Manuel Carizza…
- Creo que nunca se terminó de convencer de nuestro sistema de juego. Yo personalmente lo llamé para que se incorporara en Australia. Y conversamos de todo, eh. De lo rugbístico y también de otras cuestiones más humanas. Jugó 160 minutos, contra los Wallabies y ante los All Blacks. Si bien es un gran saltador en la hilera, nosotros le pedimos otras cosas puntuales y no logró aplicarlas.
- ¿Por ejemplo?
- Tackle más potente, limpieza más rápida en el ruck, tackle a la salida de las formaciones, más polenta en el scrum… varias.
- Se lo vio medio contrariado…
- Lo leí, y no todo lo que dijo es tal cual. Qué sé yo. Él, por la regla 9, tenía que volver a los Stormers y nos preguntó, por un tema de pasajes, si iba a estar o no. Y nosotros a la lista la dábamos el sábado. Le dijimos que viajara, que no queríamos interferir con su club y que hoy no estaba, pero que si podía esperar al sábado, mejor. Y finalmente no viajó. Insisto, creo que nunca se terminó de convencer de nuestro sistema.
- Benjamín Macome…
- Una lástima. Lo probamos de segunda -le costó el line- y tercera línea, pero la realidad es que tuvo poca continuidad desde que se lesionó en 2014 y eso le jugó en contra. Ahora quedó como reserva.
El Cheto se queda pensando y tira sin que exista pregunta de por medio: “le dimos la chance a todos. Cada uno de los integrantes de este proceso tuvo la oportunidad de mostrarse adentro de la cancha. Y eso nos deja tranquilos”.
Además de los mencionados, hubo otros jugadores que fueron parte del mundo Hourcade en este último tiempo y el Cheto no los olvida. “Manuel Montero, que es un crack; Juampi Orlandi, que quedó como reserva; Felipe Ezcurra, que no tuvo continuidad porque arriba tiene a dos monstruos; Chipi Figallo, Matías Orlando, Gabriel Ascárate, Santi Iglesias Valdez, Rodrigo Báez… todos son grandes jugadores, que por una razón u otra no pudieron ser parte de la lista”.
Frontal, sin pelos en la lengua y con el rugby saliéndole por los poros, Santamarina se pone la pilcha de copiloto de Daniel Hourcade para la próxima gran aventura argentina: nada menos que la octava edición de la Copa del Mundo.