MÉXICO -- La pasada temporada de La Liga tuvo un punto de inflexión, o dos dependiendo de cómo se mire. La derrota del Barça en Anoeta y el triunfo del Madrid en el Mundial de Clubes. El primero puso en marcha la aplanadora catalana. Aquel 4 de enero Luis Enrique castigó a Neymar y Messi dejándolos en la banca, y a sí mismo con una derrota ante la Real Sociedad que desató rumores de cambio en el banquillo y una pequeña rebelión del 10 argentino. Pasado el trago amargo el Barça solo perdió en Málaga y Munich en los restantes 28 partidos de la temporada y levantó los tres trofeos que perseguía: Liga, Copa del Rey y Champions. Después del tropiezo de Anoeta, Messi anotó 35 de sus 43 goles en liga y acabó con los rumores de su falta de compromiso.
El Mundial de clubes logró lo opuesto para el Madrid. Aquel equipo que llegó a encadenar 22 triunfos oficiales con el título ante San Lorenzo, bajó a la tierra y en quince días quedó fuera de la Copa del Rey frente al Atlético y cedió la punta de La Liga. Y si el Barça se mide en “Messis”, el Madrid se mide en “Cristianos”. El 2015 del portugués también fue terrenal, para sus estándares al menos. En la segunda mitad Cristiano anotó 23 de sus 48 goles pero 6 de ellos llegaron en las últimas dos fechas cuando La Liga ya estaba perdida.
Esa es la radiografía general de la pasada temporada. Ahora al presente. Pretemporada y Supercopas a un lado, no hay nada que indique que el mismo Barça del año pasado, menos Xavi, no puede volver a dominar La Liga. El tridente Messi-Suárez-Neymar probó ser letal y muy bien compenetrado, y la defensa con Bravo como ancla, bastante solvente. La sanción de FIFA evitará que Arda Turán y Aleix Vidal se muestren hasta enero pero el problema de la profundidad parece pasar más por la defensa que por el ataque. El once del Barcelona es el equipo a vencer, pero la plantilla del Madrid luce más completa.
Nuevo jefe en el Bernabéu. Rafa Benítez llega con nuevas ideas. Gareth Bale de mediapunta puede ser una de ellas, puede, porque si el experimento no funciona en un mes, el galés volverá a la banda. Si no llega De Gea, el lugar del exiliado Casillas parece ser de Keylor Navas aunque la competencia estará abierta con Kiko. La mayor victoria de mercado de los blancos fue retener a Sergio Ramos. El rescatista de “La Décima” es garantía en el centro de una zaga que debería ver a Varane dar el paso al frente o definitivamente al costado. La competencia para Carvajal llega del Porto con Danilo y la profundidad en una media ya completa viene para quedarse con el fichaje del croata de 21 años Mateo Kovacic.
El Atlético quiere volver a competir en serio y para ello volvió a su especialidad: fichar con cabeza. Regresa Filipe Luis desde el Chelsea y para no extrañar los goles de Diego Costa que le dieron La Liga en 2014, los colchoneros trajeron del Porto a Jackson Martínez. Además aterriza en el Calderón el argentino Luciano Vietto después de anotar 12 goles con el Villarreal. Junto a Griezmann y Torres la ofensiva no debería ser un problema. Con Turán en el Barça el peso de la creación aumentará sobre la espalda de Koke.
El Valencia quiere ser el nuevo Atlético pero el cuadro “ché” no ha fichado para ello. Falta ver qué hará con los 45 millones de euros que le lleguen del Manchester City por el traspaso de Nicolás Otamendi. Llega Rodrigo del Benfica para aportar desequilibrio por la banda y el futuro de Negredo es incierto pues no es del gusto del técnico Nuno. Para pelear arriba el Valencia necesitará más que 11 goles de Paco Alcácer que con esa cifra logró llamar la atención de Vicente Del Bosque.
La Supercopa de Europa demostró que el Sevilla es especialista en finales pero La Liga es un torneo muy largo. Ciro Immobile es una apuesta económica y que puede ser muy rentable si aparece el verdadero “capo cannonieri” de la Serie A. El año pasado extrañaron a Rakitic y en este pueden extrañar los 20 goles de Carlos Bacca, vendido al Milan, y los 12 de Aleix Vidal, de vacaciones en el Barcelona.
La Liga de dos puede volver a ser de tres si el Atlético carbura, o de cuatro si el Sevilla da el salto de calidad. Mientras tanto, todos contra el Barça.