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¿Por qué Posey es el MVP de la LN?

Buster Posey inmerso en otra excelente campaña con los Gigantes. AP Photo/Danny Moloshok

Este verano ha sido increíble en terminos de actuación de jóvenes jugadores. Luce como que cada semana un novato como Carlos Correa o Kyle Schwarber es promovido a las mayores y tiene inmediato impacto.

Esa tendencia juvenil puede ser mejor reflejada por Bryce Harper, de 22 años, que ha silenciado a sus críticos con una cuarta temporada sensacional. La ofensiva de Harper ha sido 97 por ciento mejor que el average de la liga y la mejor en el béisbol en un 19 por ciento.

Él lidera la Liga Nacional con 31 jonrones. Desde mayo Harper ha sido un claro favorito para ganar el premio a Jugador Más Valioso (MVP, por sus siglas en inglés) de la liga. Si Harper falla en ganar el MVP es probable que sea debido al colapso de los Nacionales.

El 5 de julio ellos estaban 10 juegos por encima de .500 y 4,5 de ventaja en el Este de la Liga Nacional. Ahora están dos juegos por encima de .500 y a 5,5 juegos del líder en su división. Debido a la falta de consenso en que significa más valioso en el contexto del premio, los votantes pueden desechar la labor de Harper si los Nacionales fallan en alcanzar la postemporada.

El valor debe representar el estimado de carreras producidas o salvadas por el jugador para su equipo. Haciendo esa aclaración uno puede asumir que estaría en completa concordancia que Harper corra por el premio, pero hay otro candidato que ha hecho más por su equipo esta temporada. Ese jugador es el receptor de los Gigantes Buster Posey.

Posey está muy por debajo de Harper y otros candidatos en jonrones y otras populares estadísticas ofensivas, pero el alcance de sus contribuciones y su importancia en el contexto crea un puente entre su valor y el de los restantes mejores candidatos. He aquí muchas de las maneras en que Posey ha ayudado a los Gigantes.

Su bateo

Es impresionante su línea ofensiva de .315/.371/.474 y sus 16 cuadrangulares. Sus números se vuelven más relevantes cuando los comparas con los de otros receptores. Las contribuciones ofensivas de Posey son 37 por ciento mejores que las de los jugadores promedio y 20 por ciento mejores que las de cualquier otro receptor. Mientras tanto, el poder moderado de Posey luce más impresionante cuando consideras lo difícil que es conectar jonrones en el estadio AT&T donde juega la mitad de su calendario.

Entre 2012 y 2014, en el estadio AT&T se pegaron 34 por ciento jonrones menos que el promedio en los otros parques, según el Bill James Handbook. National Park es también un estadio amigable para los lanzadores, pero la diferencia provoca que la ofensiva de Posey sufra más que la de Harper por la situación.

Su brazo

Incluso en contexto, las contribuciones ofensivas de Posey están a la zaga de las de Harper y otro número de candidatos. Sin embargo, defensivamente, pocos pueden superar a Posey. Comienza con su brazo. Posey ha cogido robando a 17 corredores, comparado con solo 28 que han podido robarle. El resultado de 37.8 por ciento de cogidos robando está empatado como el más alto de los receptores con al menos 600 innings jugados esta temporada.

Más que generar outs, el brazo de Posey previene que los corredores intenten robar bases. Junto con los receptores de la Liga Nacional con al menos 600 entradas, solo Wilson Ramos, Yadier Molina y J.T. Realmuto han tenido menor promedio de intentos de bases robadas por inning.

Su guante

El impacto de Posey con su guante es más sutil que el impacto con su brazo, pero es mucho más valioso. Primero, ha bloqueado 37 pitcheos contra el suelo, contra apenas 4 passed balls y 17 wild pitch (falló al detener lanzamientos contra el suelo que permitieron que los corredores avanzaran). Eso combina para el segundo mayor promedio de bloqueos efectivos para un receptor con 600 innings.

Cada wild pitch y passed balls permite que el corridor avance y eso es funcionalmente igual a una base robada. Significa que cuando un catcher como Brian McCann no ha podido evitar 47 wild pitch -lo cual ha hecho esta temporada-, eso contrarresta el éxito que ha tenido contra los intentos de bases robadas.

Quizás la manera menos obvia en que Posey ayuda a los Gigantes es también la que más le ayuda. Posey es excelente guiando a los lanzadores, lo cual Baseball Info Solutions mide con una estadística llamada Strike Zone Run Saved. Esa medición recompensa a los receptores por dibujar strikes extras y los penaliza por conceder bolas extras, en relación con la probabilidad de que lanzamientos similares serían llamados strikes o bolas. Con base en esa medida, Posey ha salvado para el equipo siete carreras con su encuadre, que está cerca de una victoria completa, basada en la conversión estándar de 10 carreras por victoria.

Para muchos votantes, podría ser el factor que impulse a los Gigantes al playoff. Ellos solo están a 2,5 juegos por detrás de los Dodgers, líderes en el Oeste de la Liga Nacional. Todavía, basado en su contribución ofensiva y defensiva, Posey tiene muchas posibilidades para el premio, no importa como los Gigantes y Nacionales terminen en la tabla posiciones.

El resto de los 5 mejores candidatos:

• Bryce Harper, RF, Nacionales de Washington: Una de las grandes cosas sobre Harper es que además de su increíble proeza ofensiva, él no es unidimensional. De hecho, Harper ha salvado 10 carreras para los Nacionales con su defensa en el RF, gracias a que su desplazamiento y poder de brazo está por encima del promedio. Él ha sacado a seis corredores en base, lo que lo iguala como el que más en la Liga Nacional.

Paul Goldschmidt, 1B, Diamondbacks de Arizona: Es difícil imaginar a Goldschmidt ganando el premio en vez de Harper debido a que sus candidaturas son tan similares y Harper tiene clara ventaja. Los Diamondbacks probablemente no llegarán a los playoffs, y la línea ofensiva de Goldschmidt .329 /.444 /.567 es muy similar a la de Harper.334 /.460 /.639. La mayor ventaja de Goldschmidt es sus 20 bases robadas -14 más que Harper. Pero Harper tiene seis jonrones más, a pesar de jugar siete partidos menos, y desempeñarse en una posición defensiva más difícil.

Zack Greinke, SP, Dodgers de Los Ángeles: El mayor obstáculo para la candidatura al MVP de Greinke -aparte de la inclinación histórica de los votantes hacia los jugadores de posición sobre los lanzadores- es la excelencia de su compañero Clayton Kershaw. Estadísticas periféricas de Kershaw, como sus 11.3 ponches y 1.6 boletos por cada nueve entradas, son tan buenas o mejores que lo que él ha estado, incluyendo la temporada anterior, cuando ganó el premio. Por alguna razón, el dominio de Kershaw no se ha traducido también al éxito del equipo.

Anthony Rizzo, 1B, Cachorros de Chicago: Con una triple barra de .287 /.395 /.531, Anthony Rizzo no está a la altura de Harper o Goldschmidt, pero Rizzo tiene la ventaja de ser el más consolidado gran jugador del cuarto mejor equipo en el béisbol (por victorias y derrotas). Si los Cachorros pueden continuar su sorprendente éxito y llegar a la postemporada, Rizzo podría beneficiarse de esa narrativa, especialmente si varios de los equipos de los otros mejores candidatos fallan en llegar a los playoffs.