SHANGHAI -- La atracción que hace unos meses generaba Nick Kyrgios por su potencial y buenos resultados cambió de manera rotunda. Hoy, si bien sigue con proyección, las novedades del australiano pasan más por sus problemas de conducta que por sus victorias.
Luego del enorme exabrupto en Canadá que desencadenó en una sanción en suspenso, Kyrgios estas semanas volvió a estar en el centro de la escena por mal comportamiento. Un primer asalto en Tokio con un pelotazo al techo tras su caída ante Benoit Paire y luego una situación un poco mayor en Shanghai, donde sí recibió una multa de dinero por insultar en cancha.
"Esta superficie es una mier...", destacó Kyrgios en acción ante Andreas Haider Maurer por primera ronda del Masters 1000 asiático. El australiano venía acumulando enojo por los ruidos en el estadio y por conversaciones y movimientos de los camarógrafos. "Esto es un circo", llegó a decir aún en cancha.
Los organizadores de la ATP, cabe destacar, por esta inconducta lo multaron con 1.500 dólares, una cifra considerable si se tiene en cuenta que, por su revuelo por el caso ante Wawrinka, no puede superar los 5.000 de sanción hasta marzo por una pena en suspenso de 28 días de inactividad.
"Fue duro. Había un montón de cosas pasando ahí afuera. No creo que haya sido justo para ninguno de nosotros. Me esperaba mucho más en un evento de Masters 1000", destacó Kyrgios, excusándose, en conferencia. "Los camarógrafos hablaban en medio del punto", agregó. Y rápidamente trazó un paralelo por haber estado en un estadio de segundo orden. "Federer y Nadal no juegan en una cancha así. Siempre están en las pistas centrales, donde esas cosas no pasan y todo suele ir bastante bien".