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Aparecieron los All Blacks, con su mejor versión en el Mundial

CARDIFF (Enviado especial) -- Dinámica, pases en el contacto, precisión, potencia, tries. Los All Blacks aparecieron. Lo sufrió Francia, que no tuvo respuestas para la mejor versión de Nueva Zelanda en lo que va del Mundial. Ese fantasma que rodeaba el Millennium, el de la mística de Les Bleus por los memorables triunfos de 1999 y 2007, no duró nada. Fue la vez que más puntos les anotó (62-13), pero por poco no fue la mayor goleada, ya que se mantuvo la de junio de 2007 por 61-10.

Hasta ahora en Inglaterra, los dirigidos por Steve Hansen habían hecho un buen segundo tiempo contra Los Pumas en Wembley para dar vuelta la historia y después fueron muy imprecisos con Georgia, Namibia y Tonga. Ganaron con claridad, pero no habían podido mostrar su verdadero juego. Ese que sí sacaron a relucir en la capital galesa.

Brodie Retallick volvió a ser esa bestia en el uno a uno, Dan Carter manejó los hilos como quiso y Ma´a Nonu encontró espacios donde no los había. Aaron Smith mantuvo su excelente nivel, el scrum no pasó sobresaltos y el line tuvo plena efectividad. Sonny Bill Williams entró en el complemento y también hizo estragos. Todos tuvieron una actuación impecable.

Julian Savea fue imparable. Qué decir de este wing que cada partido que pasa hace más méritos para esa eterna comparación con el gigante Jonah Lomu. Lleva 38 tries en 39 partidos con Nueva Zelanda - y superó a Lomu que tenía la misma cantidad pero en 63 tests-. Ya marcó ocho conquistas en éste Mundial, con éste hat-trick, e igualó a su compatriota y el sudafricano Bryan Habana como máximos anotadores en una Copa del Mundo. Y todavía le restan dos encuentros...

En números, los neozelandes tuvieron 11 offloads, 14 quiebres limpios, 74 carreras en las que ganaron la línea de ventaja y 746 metros recorridos. ¡Y nueve tries!

Los All Blacks jugaron a la perfección. Si mantienen ese nivel en lo que queda la posibilidad de ser los primeros en ser bicampeones está cerca. Increíble pensar que hace sólo cuatro años, Nueva Zelanda le ganaba a Francia 8-7 en la final, y ahora le dio una paliza para la historia.