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La palabra de Agustín Pichot

Pichot desde hace tiempo hace fuerza para el 4N 

BUENOS AIRES -- La votación final en la cocina de la International Rugby Board no dejó dudas; fue rotunda. De los 26 votos en cuestión, 24 fueron a favor de la modificación del dichoso artículo 9 y sólo dos, los de Inglaterra, como a priori se preveía, terminaron siendo abstenciones.

Para llegar a semejante contundencia en la "urnas", y desde que se conoció la invitación de la Sanzar para que los Pumas jueguen un potencial Cuatro Naciones en 2012, pasaron casi ocho meses. Fueron exactamente 240 días en los que la Unión Argentina, a nivel internacional, se manejó con astucia, prolijidad, diplomacia y profesionalismo. Y todos estos adjetivos decantaron en una cálida noticia que, por fin, se conoció este miércoles. Sí, que el seleccionado argentino de rugby ya cumplió con todos los requisitos solicitados por la Sanzar para disputar el súper exigente torneo del Hemisferio Sur.

Pero claro, las horas previas a la gran confirmación estuvieron cargadas de adrenalina, impaciencia y nerviosismo. Y Agustín Pichot, uno de los embajadores argies junto a Luis Castillo (presidente de la UAR), Manuel Galindo (presidente de la sub comisión de alto rendimiento) y Porfirio Carreras (representante argentino ante el Board), se lo confesó a Scrum.com ni bien concluyó la meeting. "Fueron días muy complicados. Viajamos en grupo para tratar de tener más peso y, a cada persona del rugby con la que nos cruzábamos, le explicábamos en detalle qué era lo que nosotros proponíamos".

-¿Cuál fue la reunión más dura?
La que tuvimos con el presidente de la Federación Francesa. A esa, que se desarrolló en Marcoussis, fui con Cacho (Castillo) y Manolo (Galindo); los tres sabíamos que eran dos votos en contra, pero por suerte salió todo bien y terminamos hablando de historias de Tucumán y de grandes Tests Matches en Vélez. La verdad es que fue todo espectacular; ¡y eso que Francia y sus clubes no querían el cambio de regulación para dejarnos jugar!

-¿Cuál fue el argumento más sólido que utilizaron para que se convenciera?
- El real; que esto era lo más justo para nosotros, pero no sólo para un grupo jugadores, sino que además se trabajaría para conseguir más jugadores, más difusión y más ingresos para el rugby amateur; cuestiones que, increíblemente, algunos sectores no quieren terminar de entender.

-En resumen, ¿cómo quedó definitivamente la regla nueve?
-Está establecido que, a partir de ahora, a los jugadores se los libera durante ocho semanas para que disputen seis partidos.

-A partir de esto, ¿la UAR debe hacer algo más?
-No, ya está. Ahora hay que trabajar para enfocarnos en todo el tema organizativo y también en algunas cuestiones lógicas para lograr ensamblar el proyecto. Van a ser meses muy duros, pero creeme que lo peor ya pasó...

AP9 suspira. Se lo escucha un poco más tranquilo, más relajado; aunque lógicamente sus receptores nerviosos todavía continúan en éxtasis. La confirmación se hizo carne hace pocos minutos y, luego de tanto trabajo, de tantos viajes, de tantos aeropuertos, de tantas noches sin su familia, se nota que le cuesta liberar toda la adrenalina que bailoteó por su cuerpo durante estos ocho largos meses. Y esto queda en evidencia cuando se saca la pilcha de dirigente y tira: "hoy, personalmente, siento que se cerró una lucha de muchos años; hoy somos parte del mundo, como lo merecíamos".

-¿Qué otras sensaciones te atraviesan el corazón en estos momentos?
-¿Y qué te puedo decir? Muchas. Siento que esto es un orgullo enorme y que es mérito de muchísima gente. Entre tanta burocracia, hay muchas historias escritas en la cancha, y en especial en el 2007. Porque ese Mundial de Francia fue el desencadenante para abrir esta oportunidad. Se trabajó muy duro para llegar hasta acá y ésta confirmación no va a hacer otra cosa que favorecer la difusión de este gran juego.