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Ron-Ron al rescate

LOS ÁNGELES -- A medida que avanzan las finales de la Conferencia Oeste, cada vez se sienten más como los episodios de "Lost" con su temática general de redención, ya sea Jack, Hurley, Channing Frye o ahora Ron Artest.

Las palabras no pueden describir la mirada que el entrenador de los Lakers, Phil Jackson, le lanzó a Artest cuando éste regresó al banco después del desaconsejable triple que intentó con un minuto en el reloj, cuando los Lakers estaban 101-98 arriba. Y las palabras no pueden capturar el sonido que soltó la multitud del Staples Center cuando lanzó el disparo -- aunque después de leer que los técnicos de "Lost" mezclaron el sonido de las cigarras con el de las impresoras de recibos de taxi de Nueva York para crear el ruido del monstruo de humo me gustaría que lo intentaran. Tal vez podrían ir a bodas con grabadoras para capturar la reacción de la gente si la novia tropieza y cae de cabeza mientras camina por el pasillo, y mezclar eso con los gritos de quienes se animan a subir a la Torre de Terror de Disney World.

Luego los peores miedos de los aficionados de los Lakers se hicieron realidad cuando Jason Richardson de Phoenix acertó un triple que empató el marcador. Sin embargo, aún quedaban 3.5 segundos en el reloj. Tiempo suficiente para que Kobe Bryant clavara otro tiro ganador.

No obstante, los Suns forzaron a Bryant a los laterales, y su tiro en salto con giro quedó corto. Pero ahí mismo Artest se abalanzó para arrebatar el balón en el aire y clavar una bandeja contra el tablero mientras sonaba la campana.

La Redención de Ron-Ron. Lakers 103, Suns 101. Una ventaja de 3-2 para Los Angeles en la serie con la oportunidad de definir en Phoenix este sábado.

Fue el momento de la temporada para Artest, quien ha tenido dificultades para adaptarse y hacer que los fans de los Lakers se olviden de Trevor Ariza, con quien cambió de lugares el verano pasado. Tantas cosas están sucediendo aquí que podríamos usar una serie de saltos al pasado y saltos al futuro, pero el alero de los Suns, Jared Dudley, fue quien mejor resumió el salvaje circuito de Artest.

"Lanzó un triple fallido al final y nos dio la oportunidad de empatar el partido", dijo Dudley. "Es una locura que él terminara siendo el héroe".

¿"Locura" y Artest en la misma oración? ¿Ya hemos escuchado eso antes? ¿Qué les parece, eh... constantemente?

Pero Phil Jackson utilizó otras palabras de cortesía para describirlo, como agresivo, decidido y tenaz. Y por la forma en que sus compañeros hablaron de lo que significa para ellos también puedes darte cuenta de que lo consideran alguien comprensivo.

"A Ron le pidieron que sacrificara mucho de su juego para adaptarse a nuestra forma de hacer las cosas", dijo Derek Fisher. "Y a veces eso hace que le resulte difícil encontrar el ritmo y la fluidez de su juego".

Artest no siempre hace lo que se supone que debería hacer. Craig Sager quería que Artest se uniera a Bryant para la entrevista en la cancha, pero Artest pasó frente al gerente de relaciones públicas de los Lakers, Josh Rupprecht, y siguió corriendo hacia los vestidores, derribando a un fotógrafo en el camino. (Rupprecht tuvo que ir en busca de Artest, quien volvió a salir e hizo a Sager saludar a Queensbridge, Nueva York).

Pero los Lakers sí han notado que ha suavizado sus emociones, que aún no ha recibido una falta técnica en los playoffs y que sigue trabajando duro.

"Soy un mejor jugador de lo que dicen mis numeritos en este momento", dijo Artest. "Pero es un sistema nuevo para mí. De alguna manera, estoy intentando hacer que funcione para el equipo. Es por eso que quise tomar ese tiro (triple). No siempre es un buen tiro, pero nadie es perfecto. Sigues adelante e intentas aprender de eso".

Por lo menos, solamente tuvo que esperar aproximadamente un minuto su oportunidad de expiación. Frye (de Phoenix) tuvo que soportar días de análisis después de acertar solamente uno de sus primeros 21 tiros en la serie antes de clavar cuatro triples en el Juego 4.

Artest ayudó a limitar a la estrella de Oklahoma City, Kevin Durant, máximo anotador de la liga, a una efectividad del 35 por ciento en la primera ronda. Luego aportó 20 puntos y un importante triple en la victoria de los Lakers sobre Utah en el Juego 3 de las semifinales de conferencia.

Los Lakers se mostraron complacidos con la defensa de Artest sobre Jason Richardson durante el transcurso de las finales de conferencia, pero no estaba recibiendo demasiada atención y al cuerpo técnico le preocupaba que eso pudiera tentar a Artest a aventurarse más allá de sus límites para hacer un impacto.

Y eso fue lo que sucedió con un minuto por delante en el partido. Fue una decisión tan mala que Jackson le gritó durante el tiempo muerto: "No sé porqué lo dejé en el juego". "De hecho, yo mismo me lo cuestioné cuando lo metí en la cancha, y ahí estaba. Hizo la jugada clave".

La suerte puede sacar lo mejor de la planificación en los playoffs.

Los Lakers tuvieron una mejor estrategia para atacar la defensa zonal de los Suns. Pases precisos y las cargas de Fisher les permitieron apilar una ventaja de 18 puntos. Pero los Suns mostraron una determinación que impresionó incluso a los Lakers; Steve Nash alcanzó su máximo puntaje en la serie (29 puntos), Dudley no dejaba de anotar puntos extra, y los Suns incluso se las arreglaron para llegar a la línea de tiros libres más veces que los Lakers en su propio edificio (29-20).

Y lo único que la gente recordará serán dos secuencias.

Nash falló un triple pero bajó el rebote largo y se lo pasó a Richardson, quien estaba parado cerca del mismo lugar adonde Tim Thomas lanzó un triple para empatar el juego y dar vuelta la serie entre Lakers y Suns en el 2006. Si hubiera entrado nos estaríamos preguntando si los Suns simplemente estaban destinados a vencer a los Lakers, una y otra vez, de forma similar. Lo erró, pero tuvo una nueva oportunidad gracias a un rebote de Frye. Le pasó el balón a Richardson, quien intentó otro tiro de tres puntos. Éste entró.

Luego vino el tiro de Bryant, con un grado de dificultad de 9.9.

"Creí que tenía un buen tiro", dijo. "Pero Grant Hill metió la mano ahí a último segundo y me obligó tantear dos veces".

El balón quedó corto. Pero Artest no se quedó parado esperando que Bryant fuera el héroe nuevamente. Corrió desde el lado izquierdo de la cancha, pasando a Richardson, y fue el primero en llegar al balón mientras caía del lado derecho del aro. (Bryant no tuvo una asistencia en dicha jugada, por lo que le faltó una para marcar un triple-doble en una noche de 30 puntos y 11 rebotes).

Para Artest, fue la culminación, un esfuerzo infinito para enderezar las cosas.

"Es como que no estaba jugando mi juego desde el principio del partido", dijo. "Y eso se extendió. Así que en la segunda mitad, estaba encontrando mi camino un poco más. Hice algunos buenos pases y robos de balón, y bajé algunos rebotes. Así que supongo que ese juego agresivo puede trasladarse a la última posesión".

¿Esta victoria se trasladará al Juego 6? Lo dudo. Ya he escrito antes sobre la falacia de la derrota devastadora. Realmente creo que los Suns se recuperarán para capturar un triunfo y llevar la serie de vuelta a Los Ángeles para un Juego 7. Pero, en última instancia, esta oportunidad perdida les costará muy cara.

Seguramente, cuando pensaron en los posibles resultados y en las diferentes direcciones que podría tomar la serie, "Ron Artest acierta al sonar la campana" no fue una de sus proyecciones.

"Es increíble, pasas por toda esta preparación y todas estas cosas, y todo se reduce a las cosas fundamentales", dijo Bryant. "Ellos metieron un triple porque nosotros no bajamos el rebote. Ellos terminan perdiendo el partido porque no bajaron el rebote. Son pequeñas cosas como esa las que marcan la diferencia entre ganar importantes partidos de playoffs y perderlos".

Y hay lecciones que deben aprender, incluso los afortunados.

"Tuvimos una pequeña sesión con Ron después del partido", dijo Jackson. "Muchos abrazos -- y luego muchas discusiones".