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Selig no cambiará decisión del árbitro

El comisionado de Grandes Ligas Bud Selig no cambiará la decisión errada de un árbitro que le costó a Armando Galarraga de los Tigres de Detroit su partido perfecto.

Selig dijo el jueves que las Grandes Ligas le echarán una mirada a la ampliación de las repeticiones en video y a los árbitros, pero no se refirió especificamente a la decisión fallida del árbitro Jim Joyce en el partido del miércoles en la noche.

Un oficial de béisbol familiarizado con la decisión le confirmó a The Associated Press que la decisión no será cambiada. La persona habló bajo condición de anonimato porque ese elemento no fue incluído en el comunicado enviado por Selig.

Joyce admitió que se equivocó en lo que hubiese sido el out final en Detroit, donde los Tigres vencían a Cleveland 3-0. El oficial se disculpó personalmente con Galarraga y lo abrazó luego del juego, y entonces entró al terreno del Comerica Park el jueves ahogado en llanto.

"Fue la decisión más grande de mi carrera y la fallé," dijo un afectado Joyce el miércoles en la noche. "Le acabo de costar a ese chico su juego perfecto."

El gerente general de Detroit Dave Dombrowski dijo que el equipo no solicitaría a las Grandes Ligas que cambiaran la decisión. El error le negó a Galarraga el 21er juego perfecto en la historia del béisbol, y el primero para los Tigres.

Joyce cantó quieto a Jason Donald de Cleveland en la primera base, pero luego admitió que se equivocó. Incluso en el mundo de los deportes, donde las malas decisiones, esta llegó a niveles donde otras no han llegado: el juego imperfecto.

Galarraga, que era poco conocido fuera de Detroit antes de esta semana, y Joyce, cuya carrera había transcurrido en relativo anonimato, se mantuvieron como los temas más calientes en la red social Twitter por más de 12 horas luego de terminado el partido. Al menos una página en Facebook en contra de Joyce y la página web firejimjoyce.com fueron creadas.

Desde Derek Jeter a los fanáticos casuales, las opiniones llovieron en torno al asunto.

"Yo pienso que si el árbitro dice que cometió el error, yo lo llamaría un partido sin hits, un partido perfecto. Solo cámbienlo," dijo el manager de los Cardenales de San Luis Tony La Russa. "Si yo fuera Selig, en el mejor interés del juego. El tipo lo logró, y yo le daría su juego perfecto. Pero de nuevo, yo solo debería callarme."

Incluso el portavoz presidencial Robert Gibbs habló del tema desde la Casa Blanca.

"Espero que el béisbol le de al chico su juego perfecto," dijo Gibbs.

El jueves, un visíblemente afectado Joyce se limpió sus lágrimas a medida que entraba al terreno en Detroit para el partido final entre los Tigres y los Indios. Él y Galarraga se reunieron en el plato mientras el lanzador le entregaba la tarjeta de la alineación del partido. Joyce estrechó su mano con Galarraga y el oficial le dio una palmada en el hombro.

Leyland dijo que las Grandes Ligas le dieron a Joyce la opción de no trabajar el partido del jueves, pero Joyce decidió salir al partido detrás del plato, tal y como estaba programado.

Selig dijo que "aunque el elemento humano siempre ha sido una parte integral del beisbol, es vital que los errores en el campo sean revisados". "Debido a la sentencia tomada anoche (miércoles) y otras recientes, revisaré nuestro sistema de árbitros, el uso de la repetición en video y otras cosas relacionadas".

Selig dijo que consultará con el sindicato de peloteros y el comité especial para asuntos de terreno antes de tomar algunas decisiones.

Selig además alabó al árbitro Jim Joyce, cuyo fallo en la parte baja de la novena le costó a Galarraga el juego perfecto, al igual que a Galarraga y al manager de los Tigres Jim Leyland por la forma en que manejaron la situación.

"La dignididad y la clase mostrada por toda la organización de los Tigres de Detroit ante tales circunstancias fueron de admirar y muestran su buen espíritu deportivo," dijo Selig . "[Galarraga] y el manager de Detroit Jim Leyland son dignos de elogios por su manejo de una situación tan difícil.

"Además aplaudo el coraje del árbitro Jim Joyce de enfrentar esta situación de manera honesta y directa. El candor de Jim ilustra la razón por la que se ha ganado el respeto de todo el personal del terreno a través de su carrera en las Grandes Ligas desde 1989," dijo Selig.

Los legisladores del estado de Michigan actuaron el jueves, cabildeando para que Selig cambiara la decisión y que se reconociera el partido perfecto de Galarraga. La gobernadora Gov. Jennifer Granholm emitió una proclama declarando que Galarraga había lanzado el partido perfecto, mientras que el congresista John D. Dingell dijo que presentaría una resolución en el Congreso para que las Grandes Ligas cambiaran la decisión.

Y el congresista Thaddeus G. McCotter, mediante carta enviada a Selig, y obtenida por Amy K. Nelson de ESPN.com, le solicitó que reconociera que en efecto se había lanzado un juego perfecto, diciendo que "solo la verdad puede mantener el honor y la integridad del juego, y la verdad es que ese juego fue perfecto."

GALARRAGA ENTREGA ORDEN AL BATE A JOYCE
El manager Jim Leyland de los Tigres eligió a Galarraga para que presentara la alineación de Detroit en el plato antes del partido del jueves, con el fin de orquestar la emotiva reunión con Joyce. Se estrecharon las manos y el umpire le dio al pitcher una palmadita en el hombro.

"Yo no quería que esto fuese mis 15 minutos de fama. Me hubiera gustado que mis 15 minutos fueran una excelente decisión en la Serie Mundial. Espero que mis 15 minutos ya hayan terminado", afirmó Joyce.

Las decisiones erróneas de los árbitros forman parte de los deportes; baste recordar los muchos errores en octubre pasado en la postemporada del béisbol. Pero algo en torno a éste --la oportunidad de corregir una falla, las emociones sinceras de todos los involucrados-- se extendió mucho más allá del estadio.

"Tengo que decir que nunca volveremos a ver algo igual en nuestras vidas", dijo Joe Girardi, el piloto de los Yankees de Nueva York.

Galarraga, que apenas era conocido fuera de Detroit antes de esta semana, y Joyce, cuya carrera había florecido en relativa obscuridad, se convirtieron en temas candentes en internet. En Twitter se habló mucho sobre ellos; al menos surgió una página anti-Joyce en Facebook y se lanzó el sitio firejimjoyce.com (despidanajimjoyce.com).

Este, que ha sido umpire durante largo tiempo y tiene una reputación sólida, no quiso comentar sobre la declaración de las Grandes Ligas tras el partido del jueves, diciendo que no la había leído.

Lo que Selig dijo fue: "Nadie disputa que el partido de anoche debió haber concluido en forma distinta".

"No hay duda de que (Joyce) se siente mal", dijo Galarraga después de que Detroit derrotó 12-6 a Cleveland el jueves. "Le tengo mucho respeto. Se requiere mucho para pedir perdón y para decir en las entrevistas que cometió un error".

"Estoy triste, pero sé que lancé un juego perfecto. El primer juego perfecto de 28 outs", agregó.

A pesar de que no logró el registro oficial del 21er juego perfecto en la historia de las Grandes Ligas, el tercero esta temporada --lo cual habría sido un récord--, y el primero para un pitcher de Detroit, aún así Galarraga obtuvo un premio. Los Tigres y la Chevrolet le regalaron un Corvette nuevo.

Surgieron opiniones al respecto de todas partes, en pro y en contra, incluso en las más altas esferas del gobierno.

Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, afirmó: "Espero que el béisbol le dé un juego perfecto a ese pitcher". Cuando se le dijo que las Grandes Ligas no iban a revertir la decisión del umpire, bromeó: "Vamos a trabajar en una orden ejecutiva (del presidente Barack Obama)".

Gibbs elogió la forma en que Galarraga y Joyce reaccionaron a una jugada que definirá sus carreras.

"Creo que es enormemente alentador ver a alguien comprender que cometieron un error, y a alguien aceptar la disculpa de alguien que cometió ese error", señaló. "Creo que es una buena lección en el béisbol. Probablemente es una buena lección en Washington".

Para otros, reescribir la historia del deporte abriría una Caja de Pandora; lo que ocurre en un instante debe quedar para siempre.

Don Denkinger --el umpire que falló una decisión en el sexto juego de la Serie Mundial de 1985, la cual contribuyó a que los Cardenales de San Luis no aseguraran el título sólo para perder después ante los Reales de Kansas City--, estuvo de acuerdo con la decisión de Selig.

"No, no se puede cambiar", declaró Denkinger a la AP en una entrevista telefónica. "Jim lo cantó así, y así se tiene que quedar".

"No puedes escapar de ello; forma parte de la vida", afirmó.

Información de The Associated Press fue utilizada en este reporte.