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Cambio de mando

Rafa Nadal será el 2 Londres, aunque porte el 1 en la ATP Getty Images

BUENOS AIRES -- ¿Cambio en el ranking? ¿Alguno perdió puntos? Nada de eso: el sistema de preclasificación en Wimbledon lo hizo de nuevo. Decir que es una forma de ordenamiento "polémica" es un cliché, pero la situación se reactualiza cada año.

Esta vez, el cambio es simbólico: uno arranca primero, el otro atrás. En la práctica no hay demasiada historia: van por distintos lados del cuadro y el sorteo determinará si en semifinales encontrarían al tercero (Novak Djokovic) o al cuarto (Andy Murray). Si ganan seis partidos, se verán en la final. Lo mismo habría ocurrido si Rafa era el uno y Roger el dos.

Sin embargo, Nadal podría presentar quejas por sentirse ofendido, cosa que obviamente no hará (se le preguntará en rueda de prensa en las próximas horas y él dirá que es lo mismo ser el uno o dos, ya verán). Su segundo lugar en el casillero tiene una explicación de fuerza mayor: la ausencia de 2009, cuando los dolores de rodilla y problemas personales obligaron al retiro del torneo.

Por caso, la última vez que enfrentó a Federer en pasto, lo venció en aquella memorable final de 2008. Esa final no influirá en el ordenamiento, que tiene criterios objetivos para el sector masculino y se basa en los siguientes puntos:
1) Toman los puntos de los 32 mejores jugadores del ranking último, en este caso, 14 de junio.
2) A esa cifra le suman la totalidad de los puntos ganados en torneos en césped en el último año.

3) Añaden el 75% de los puntos ganados en torneos jugados el año anterior al último en la superficie (en este caso, 2008).

Por eso, Federer, campeón 2009 y finalista 2008, ganador también en Halle 2008, se lleva el primer lugar en la largada con 11.425 puntos, según la cuenta del sistema, y Nadal (10.290) partirá segundo.

En cuanto al resto de los preclasificados para la presente edición, el mayor beneficio se lo llevó Lleyton Hewitt. El australiano subió del puesto 26º del ranking al 15º en la lista de favoritos. En este caso, el "perjudicado" fue el croata Ivan Ljubicic, quien aparece 15º en el listado de la ATP y ahora deberá arrancar en el 17º lugar de Londres. Quedar fuera de los 16 mejores puede significar, por ejemplo, enfrentar a Federer, Nadal o Murray ya en tercera ronda.

Andy Roddick pasó del séptimo al quinto puesto, pero ese cambio, como el de Nadal con Federer, también es simbólico, ya que los jugadores ubicados entre el quinto y el octavo lugar entran en el mismo grupo de jugadores sorteados.

Para las mujeres, Wimbledon prescinde de la fórmula de puntos y se basa puramente en el ranking, ya que considera que las jugadoras del circuito WTA no marcan tanta diferencia por superficie. Si hay algún caso excepcional, se podrá contemplar un movimiento arbitrario.

La fórmula de puntos es un resultado histórico, en el que All England debió ceder a la fuerza. Desde 1927, se mantenía un Comité que, el lunes previo al inicio del torneo, deliberaba acerca de los candidatos para la edición venidera y armaba una lista de favoritos. No sólo tomaban en cuenta los resultados sobre césped sino criterios subjetivos como la adaptación al pasto. A más de algún integrante del Comité lo debe haber sorprendido la vez que Andre Agassi (14º del ranking, 12º favorito) conquistó el título en 1992 jugando desde el fondo de la cancha.

Desde 2001, la situación cambió y Wimbledon debió aggiornarse: limitó la acción del Comité, aceptó a tomar a los 32 mejores del ranking –ya no podía venir un 35º del mundo a empujones a mezclarse en el grupo- y elaboró un sistema.

¿Por qué el cambio? Había crecido el descrédito de los jugadores, mayormente de los especialistas en arcilla. Las quejas ya se hacían en voz alta, no se quedaban en el vestuario. Puntualmente, un boicot de dos jugadores españoles obligó a la novedad.

Alex Corretja y Albert Costa amenazaron con no jugar la edición 2000 y finalmente lo concretaron. El motivo era elocuente: Corretja figuraba 11º del mundo; Costa, 15º, pero por ser considerados especialistas en tierra, no habían sido incluidos entre los 16 favoritos. Juan Carlos Ferrero (13º) también había dicho que los acompañaría, y al final esgrimió una lesión para ausentarse del Grand Slam británico.

"No somos unos terroristas, hemos venido aquí a expresar nuestro punto de vista por lo que consideramos es una injusticia", dijo Corretja en rueda de prensa. Allí explicó que el torneo había hecho una excepción y había decidido no sancionarlos económicamente, ni exigirles un control médico, pese al abandono.

Sólo si la ATP los obligaba a intervenir en el torneo, ellos actuarían, pero en ese caso ya tenían definido, según confesaron después, jugar un par de games y simular una lesión. Pedían un cambio en el sistema de preclasificación o, al menos, la eliminación de sanciones para los que no estuvieran de acuerdo y prefirieran quedarse en casa.

El ruso Marat Safin, que había sido beneficiado en el Comité en aquella edición 2000, apoyó a sus colegas. Pete Sampras llamó "infantil" la actitud de los españoles.

El de Corretja y Costa fue una especie de triunfo. Tim Phillips, presidente del All England Club y Alan Mills, director del torneo, accedieron a sistematizar el proceso de cabezas de serie. "Si al menos hemos conseguido esto, nos vamos satisfechos", dijo Corretja.

A dos meses de la edición 2001, el cambio todavía no se había producido. Gustavo Kuerten, Nº 1 del mundo, fue clarísimo al respecto. "Creo que Wimbledon no respeta a los jugadores. Lo que hacen no es justo. Si los tenistas me dicen que no piensan jugar porque están en desacuerdo con eso, yo los apoyo", dijo el brasileño.

Ferrero secundaba nuevamente. "Al comienzo de la temporada, Wimbledon fue el torneo que marque con una cruz en mi calendario, quiero estar, pero ya he manifestado que si los organizadores no ponen a los cabezas de serie donde deben estar, yo no jugaré", afirmó el español, quien figuraba cuarto en el ranking.

Philips actuó rápidamente, quizás intentando evitar una fuga masiva como la que había ocurrido en 1973, cuando 81 jugadores faltaron al torneo después de que la Federación Internacional sancionara al yugoslavo Niki Pilic por un asunto de Copa Davis.

En inmediatas reuniones con la ATP y la Federación Internacional, se determinó el nuevo sistema que hoy –al menos por el momento- no presenta quejas. En aquella edición 2001, hubo igualmente faltazos generales, incluyendo a Kuerten, Corretja, Costa, Marcelo Ríos, Magnus Norman, Nicolás Lapentti, Mark Philippoussis y el ex campeón Richard Krajicek, todos a causa de lesiones. Al menos eso dijeron.

Nadal, repetimos, no será quien encabece una revuelta por su segundo lugar en la preclasificación. Ya descansó en Mallorca, buscará reenfocarse en el circuito, probará agacharse bien para rendir en pasto e irá a la caza de su segundo Wimbledon.