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Preparados o no

Derrick Rose lució bien en el partido inter escuadra el sábado Andrew D. Bernstein/NBAE/Getty Images

LAS VEGAS - Esa fue una práctica frenética para el equipo EE.UU. el sábado por la noche, los equipos de azul y blanco intentando vencer al otro en una victoria de 114-96 para el equipo liderado por Kevin Durant (blanco).

Espero que lo hayan visto y hayan tenido la oportunidad de apreciarlo, porque es probable que no vuelvan a ver algo similar en las semanas que siguen. Esta velocidad podría estar en ventana ante Francia en el primer partido de pretemporada del equipo de EE.UU., y otra vez contra Irán y Túnez en sus dos últimos partidos de primera ronda del campeonato mundial en Turquía. Pero mientras tanto, habrá una pregunta de si los norteamericanos son capaces de imponer su voluntad y su estilo de juego -- y cómo van a responder si y cuando no estén en condiciones de hacerlo.

"Somos poco convencionales", dijo el director del equipo, Jerry Colangelo, repitiendo una frase que el entrenador Mike Krzyzewski ha pronunciado decenas de veces.

El problema es que lo poco convencional eventualmente se enfrentará a lo convencional, y cómo este equipo juegue cuando no pueda dictar el estilo de juego determinará si vuelve a casa como un ganador o como un perdedor.

Por una noche, sin embargo, la velocidad y el talento cuajaron de forma brillante. Los escuadrones combinaron para anotar 210 puntos, realizaron 24 de 51 tiros de 3 puntos, vieron una ejecución memorable de Derrick Rose (15 puntos, 8 asistencias, 5 robos, ninguna pérdida de balón) que debieran convertirlo en el contendiente lider para ser titular en el puesto de armador y tuvo 28 puntos en 29 minutos de Durant.

Lo que el equipo de EE.UU. no obtuvo, sin embargo, fue el sabor de lo que está por venir. La multitud abucheó una sola vez, cuando se anunció que un fan había ganado una pelota de baloncesto autografiada por LeBron James. Los árbitros (dos de ellos, Zach Zarba y John Goble, trabajan en la NBA) le permitieron a los jugadores salir con screens en movimiento y desplazamientos flagrantes. Incluso los tiempos de espera de televisión duraron más del doble de tiempo que en la competencia real.

Los estadounidenses también tienen que darse cuenta que sin importar todo lo que corran, sus oponentes tratarán de frenar el ritmo. Un montón de equipos cargados de veteranos serán capaces de hacer eso precisamente.

El equipo de EE.UU. probablemente no va a ver tanta zona como en los últimos años. Pero si el sábado por la noche es indicativa de algo, no tendrá un juego de bajo poste al que acudir en caso de que sus tiros exteriores no caigan como lo hicieron en el Thomas & Mack Center.

Echen un vistazo a las ejecuciones de los muchachos grandes, ya adelgazados por las pérdidas de David Lee, Amare Stoudemire y Robin López:

• Brook López tuvo de 2-1 conn dos puntos y no tuvo rebotes en 13 minutos.

• Tyson Chandler tuvo de 6-6 desde el campo, pero de 1-4 desde la línea para 13 puntos, y nadie lo buscó para defenderlo o martillarlo como será el caso en las próximas semanas.

• Lamar Odom, el centro titular para el equipo blanco, lanzó encestó 1-4 y anotó dos puntos.

• JaVale McGee tuvo una racha dominante de 90 segundos cuando entró por primera vez, haciendo tres canastas en fila y bloqueando un tiro, pero hizo relativamente nada el resto de la noche, terminando con siete puntos.

Los grandotes más activos fueron dos jugadores que podrían estar luchando por un puesto en la rotación: Jeff Green (11 puntos, ocho rebotes) y Kevin Love (ocho puntos, siete rebotes).

Y dos de los mejores tiradores de 3 puntos, Eric Gordon (16 puntos, 4-7 tiros de tres) y OJ Mayo (18 puntos, 3-6), podrían quedar atrapados en la crisis de los números cuando la jerarquía del equipo disminuya la lista descontando cuatro jugadores a principios de esta semana.

"Vamos a ir con 15 seguro", dijo Colangelo. "Vamos a hablar en la noche del sábado, y continuará (el domingo) pero para el lunes deberíamos tenerlo hecho. Hubiera sido aún más complicado si alguno de nuestros muchachos grandes que se cayeron o no pudieron jugar estuvieran aquí".

Los jugadores que ayudaron a sus posibilidades el sábado incluyeron a Gordon, Mayo y Andre Iguodala (5-de-6 desde el campo, incluyendo 3-de-3 desde la línea de 3 puntos, para 17 puntos). Mientras tanto, los jugadores cuyas acciones parecieron disminuir incluyen a Gerald Wallace, que al son de 2-de-6 y a 0-4 en general en tiros de 3 puntos en sólo 12 minutos (el segundo total más bajo detrás de McGee, que jugó nueve minutos), y Danny Granger (cinco puntos y cinco faltas en 21 minutos).

Durant y Rudy Gay combinaron para 14 de las 35 pérdidas de balón del juego, pero su producción ofensiva (51 puntos combinados) compensaron por ello. Rajon Rondo fue un tanto ordinario, y Chauncey Billups se perdió sus primeros siete intenros antes de marcar sus próximos dos.

"Este equipo será todo lo que hemos dicho que sería una vez que vimos lo que teníamos. Son atléticos, van a ser capaces de tirar la pelota -- mucho mejor de lo que la gente cree - especialmente si juegan con ritmo", dijo Colangelo. "Se podría preparar un caso para decir que no hay suficiente espacio para todos los impactantes escoltas que tenemos. Eso es un dilema, y es cierto. Alguien va a sufrir una desilusión cuando todo esté dicho".

Pero esa decepción se empalidecerá en contraste a lo que sentirá el equipo completo si no puede encontrar la manera de jugar más de una forma.

No convencional no es necesariamente malo, pero tiene que haber alguna posibilidad de jugar de manera convencional, cuando las circunstancias lo exigan.

En las próximas semanas, podremos ver si este equipo de EE.UU. es capaz de hacerlo.

De lo contrario, podría ser un camino lleno de baches por delante que dejará a los estadounidenses anhelando la noche que vivieron en Las Vegas a fines de julio cuando su primera performance en público se pareció a la de un All Star Game de la NBA y no a una competencia de la FIBA.